29. BEHIND THE DESK

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29. DETRÁS DEL ESCRITORIO

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Antes de que Mel tomará un traslador de regreso a Inglaterra, se despidió con un fuerte abrazo de Alan, Ben y Charlie, a quienes prometió mantenerse en contacto y verlos pronto, o al menos eso esperaba. Su abuelo le acomodo el cabello con una pequeña sonrisa y asintió con su cabeza.

—Nos veremos pronto, cariño.

Mel mostró una radiante sonrisa antes de responder—: Así será, abuelo —le abrazó sintiendo su calidez y suspiró—. Cuidarte, ¿si? 

—Lo mismo digo. anda con cuidado, Anuk.

Camino a la vieja lata y ondeó su mano en dirección a sus amigos. Miró su reloj de muñeca y dio un paso al frente justo cuando la lata desprendía un brillo cegador. 

En cuanto llegó a su destino, sintió unos brazos rodearla y parpadeo varias veces hasta reconocer a su madre.

—¡Oh Mel, te extrañe tanto! 

—¡Mami! ¡Ay! ¡También te extrañe! —se dejó abrazar con fuerza por su madre, y al separarse, Blossom se encargó de besar las mejillas de su hija con emoción.

—¡Hasta que has tomado sol! —bromeó al ver el ligero bronceado de su hija—. Oh, cariño, ¿qué te pasó en el brazo? —preguntó viendo la quemadura.

—Ah, no es nada. Un Galés Verde Común que tiene resfriado y estornuda cada segundo —dijo con una pequeña sonrisa—. ¿Y papá? —curioseó mirando la colina.

—Nos espera en casa de tus abuelos —informó entrelazando su mano con el de Mel. Ambas comenzaron a caminar colina abajo—. Te tenemos una pequeña sorpresa...

—¿¡Sorpresa?! ¡Uy! ¡Adoro las sorpresas! —dijo dando un pequeño salto emocionado. 

Blossom no escondió su risa ante la emoción de su hija—. Lo sé. Ahora, andando, vamos a casa para que veas a tus abuelo y a tu padre.

En un torbellino, madre e hija desaparecieron de la colina para llegar a las afuera de la mansión Scamander. Mel se separó de Blossom para correr hacia la reja, la cual abrió con un movimiento de varita y continuó corriendo hasta entrar a la Mansión.

Se escuchaba una melodía provenir de la sala y Mel no se detuvo en su camino al salón, dónde sus abuelos se encontraban escuchando el piano y su padre charlaba con ellos en voz baja.

𝐂𝐔𝐑𝐄  (r. lupin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora