CAPÍTULO VII

34.1K 3.3K 24.7K
                                    

Despertó hecho un desastre, con el cuerpo empapado en sudor y con su respiración sumamente agitada. Soñó con aquellos cabellos rizados enrollados entre sus dedos, con su boca explorando cada parte de su cuerpo, sintiendo esa electricidad llegándole hasta la entrepierna. No pensaría que en realidad la electricidad llegó a sobrepasar sus sueños.

- ¡Louis! ¡¿Qué es esto?! - Louis casi se cae de la cama al oír el grito de su mujer llamándolo desde fuera de la habitación. Se cambió de calzoncillos y corrió para ver qué tanto escándalo hacía. Tal fue su sorpresa al encontrarse a Lilian con las manos temblorosas tomando la camisa que el hombre utilizó ayer la cual tenía las mangas y el pecho cubiertos de sangre.

- Lil, te dije que te lo explicaría, tranquilízate - expresó con la voz más gruesa de lo normal mientras se acercaba suavemente a quitarle la prenda de sus manos. Lilian contenía su llanto apretando los labios con fuerza y hundiendo sus manos en su estómago - ven, siéntate, te lo voy a contar.

Louis expresó con detalle lo que había sucedido con Harry, intentando mencionar su nombre lo menos posible, pues con el sólo pensar de su rostro le causaba algo en el estómago y sus mejillas las sentía como fuego ardiente. Lilian se encogió en su asiento y al oír lo que su esposo había hecho se acercó a él y lo abrazó con todas sus fuerzas, posando su cabeza en su pecho y sonriendo de felicidad.

- Eres tan bueno Lou. Por eso te amo - Louis no correspondió el abrazo, sólo acarició con poca delicadeza el cabello de Lilian y luego la apartó de él.

- Se me hace tarde, necesito ir a trabajar.

- Pero los Martes llegas una hora más tarde siempre, ¿Por qué vas más temprano ahora?

- Yo... es que ya sabes, ahora quiero estar más al tanto de Harry, tengo miedo de que más pacientes quieran hacerle algo y no quiero problemas con los Styles, es sólo eso - mintió. Louis sabía mentir a la perfección, cortesía de su padre, pero ahora que Louis se dio cuenta de que no podía controlar sus sentimientos, tampoco su forma de mentir, y Lilian se dio cuenta de ello, sin embargo sólo lo dejó ir con un vacío en su corazón.

Louis se bañó con rapidez, se puso un traje gris claro y se peinó como todo el tiempo, sin embargo había olvidado algo al salir de casa. Su perfume. No le dio importancia al asunto, necesitaba llegar al hospital lo más pronto posible. Necesitaba verlo de nuevo.

Manejó con muchos nervios de por medio, rebasando a todos los autos que no manejaran a su velocidad, maldiciendo en lo alto porque no lo dejaban pasar y casi atropellando a un perro que se quería cruzar la acera. Al ingresar al edificio corrió a su despacho, aventó su portafolio en su sillón y finalmente bajó hacia el pasillo colocando sus manos nerviosamente por las costuras de su traje.

Para su sorpresa no había ningún enfermero en el área, nadie que pudiera verlo a él ni a los pacientes. Ni a Harry. Le hirvió la sangre saber que Harry estaba solo y expuesto, tenía miedo de que alguien más buscara hacerle daño.

¿Pero en qué estoy pensando? Es un criminal, gracias a él Gemma no está - se dijo a sus adentros - pero no es su culpa estar enfermo - adjuntó. Tenía una pelea interna entre querer justificar lo que hizo por su estado mental o no hacerlo, pero es que no podía odiarlo, ya no. Quería hacerlo, de verdad necesitaba odiarlo, pero es que le era imposible.

Pegó un leve brinco para después abrir la puerta con lentitud. Se lo encontró en un profundo sueño, con el ceño fruncido y la boca entre abierta mientras tenía sus piernas contraídas y dobladas, empuñando sus manos en su propio pecho. Pareció escuchar unos susurros, por lo que se acercó para poderlo oír con claridad sin despertarlo.

- Louis... Louis... más... - el castaño se sonrojó al instante al escucharlo murmurar su nombre, hasta soltó una leve risa nerviosa, cosa que hizo que Harry abriera los ojos de golpe, encontrándose con Louis parado en frente de él sonriendo de una manera especial. El rizado ahogó un grito y con sus manos empuñadas tomó la orilla de la cobija para taparse la cabeza y ocultarse junto a su vergüenza. Respiraba agitadamente, sus mejillas es encontraban sonrojadas y no podía quitarse esa imagen que tuvo en sueños con él encima de Louis, con su perfume inundando la habitación entera.

9 REGLAS (L. S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora