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Jimin aparcó a una distancia cercana de la casa en donde se celebraría el cumpleaños, siendo a solo unos metros de distancia, desde ahí se podía ver la casa donde comenzaban a entrar varias personas, oyéndose algo de música también, estaba anocheciendo por lo que también se podían ver algunas luces.

Zico dijo que iba a comprar una bola de discoteca y varias luces de colores para dar la mejor impresión de estar en una verdadera discoteca, tanto que no harían falta las luces de la casa, al parecer lo había conseguido.

Jimin agarró la mano de Jungkook en cuanto esté se colocó a su lado, observando todo con curiosidad.

—¿Estás nervioso?.—Jimin apretó su mano, llamando su atención.

—Un poquito.—Jungkook admitió.

—Y si.... ¿Te dijera que alguien llevó algunos batidos de leche de fresa solo para ti?.—susurró cerca de su rostro.

Jungkook lo miró con emoción, dando un salto—.¿Hay batido de leche de fresa para mí?.

Jimin asintió.

—¿Tu lo llevaste?.—Jungkook lo señaló.

Jimin asintió volvió a asentir.

—Eres el mejor novio, Jimin Hyung, el mejor de todos.—Jungkook agarró su rostro, picoteando sus labios varias veces.

—Todo por ti.—Jimin le devolvió un beso, siendo algo más largo.

Jungkook volvió a mirar hacia la enorme casa de dos pisos, esta tenía un gran patio en la parte delantera aunque no parecía estar muy bien cuidado ya que algunos arbustos estaban demasiado irregulares y secos.

—Vamos, Hyung.—Jungkook tiró de el.

Jimin asintió, dejando que Jungkook fuera por delante, sintiendo un toque a su lado, girándose vio a Taehyung mirándolo con una sonrisa.

—Eso fue lindo de tu parte.—le susurró.

Jimin se encogió de hombros, en realidad aún le resultaba algo molesto y doloroso ver un batido de leche de fresa, ya que aitomaticente lo primero que venía a su mente era la traición, y por consiguiente sentía dolor en su pecho. Pero pensó que Jungkook se lo erecia, Jungkook estaba ganando casi todo el terreno en su corazón, le estaba haciendo volver a sentirse contento y ocionado, estaba haciendo que volviera a tener ilusión en el amor, todo eso merecía ser recompensado.

¿Que mínimo que tratar de superar lo que les ha unido?.

Jungkook se detuvo cuando finalmente estuvieron dentro de la casa, observando todo a su al rededor y mirando a Jimin en busca de ayuda.

—Vayamos a felicitar a Zico primero, ¿Te parece?.—Jimin propuso.

Jungkook asintió, agarrándose también de la mano de Taehyung ya que había bastantes personas ahí dentro.

Caminaron hasta la cocina, donde un chico con cabello platinado estaba repartiendo varias bebidas siendo ayudado por dos chicas muy lindas, quienes dividían los vasos.

—¡Zico!.—Jimin lo llamó, haciendo que este se giraran a verlo con una sonrisa—.Felicidades, tío.

Zico dejó lo que estaba haciendo para caminar hacia Jimin, carcajeando, dándole un apretado abrazo acompañado de unas palmadas en la espalda.

—Tio, por fin te dejas ver.—la voz gruesa del cumpleañero sonó divertida.

Jimin se encogió de hombros—.No me quedaba de otra.—fingió desagrado.

Zico rió, dándole un suave puño en el hombro haciendo que diera unos pasos hacia atrás, soltándose de la mano de Jungkook quien miraba todo confundido.

Strawberry Milk.  ❤Jikook❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora