2020 cerrar los ojos no es una opción

100 44 14
                                    


Cerré los ojos una mañana

exhale una y otra vez

los abrí lentamente,

con el más mínimo cuidado

de no despertar la realidad,

pero allí cuando estaba a medio abrir

aun con esta miopía pude darme cuenta

que la pesadilla había sido liberada

para encerrarnos a todos,

y no me refiero al cuerpo

porque cuando la mente se apaga

y el alma se queda sin esencia

que le importa a la oscuridad

las luces de neón.

Si, llego el día en que el ser humano

también fue limitado al encierro

afortunadamente para la mayoría

en compañía de su familia y en la calidez de su hogar,

pero para otros en la soledad de sí mismos

allí donde la muerte tampoco quisiera estar.


Las calles se vaciaban de la cotidianidad de la vida

pero se llenaban de cadáveres sin nombres

el mundo seguía su curso, sus días y noches

sus mañanas y atardeceres más yo y mis días

solo eran suspiros lanzados desde mi ventana.

Y mis noches somnolientas atrapadas entre

la nostalgia del pasado y la oscuridad del futuro

y dentro de todo ese caos solo hablaban las miradas

tristes y las lágrimas de los que nos dejaron un día

para nunca más volver.

Con el transcurrir de los días fuimos viendo

como muchos caían en el sueño eterno

sin poder despedirnos como quisiéramos

cuantas lagrimas han llovido sobre la tierra,

y sin embargo aún no acaba, padres dejando huérfanos

al seno de una familia, madres queriendo tomar

el lugar de sus hijos en el camino al más allá,

la impotencia de la existencia ha sido llevada

a lugares inimaginables y, sin embargo

el fondo aún está muy lejos de llegar.


Hablan de una nueva normalidad,

¿pero alguna vez la tuvimos en realidad?

¿es normal que la mayoría de humanos se desvivan en el gueto?

para acrecentar la plusvalía de una minoría

que por siglos se esconde entre las sombras,

porque a pesar de todo saben que en nuestros ojos

aún queda la verdad y, podrán taparnos los ojos

pero no podrán apagar el fuego de nuestros corazones.


El tiempo pasa y sigue llevándose a la vida

la revolución de desafiar a la propia muerte ya comenzó

porque después de todo... el hambre

obliga a batirnos allá afuera por sobrevivir un día mas

pero los jinetes del apocalipsis son más de cuatro

y la esclavitud disfrazada de leyes creadas

a conveniencia para el pequeño grupo selecto de los de arriba

sigue apoderándose del sueño de la mayoría,

que ironía llamarse a sí mismos humanos

cuando en su corazón no hay más que avaricia y mezquindad.


Cerré los ojos una mañana, pero no pude

dejar que las lágrimas siguieran fluyendo,

llore los recuerdos del ayer

con los ojos de hoy al ver

que el futuro cada vez es más incierto.

La vida y la muerte no lanzan los dados

son otros los que ya tienen definido el sistema

pero en medio de todo somos lagrimas

pero también somos risas, y somos la vida misma

porque podrán cerrar las puertas

pero la luz de nuestro interior siempre podrá

atravesar cualquier ventana para de nuevo

devolverle la luz y la calidez a aquel niño

que va sembrando felicidad cada que

ve una estrella brillar, cada que ve una mariposa volar

y cada que ve a sus padres reír.

Porque eso somos.

Somos los ojos de la mañana que está por llegar.

By: HectorXp

¿Qué opinas de este poema? ¿y dime tú que ves?

Muchísimas gracias por, votar, compartir y seguirme.

Muchísimas gracias por, votar, compartir y seguirme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cartas al UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora