Capítulo 14

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—¡Ay Jenn! —Mila la abraza en cuanto yo tomo el teléfono con prisa—. Es un idiota, no deberías de llorar así por alguien que no vale la pena.

Nora y yo aún estamos de pie en la entrada del cuarto, tengo las manos apretadas sobre la pantalla de su celular y simplemente no quiero mirar con atención. Jenn está hecha un ovillo, mientras limpia rastros de lágrimas de sus mejillas, está totalmente desmoronada y presiento que la culpa no es solo de Ivar.

—¿Quién te mando las fotos? —pregunto, mientras Mila me dirige una mirada asesina y abraza con mas fuerza a su amiga.

—El numero es desconocido —replica Jenn sin mirarme—. Trate de llamarlo hace un momento, pero nadie responde.

Dejo de prestarle atención a sus lamentos y en su lugar me armo de valor para analizar las fotografías, en las que efectivamente aparece Ivar, pero decepcionantemente no conmigo.

Quisiera decir que me produce alivio no ser descubierta, pero la sensación de ser engañada es mil veces peor, incluso llego a pensar que hubiera preferido ser yo la de las fotos. Una horda de celos e inseguridades me cruza por la cabeza, mientras deslizo las imágenes.

Es fácil distinguirlo porque las fotos fueron tomadas muy de cerca, es más que obvio que está en una fiesta, tiene una rubia sobre las piernas mientras con sus manos le acaricia su largo cabello platinado, a medida que deslizo las fotografías ambos parecen más animados, sus manos ahora están sobre su trasero.

Una opresión extraña aparece en el pecho en cuanto caigo en cuanta de que están en un lugar público y ninguno repara en disimulos, ella tiene las manos sobre su cuello y sus labios sobre su quijada, no sé cuántas malditas fotos enviaron, pero parecen no tener fin.

Llego a la última fotografía del carrete y no puedo evitar sentir que mi pecho se mueve a toda velocidad, mi corazón comienza a latir más rápido.

La última foto no es de la fiesta y mucho menos de la rubia con trasero impecable en está fotografía si aparezco yo, claramente se ve que estamos afuera de la casa de Mike, incluso se ve la camioneta de Anne en él fondo es imposible que no se hayan dado cuenta. Yo estoy sobre él y se alcanzan a ver nuestras siluetas besándose. Quien tomo las fotos sabe quien soy y probablemente Jenn también lo sabe y solo está fingiendo.

Las manos me pican mientras me muero por presionar el icono de eliminar y deshacerme de las evidencias. Parece fácil.

—¿En serio no sabes quién pudo enviar las fotos? —dice Nora quitándome el teléfono, regresándome a la realidad—. ¿Cuándo las tomaron por lo menos?

—Eso no importa —chilla Jenn restregándose los ojos, mientras se pone de pie.

Yo dejo el vaso de café en el tocador, sintiéndome ligeramente desenfocada. Jenn sigue haciendo mención de lo humillante que fue su cumpleaños, paso de ellas y comienzo a quitarme el pants gris que me dio Ivar, me apoyo de la pared con la mirada fija en Nora, quien me mira con un atisbo de preocupación, yo trato de evitar poner alguna mueca o poner los ojos en blanco.

—¡Di algo Olivia! —me regaña Mila, pasándose las manos por su largo cabello negro.

Su exageración me pone aún más incómoda, me trago mi opinión, ella debería de mostrarse un poco mas razonable y dejar de pasearse por todos lados, como si la hubieran engañado a ella, como si ella saliera con Ivar.

—No tengo mucho que decir —me encojo de hombros—. Ni siquiera lo conozco bien.

Pienso en salir de aquí lo más rápido que pueda así que vuelvo a acomodarme el pants y busco mis tenis con la mirada.

IT'S MEWhere stories live. Discover now