𝖋𝖊𝖊𝖑 𝖘𝖔𝖒𝖊𝖙𝖍𝖎𝖓𝖌 | euphoria

part i.

euphoria, special edition
parte uno: winnie.

Cuando era niña, el ballet era todo para mí, me llevaba a olvidarme de muchas cosas que me hacían sentir mal, como mis inseguridades.
La maestra nos indicó nuestra rutina diaria y así perdí peso.

[Suena "La vie en rose" - Louis Armstrong]

Allí conocí a Amber y Courtney, dos personas que se conviertieron en mis "ídolas". La idea de ser como ellas se metió en mi cabeza, y no saldría de allí hasta conseguirlo.

Comencé a hacer todo lo que ellas, comía como ellas, me sentaba como ellas, absolutamente todo. Ambos creían que desobedecer estaba bien, que era algo genial, así que también lo hice. No solo lo empleé en mis padres, sino con cualquiera, esto llevó a que me castigaran varias veces en la escuela y en casa.

Apenas cumplía descubrí varios trucos que podía hacer para lucir mucho más delgada de lo que me veía. Tenía episodios en los que comía demasiado, atracones, y luego me sentía culpable y vomitaba. Me obsesioné con mi cuerpo y se volvió una costumbre.

Algunos niños en la escuela murmuraban a mis espaldas mi aspecto, no solo me veía mucho más delgada, sino que llevaba unas horribles ojeras y mi rostro lucía pálido. Mis amigas siempre usaban maquillaje para cubrir eso, pero yo no notaba la diferencia.

Ese día, luego de que la maestra nos dejara a todos solos por un momento, Amber tocó mi espalda y señaló a uno de mis compañeras, su cabello era oscuro, tez clara y tenía pecas por todo el rostro. Mi amiga me dirigió una mirada indicandome algo, asi que  me puse de pie y me acerqué a ella, sinceramente tenía mucho miedo, ¿qué se supone que diga? ¿Y si se molesta y provoca una pelea? Pensaba carcomida por los nervios. Toqué su hombro y ella volteó fijando su mirada en mi rostro pálido.

─ ¿Tu mamá no te ha dicho...? ─ se detuvo debido a sus nervios. ─ ¿Tus padres no te han dicho lo horrible que eres? ─ la castaña sintió un dolor en el pecho y una sensación extraña en su cuerpo, se sentía culpable y arrepentida por dentro.

─ ¿Disculpa? ─ inquirió la muchacha poniendose de pie haciendole frente.
─ ¿Te haz visto en un espejo? Bicho raro ─ su comentario hizo que todos comenzaran a murmurar cosas entre sí. ─ Deberías hacerlo.

─ Y tú deberías darte un buen baño ─ la pelinegra volteó molesta y se lanzó a ella furiosamente. Ambas se jalaban del cabello y su alrededor solo alentaba la pelea.

Luego de forcejear la maestra llegó y pidió a nuestros padres que nos retiraran. Mamá y papá discutieron toda la noche, él la responsabilizó por no hacer nada a tiempo cuando estaba a su cargo, y como siempre, mamá negaba todo.