Mi Mate y Yo

Capítulo 18 "Fin del Juego" Parte 1

Narra Jade

No sabía cómo era posible que en tan sólo unos meses la vida de cada uno de nosotros cambió drásticamente por culpa de muchos acontecimientos ocasionados por la maldad de Sara.

No entendía cómo era que todavía seguía con vida mediante su espíritu, y tampoco sabíamos cuál sería su próxima jugada.

Sólo sabía que tarde o temprano la guerra se desataría y todos moríamos sino hacíamos algo, teníamos miedo pero nadie decía nada, el silencio hablaba por sí solo.

Era increíble pensar que todo lo que nos sucedió a los 6 fue por la avaricia y el rencor de Sara hacia todos nosotros, no entendía la razón de su odio hacia Jayden y sobretodo su rencor hacia a mí.

Pero eso era lo de menos en ese momento lo que importaba era acabar con Sara y las brujas oscuras que tenía de aliadas. Los Cazadores que estuvieron con ella antes, se convirtieron en nuestros aliados. Increíble pero cierto. En fin.... lo único que nos quedaba a todos era esperar la próxima jugada de Sara de la cual estábamos prevenidos pero de cualquier forma no queríamos precipitarnos porque eso iba a costar vidas y no deseábamos eso.

(***)

Estaba sentada a lado de mi ventana observando parte del bosque contemplando aquel hermoso panorama. Pero pese a que el día era tranquilo, algo en mí me decía que fuera con Sebastian inmediatamente y esa fuerte desesperación me estaba controlando pero no me arriesgué a salir, entonces llamé a Sebastian y para mi fortuna contestó. Me sentí aliviada.

—¿Jade? ¿qué pasó?—Contestó adormilado.

—Perdón que te llame tan temprano pero no vas a creer esto...

—Ponme a prueba.—Respondió.

—Escuché una voz de una mujer en mi mente que me decía que tú estás en peligro. Y que debía ir inmediatamente contigo. Y antes de que me digas algo... sólo te digo que no es ninguna broma.—Hubo un silencio mortal.

Después de unos desesperantes segundos Sebastian suspiró y dijo:

—¿Reconociste la voz?—Preguntó.

—No, pero me era conocida, aunque no recuerdo de dónde exactamente.

—Escucha, quédate ahí y si la voz vuelve escúchala atentamente y trata de recordar. Iré enseguida. Y antes de que digas algo de todos modos tengo asuntos que resolver con tu hermano. ¿De acuerdo?

—Está bien... solo... ten mucho cuidado...

(***)

No pasaron ni cinco minutos cuando llegó Sebastian y salí a recibirlo. Me sentí aliviada, tranquila y feliz de verlo ahí. Lo abracé con todas mis fuerzas y me negué a soltarlo porque pronto me di cuenta de que él no era Sebastian era una bruja oscura haciéndose pasar por él. La estrangulé como a una serpiente conteniendo a su presa para evitar que esta escapara.

—¿Qué quieres aquí?—Pregunté.

La bruja volvió a su verdadera forma y comenzó a toser con más fuerza por la falta de oxígeno.

—Mmmm... mal-di...ta... ¿C-cómo su...piste?—Me acerqué a su oído y dije:

—Tu olor a azufre y vinagre no te ayudan en nada...—Me miró horrorizada por el miedo a morir. Pero simplemente la solté dejándola caer al suelo inconsciente.

En ese momento llegó un lobo de color gris plata y sonreí al saber de quién se trataba.

Sebastian volvió a su forma humana y sacó de una mochila una camiseta blanca y un pantalón de mezclilla y tenis. Después de que se vistiera me arrojé a sus brazos y lo besé. No puso ninguna resistencia ante ello y me correspondió.