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24| Una boda.

Para una mejor experiencia, recomiendo escuchar “Cruel Summer” de Taylor Swift al leer este capítulo. :)

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Capítulo 24: Una boda.

Josh.

Los invitados era muchos, la iglesia se encontraba llena. Todo era muy bonito, no obstante, así quería pensar.

Todo era muy extraño.

El smoking me quedaba de lujo. Ese traje negro me había costado bastante dinero, lo valía, pero no para la ocasión. Quería pensar que hacía esto por amor, pero bien sabía que era para no quedarme solo como el perro solitario que siempre fui.

Ya me había cansado de eso, y Sidney fue la llave a la puerta de la verdad. Ella me hizo ver la realidad sin que ella lo supiera. Me hizo sentir la necesidad, el deseo prohibido, la rabia a algo que nunca tuve... Me hizo sentirla a ella.

—Josh, ya estamos, ¿tú también? —oí a mi suegro entrando a la misma habitación en la que me encontraba.

Me tragué la dignidad y el nudo en la garganta.

Esto está mal. Me repetí interiormente. Siquiera la amo.

—Sí. —pronuncié a penas.

—Bien —dijo— Entonces ven —me acerqué a él para ir caminando hacia el altar junto a él. Para esperarla a ella— Por cierto, ese traje te queda muy bien.

—Gracias —traté de dar mi mejor sonrisa.

Parado en el altar, esperando a que la novia llegue y terminar con esto, a pesar de que todo es una completa farsa de mi parte.

V

einte años y apunto de casarme.

Comencé a ver a la gente, saludando a algunos conocidos y eso, hasta que mis ojos captaron esos cabellos negros al igual que sus ojos, y a esa piel blanca entre todas esas personas. Ingresando a la iglesia, de la mano del imbécil de Chase.

De repente, sentí tantos nervios y a mis manos sudarme. De repente todo en mí estaba mal, peor aún al verla con ese vestido rosa ceñido a su delgado cuerpo, enseñando no mucho de sus piernas -solo hasta un poco más de las rodillas- y volviendo loco a todos con esas curvas que serían capaz de matar de la locura. En especial a mí.

Se veía perfecta.

Por una mínima de segundo, sus ojos conectaron con los míos, pero apartó su mirada de mía de inmediato. Como si verlos ya fuera un delito. Luego fue a sentarse alado de los padres de Chase.

Era increíble. Ella comprometida y yo a punto de cometer una locura. Una locura que me veía obligado a cometer.

La orquesta comenzó a sonar, dando a entender que la novia venía hacia mí. Nessa. Usaba el típico vestido de novia, ceñido a su cuerpo, enseñando más de lo debido. A decir verdad ese vestido era bastante corto, tenía cola pero gran parte de sus muslos se dejaban ver.

Venía acompañada de un ramo de flores blancas hacia mí, junto a su padre.

—Estoy muy feliz, Josh —me dijo en un susurro cuando estuvo a mi lado, de espaldas a los invitados.

No siquiera quise o intenté responderle con lo mismo. Pero a fin y al cabo yo se lo pedí, yo le pedí que permaneciera a mi lado hasta el fin. Porque a pesar de tantas infidelidades de parte de ambos, mentiras y todo, ella estaba para mí. Sabía que lo estaría hoy y siempre. Porque quisieras o no, volvíamos el uno al otro. Ella no me abandonaría. Y con Sidney no pasó lo mismo.

Ella lo prefirió a él.

El padre comenzó. Todos callaron. Y alado de Nessa se encontraba mejor amiga que, era una de ambos testigos. Mientras que a mi lado estaba Jaden como el otro testigo.

Él era el que menos quería esta boda. Fue el que primero se enteró y único que se opuso.

—Josh —oí en voz baja a Nessa, como rogándome algo. La vi, extrañado, y lo entendí cuando me señaló al cura.

Sin mi consentimiento, mi cuerpo reaccionó girando mi cabeza, esperando encontrarla en medio de todas esas personas y que ella se opusiera a esto, y escapar juntos al caribe. Pero cuando la encontré, ella negó. Y claro, ella no me amaba a mí, ella amaba a Chase, a Chase Hudson. No al perdedor, mujeriego e infiel Josh Richards.

¿Para qué me quería en su vida si con Chase le bastaba? Ella no sabía la verdad, pero al parecer quería vivir engañada. Y si ella era feliz así, pues yo también tenía que serlo de algún modo. Por eso, dejé de verla para ver a mi linda novia a mi lado y tomar su mano con fuerza.

—Acepto —dije— Acepto casarme con Nessa Barrett porque es el amor de mi vida.

Tomé los anillos que una niña, prima pequeña de Nessa cargaba y se lo coloqué a ella, haciendo Nessa lo mismo conmigo.

—Los declaro marido y mujer —terminado eso, tomé a Nessa de la cintura, a pegándola a mí y besándola.

—Josh, estás llorando —me dijo.

Parpadeé y sentí mis párpados húmedos. Sí, estaba llorando una vez más. Y todo por culpa de la condenada chica que me atrajo. Por la que ahora estaba casado con otra que no es ella... por Sidney Brown.

. . .

Nota: AAAAAAAAAAH, ¡¡¡JOOOOOOOOOOOSH!!!

SE CASÓ, MALDITA SEA.

Hace la murición y la revivición*

¿No les pasa que ✨Josh✨?

PDT.: la modelo que hace a Sidney es Kendall Jenner.