Tristan: Soy Inocente

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Nunca he sido de los conversadores, que a la primera persona que veo le cuento mis problemas. De vez en cuando mis padres me lo reprochan, al principio les encantaba que me instruyera en el mundo de la sabiduría, pero ahora no puedo tener un libro en la mano porque la mirada reprobatoria que me lanzan es abrumadora. Por lo general cuando no estoy leyendo, estoy con Nila practicando con mis poderes en el campo de entrenamiento del castillo. No tengo un maestro, ya que practicar lo que hago no es muy bien visto por mi padre; no se opone, pero  no le gusta que deje sombras por ahí.

 Es liberador cuando dejo fluir las sombras que habitan dentro de mí, las fui recolectando a través de los años. Todas leales a mí, ellas me dejan hacer lo que quiero, manipulo sus extremidades, sus mentes y cuerpo; siento sus nervios, sus vidas a través de mis manos. Siento el poder que se me ha otorgado, sin embargo no intento abusar; una de las razones por la cuales las sombras me dejan hacer lo que les hago, es porque yo soy gentil, y sé cuándo detenerme para no causarles daño. Nila me instruye en lo que puede, me gustaría que supiera más, pero ella no es una sacerdotisa.

 Mi guardiana no es como los demás guardianes, ella no es un animal como mi padre o Luna hubiesen querido. No es común que sombras sean guardianes, pero eso no hace que no suceda. A mí me encanta mi guardiana, es mi mejor amiga aunque sea mayor que yo por muchísimos años, para ser más exactos ella tiene quinientos años y yo apenas tengo trece años. Los cumplí no hace mucho. Fui el último de mis hermanas en consagrarme a un dios; Luna fue la primera consagrándose a mi padre, luego mi hermana al año de Luna consagrándose al dios de la muerte Seth cosa que sorprendió a una gran cantidad de personas. Y yo me consagré a mi madre, no fue sencillo, ya que también tenía pensado en la diosa de la sabiduría, pero mi madre me entiende mejor que todos los libros de la ciudadela escarlata.

 Como es de costumbre cuento a todas las sombras que tengo en mi cuerpo asegurándome que no escape ninguna al castillo grande. Al verlas todas, las despido en la puerta de entrada de los sirvientes, los guardias también las cuentan y hacen que firmen un libro de registro. Me regreso tranquilo con Nila al castillo a descansar un rato hasta la cena. Camino por los pasillos de las habitaciones cuando me detengo en seco en la habitación de Luna. Siento una energía que no debería sentir en este lado del castillo. Me acerco a la puerta de Luna, pero está trabada.

—No me gusta nada esa sensación —apunta Nila. Los dos traspasamos las puertas dejando de lado nuestro lado físico.

 La escena es infernal. Una gran sombra está encima del cuerpo inmóvil de mi hermana; la sombra entra y sale del cuerpo de Luna. Es claro que Luna está repeliendo a la intrusa, pero también caigo en cuenta que ella al terminar los entrenamientos con mi padre queda en un estado de inmovilidad dificultándole al momento de defenderse.

Corre y dile a mi padre lo que sucede.

 Nila obedece saliendo de la habitación. Me acerco rápido a la cama de Luna y con mis manos controlo el cuerpo de la sombra que resulta ser un hombre; un hombre que jamás he visto en mi vida, ya que las sombras con las que practico son mujeres y ninguna está casada o ha mencionado a algún hombre en su vida. Él me ve y quiere invadirme también, pero lo que él no sabe es que yo puedo retenerlo contra su voluntad si así lo deseo. Lo arrastro fuera de la cama, miro fugaz a Luna que está llorando impotente de hacer algo al respecto y creo que también por el dolor que la sombra le ha causado. Por lo general no duele cuando una sombra entra al cuerpo de una persona, pero cuando la persona se niega a que una sombra tome su cuerpo causa unos fuertes dolores como si fueran puñaladas en diferentes partes de tu cuerpo. La sombra puede entrar por cualquier parte e incluso pueden entrar por los genitales de las mujeres o por el ano de los hombres; sé como se siente y no es un dolor que no se lo deseo a nadie.

El Nacimiento De Un Imperio [II Libro De La Saga Dioses Universales]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora