Turmalina.

Pasado.

Durante los últimos meses Adara había logrado con éxito mantenerse oculta del sol sin levantar sospechas y sin faltar a la escuela. Estaba orgullosa de haber comprado la ropa perfecta para cubrir la mayor parte de su piel y pasar desapercibida, no le avergonzaba declarar que cada mañana veía el reportaje del clima y que el resto del día se mantenía alerta de algún cambio.

Por lo que esa mañana de junio se sintió aterrada al ver al hombre del clima anunciar un hermoso día soleado.

Cambió de canal en busca de una segunda opinión; día despejado. Volvió a cambiar, queriendo una tercera opinión... y una cuarta. Todos los meteorólogos informaban un bello día sin nubes.

¿Y si era cuidadosa? No dejaría el edificio para nada, estacionaria la camioneta cerca de la entrada y saldría cuando no hubiera muchos estudiantes a la vista. Usaría una sudadera con capucha que le quedara lo suficiente grande para poder esconder sus manos, y fingiría estar enferma para poder usar un cubrebocas para ocultar la mayor parte de su cara.

—Y pensé que yo me complicaba mucho las cosas, ¿por qué no faltas y ya? —Adara negó aun con la vista enfocada en el televisor. —Jamás imaginé que fueras la clase de estudiante que quiere asistencia perfecta.

"No es eso, Charlie no me dejará faltar."

—Wow, eres peor que Bella. —Adara quiso darle un codazo en el costado, sin embargo, Edward anticipó el golpe, alejándose a tiempo.

"Charlie me ha perdonado muchas cosas y ha ignorado un montón de comportamientos raros, no puedo arriesgarme a provocarlo."

—No se va a enterar, tranquila. Además, me gustaría que me acompañaras a casa, quiero que Bella hable con Jasper.

"¿Sobre qué?" preguntó internamente, enarcando las cejas.

—¿Estas al tanto de lo que sucede en Seattle? —asintió.

Desde hacía unos meses habían estado ocurriendo asesinatos en Seattle, los cuales tenían aterrorizados a los habitantes. Las autoridades estaban seguras de que se trataba de un asesino en serie, sin embargo, por el modus operandi los Cullen descubrieron que se trataba de un neófito o un grupo de ellos.

—Alice no ha podido ver nada respecto a lo que está sucediendo por lo que creo que tal vez debamos hacernos cargo... tu no, nadie quiere que estés cerca de la sangre que podría haber.

"Sigo sin entender qué lugar tiene Bella en todo esto, solo vas a asustarla." —ambos voltearon a sus espaldas cuando escucharon a Bella tras ellos, lista para ir a la escuela. —"Oh... eso es lo que quieres, ¿cierto? Que sepa lo horrible que puede ser ser un neófito."

—Alístate mientras le planteo la idea de faltar. —como Bella no se inmutó ante las palabras de su novio, Adara notó que lo había dicho en un susurro inaudible para ella.

"Eres un maniaco extremista, ¿lo sabes?"

—Algo de eso me has dicho antes.

Adara rodó los ojos con fastidio mientras subía a su habitación. Como no tendría nada que temer del sol se permitió usar una falda, hacía tiempo que no tenía oportunidad de llevarla sin medias.

El camino a la casa de los Cullen fue silencioso, Adara pudo sentir los nervios de Bella conforme se acercaban, sabía que Jasper siempre le pareció intimidante y supuso que el hecho de que ahora fueran a tener una conversación que no involucraba a nadie más que a ellos la asustaba más que la mera presencia del rubio.

Al llegar Jasper los recibió, posando toda su atención en Adara.

—¿Día libre? —preguntó a modo de saludo.