Hannah
Se terminaron las vacaciones, después de unas merecidas y largas vacaciones, he vuelto a Valdivia nuevamente. Tengo deseos de volver a las clases, raramente extraño estar en la universidad y tener trabajos.
Me cambio de ropa, me coloco unos shorts y una camisa y comienzo a organizar mi cuarto. Mañana comienzo nuevamente clases así que quiero dejar impecable mi habitación, para no preocuparme por ello mañana.
Robert no me ha vuelto a mensajear desde que me dijo que viajaba nuevamente a Valdivia, pero estoy seguro que es más porque han estado reorganizando muchas cosas en la universidad.
Término de organizar mis cosas alrededor del mediodía, bajó a almorzar junto a varias de mis amigas y nos contamos las historias que nos pasaron en las vacaciones. Subo junto a Lorena a mi cuarto y aprovechó para contarle lo que pasó con Robert en Colombia.
-Vaya amiga, parece como si fuera un cuento de hadas- Me lo dice mientras se sienta en mi cama. -Creo que ese hombre puede estar enamorado de ti-
-No lo se- Suspiro mientras doblo la ropa que traje desde mi casa. -A decir verdad me siento muy atraída por él, pero también me da miedo que todo sea un juego-
-Hannah espera hasta mañana, puede que el esté muy ocupado y por eso es que no te ha hablado- Lorena se coloca de pie y camina hasta la puerta. -Acompáñame a la tienda, quiero una bolsa de papas- Suelto una risa, tomo mi billetera y salgo detrás de ella.
...
He quedado con Gregoria e Isabel en encontrarnos en la portería de la universidad para llegar juntas a clase. A pesar de que aun seguimos en invierno, el clima no es tan frío. Decido colocarme un croptop, un jean boyfriend y uno de mis blazer peludos, junto con unas botas de tacón, no muy altas.
Mientras camino a la universidad, mi celular suena en el bolso, lo tomo y miro el mensaje que me acaba de llegar.
Robert: Buenos días señorita González, hoy comienzan las clases y para mi mala suerte, ya no tendré su presencia en los asientos de mi clase, como me gustaría verla sentada frente a la pizarra
Río apenas leo, me muerdo el labio pensando en él y tecleo mi respuesta.
Hannah: Buenos días Profesor Brawn, si estuviera en su clase, esta conversación sería inapropiada y además, ¿cómo podría soportar las ganas de no tirarme en sus brazos y besarlo?
Porque no sería capaz de contenerme, el deseo que tengo por él es mayor a lo que me puedo contener.
Robert: Como siempre teniendo la razón. Un profesor no puede besar a sus alumnas y luego de probar esos labios, no creo que me pueda contener.
Robert: Tenga un gran día señorita González.
-¡Hannah!- El grito de Gregoria me sobresalta y nerviosa guardo mi celular. Lo menos que quiero es que todos se enteren de que sigo hablando con el profesor Brawn. -Amiga estas...-Gregoria me toma de las manos, me escanea con la mirada y amplió su sonrisa. -Hermosa y bronceada- Se tira y me da un abrazo que naturalmente responder.
-También es un gusto verte Gregoria- La suelto y luego con ese mismo entusiasmo saludó a Isabel que está detrás de ella. -Me gusta como esta vestida amiga- Isabel se sonroja y baja la mirada. -Te ves hermosa- Le subo el rostro para que me mire, ella se sonroja mas y me abraza
-Gracias, es ropa nueva- Me dice divertida. -Bueno vamos, la clase con la profesora Puyana va a comenzar pronto- Damos media vuelta y nos dirigimos al salón entre risas y relatos divertidos de Gregoria.
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Entre integrales
RomanceCarismático inteligente y seductor, esa es la mejor manera de describir al profesor más jóvenes en la facultad de Ciencia de la Universidad Austral de Chile, Robert Brawn. Un hombre alto, con cuerpo de un dios, ojos verdes y cabello castaño oscuro...