CAPÍTULO XIV

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Liam notaba a Harry un tanto ansioso, sin embargo, no era de la manera en la que normalmente veía sus ataques de ansiedad, estos eran más como un desespero por parte del ojiverde que algo referente a su enfermedad, por lo que amablemente dejó que se fuera antes que todos, sabía perfectamente que necesitaba estar con Louis y más sabiendo que probablemente sería el último día de él en el Wahnsinn.

Harry agradeció en silencio al enfermero y con pasos apresurados regresó a su habitación. No podía esperar un segundo más para volverlo a tener en brazos, para besarlo como sólo él sabía hacerlo, pero al entrar al sitio recibió una no muy grata sorpresa. Louis sostenía sus píldoras con un dolor en sus ojos, su piel había palidecido y se notaba nervioso y asustado. Harry paró en seco y tartamudeando quiso darle una explicación al hombre.

- Dios, Harry - expresó con el rostro temeroso, alzando su mano repleta de pastillas.

- Es lo que te quería contar Lou, déjame explicártelo.

- Esto no fue real entonces, ¿cierto? Todo... todo esto.

- ¿Pero de qué hablas? - Harry se acercó a la cama, pero Louis decidió apartarse - ¿Louis?

- Tú no has tomado tu medicamento, quiere decir que... tus alucinaciones... esto fue una alucinación, ¿No? - No podía más, sus azules comenzaron a llorar instantáneamente y sintió una pesadez en todo su cuerpo - nunca me quisiste.

- Louis, no, escúchame primero - Harry intentó tomar a Louis de las mejillas, pero este le pegó un manotazo, haciendo que el ojiverde pegara un brinco y se separara de él.

- ¡No me toques! - gritó furioso - soy un estúpido, ¿Cómo pensé que... mierda... cómo pensé que en esto podría ser real? Era demasiado bueno para ser real.

- ¡Louis no estoy enfermo! - gritó de repente, interrumpiendo los lamentos del ojiazul - no tengo ninguna enfermedad. Los medicamentos me hacían esto, me siento mucho mejor, tú mismo lo dijiste, estoy mejorando.

- Oh Harry, no... no no. Escúchame, tu no estás bien, todas esas ideas que tienes son parte de esto. Y ahora me doy cuenta que tus sentimientos hacia mí también son parte de todo.

- No, escucha, no estás escuchando. Esas pastillas me hacen mal, ya no he visto a mi hermana desde que las dejé de tomar, ¿Tú crees que ella desaparecería si necesitara eso? Debes de creerme Lou. Todo es una mentira, ¡Una mentira! ¿Puedes creerlo?

Louis tragó saliva y se paró de la cama con lentitud para pararse frente a Harry. Acercó su mano con lentitud hasta rozar la mejilla del más alto, haciendo que este suspirara y dejó las pastillas en la cama, pero todavía tenía una en su mano derecha, por lo que la acercó a su rostro - Harry, tómalo.

- No - sollozó intentando no soltar las lágrimas que sus esmeraldas se esforzaban por sacar.

- Harry... tómatelo. Por mi, si de verdad me quieres, hazlo. Si todo lo que me has dicho es cierto, si no fui un estúpido al haberte dado mi corazón, quiero ver que te lo tomes.

- Louis es que no...

- ¡Harry tómalo! - Louis cayó de rodillas en frente de Harry, tomándolo de las piernas - todo esto... todo esto fue una puta mentira de mierda. No debí haber dejado todo, fui un estúpido.

- Louis...

- Cállate, no quiero oírte, estas delirando - Harry extendió sus brazos hasta el castaño para intentar hacer que se parara, pero volvió a golpear su brazo - ¡¿Qué no entiendes Harry?! - Louis se levantó por su cuenta con sus piernas temblando y le lanzó la pastilla al pecho - ¡Me mentiste maldita sea! ¡Me engañaste con tus putos ojos perfectos y esa sonrisa que más de una vez me sacó un suspiro! - el castaño empujó a Harry con ambas manos e intento golpear su pecho con fuerza mientras su rostro se volvía más y más rojo y sollozaba con fuerza. Harry intentaba esquivar sus golpes, por lo que lo tomó de las muñecas y lo acercó hacia él - ¡Suéltame!

9 REGLAS (L. S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora