Capítulo 1

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Jujutsu Kaisen y sus personajes no me pertenecen, son obra de Gege Akutami. Sólo escribo por diversión.

Capítulo 1


¿Por qué se sentía tan agotado, si eran apenas las diez de la noche?

Cualquiera que conociera a Itadori Yuuji de un tiempo a esa parte podría afirmar que el chico ya no parecía el mismo; vital y alegre, siempre había tenido energía y ánimos suficientes para afrontar cualquier adversidad con una sonrisa, siempre dispuesto ayudar y sin una pizca de mal humor o cansancio en su semblante.

Ahora, sólo parecía quedar la sombra de lo que alguna vez había sido; taciturno y malhumorado, Itadori solía levantarse cada vez más tarde en la mañana y acostarse cada día más temprano en la noche. Con el transcurso de la jornada, parte de su personalidad salía a relucir y aquellos que lo frecuentaban a diario suspiraban aliviados aunque fuese sólo por un par de horas hasta que el círculo comenzaba a repetirse otra vez.

...hecho que solía ocurrir ni bien caía el crepúsculo y luego la noche cerrada sobre las casas antiguas, los adoquines gastados de las callejuelas cuando la luz mortecina de los faroles sucios y viejos los alumbraban, los caminos prácticamente desiertos una vez los últimos negocios cerraban y la humedad del día se condensaba en una espesa neblina que cubría la mayor parte del suelo.

En qué momento exacto Itadori había comenzado a sufrir esos cambios anímicos que luego fueron seguidos por el desgaste físico, nadie podía afirmarlo específicamente. Ninguno parecía saberlo, ni siquiera su familia. Un día como cualquier otro, su madre le había relatado a un conocido que Itadori había llegado de la calle más tarde de lo usual con expresión taciturna, callado y sin ánimos de cenar. Se había acostado temprano y a la mañana siguiente se había despertado como si lo de la noche anterior no hubiese sucedido.

Cuando la mujer lo había indagado, Itadori ni siquiera parecía recordar cómo era que había logrado llegar a la casa, una laguna mental bloqueándole los recuerdos de aquella noche.

Los días habían pasado y nada extraño había vuelto a suscitarse; Itadori había continuado con su vida diaria, estudiando y frecuentando a sus amigos, recorriendo las calles y siendo el mismo niño amoroso y jovial de siempre.

Y una semana después, el mismo comportamiento extraño, la misma amnesia a la mañana siguiente.

Y se repitió siete días después, y luego de nuevo, y a los cinco días, a los cuatro, a los tres. Cada dos días. Casi a diario.

Para ese punto, Itadori sí había comenzado a modificar su comportamiento de verdad. Lo que sólo parecía afectarlo a la noche comenzó también a alterarlo por las mañanas; luego, conforme pasaban los días y las semanas, sus reuniones sociales comenzaron a disminuir al punto en el que ya no salía de la casa por días enteros, agotado y sin poder levantarse de la cama.

¿Se trataba acaso de una enfermedad crónica y progresiva?¿Aquello sería contagioso?

El médico de la familia tampoco había podido dar una respuesta clara. Había visitado a Itadori cuatro veces en dos semanas; le había hecho análisis, exámenes completos de su cuerpo e incluso sangrías e infusiones que no habían arrojado ningún resultado ni efecto. El cuerpo de Itadori se encontraba sano, ninguna enfermedad conocida sobre el adolescente que el médico hubiese conocido o estudiado en la universidad.

Lo único que había llamado la atención del profesional, el único detalle ínfimo que se le había pasado por alto en las dos primeras visitas y que había vuelto a hallar en la última, eran aquellos pequeños puntos en su cuello, a cada lado sobre sus hombros. Los había visto incluso de cerca, con una lupa y con buena iluminación; parecían pequeñas picaduras redondeadas, la piel alrededor levemente inflamada pero sin signos de infección. Era la única zona del cuerpo, de la piel de Itadori donde los había encontrado...

El extraño de mi cuarto [GoYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora