Capitulo 4

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No te prometí una mierda, me rogaste que te follara y eso hice.

Kiara estaba esperándome en la puerta de nuestra siguiente clase.

-¡Eh!¿Donde te habías metido?-. No quería decirla que había hablado con Jayden porque me habría preguntado sobre detalles estúpidos cuando solo había tenido una conversación sin importancia con el, asique decidí ocultarle un par de cosas.

-Estaba leyendo-. Y la sonreí.

-¿Sola?-. Se apoyo contra la puerta mientras me miraba de arriba a abajo.

-¿Con quien podría estar?-.

-¿Jayden Miller?-.¿como cojones se había enterado?-Vamos, ¿de verdad pensabas que ibas a poder hablar con uno de los tíos mas populares y ninguna de sus admiradoras iba a veros?-.

-No ha sido nada enserio, simplemente déjalo pasar-.La mire con cara de pena, era lo único que podía hacer para que me dejara en paz.

-Esta bien-. Me miro con desaprobación y pasamos dentro de la clase.

En cuanto el profesor empezó a hablar desconecte automáticamente y me puse a pensar en ciertos ojos verdes. Sinceramente nunca había hecho bromas con nadie sobre el suicidio, o si las había hecho la gente nunca me las había devuelto, siempre me decían que si estaba bien o si necesitaba ayuda. Sabia que el suicidio no era un juego, que había gente que sufría y no era un motivo de bromas. Obviamente me autolesionaba por dolor, no sabia de donde venia o porque me sentía así pero ahí estaba, me sentía mal y me daba asco todo. El autolesionarme si que lo hacia por causa de mis sentimientos, pero el querer morirme, era otra sensación, quería experimentar que era estar muerta, cómo se sentía el cerrar tus ojos por ultima vez o el decir tu ultima palabra, quería una experiencia mas. Algunos lo llamaban problema o simplemente locura yo lo llamaba curiosidad, una muy poco común y un poco sádica pero al fin y al cabo era curiosidad. El chico no me atraía en absoluto pero había hablado con el como no lo había echo con nadie y me daba la sensación de que al fin alguien me entendía y dios que estúpida fui por pensar eso.

El timbre sonó haciendo que volviera ha poner los pies sobre la tierra, Kiara me dirigió una sonrisa mientras que salía de la clase con un chico, entendí esa sonrisa rápidamente y salí detrás de ellos para irme a mi siguiente clase y darles su espacio.

Odiaba educación física y mas en un instituto nuevo, no podía saltarme otra clase, llamarían a mi madre y no quería mas problemas con ella. Asique decidí ir a los vestuarios ya que en ese estúpido instituto te obligaban a cambiarte de ropa para hacer el gilipollas al aire libre.

En cuanto abrí la puerta supe que algo iba mal, los gritos eran cada vez mas fuertes y cercanos según iba entrando, cuando mi cuerpo estaba totalmente dentro de los vestuarios, cerré la puerta en silencio y pude contemplar bien el panorama. Jayden y una chica rubia estaban discutiendo, bueno mas bien la chica rubia le estaba gritando y el ignorándola completamente.

-¡Te estoy pidiendo una puta oportunidad!-. Los ojos de la chica empezaron a cristalizarse.

-Y yo te la estoy negando-. El chico hizo una mueca dejando escapar una sonrisa, como si disfrutara con esto.

-¡Me prometiste...!-.La chica fue cortada por la grave voz de el.

-Y una mierda, no te prometí una mierda, me rogaste que te follara y eso hice, no te debo nada-.El chico tenia la voz grave como si estuviera enfadado pero por sus caras y movimientos se le veía bastante tranquilo.

Dé repente sus gritos pararon y sus ojos se posaron en mi, respondí a eso abriendo los ojos como platos.

-¿Se puede saber que cojones haces aquí?-. La chica rubia me miraba fijamente yo en cambio no la respondí, no porque no supiera que decir, sino porque no quería hablar me daba pereza abrir la boca porque sabia que su respuesta serian gritos y tenia una voz bastante desagradable.-¿Encima de tonta eres muda?-. Seguía sin contestar, no quería malgastar las pocas palabras que tenia en ella.

-Vuelve a hablarla así y te juro que la próxima vez vas a gritarme con razón, ahora vas a coger y vas a irte-. La cara del chico cambio por completo a una mierda asesina, yo no sabia como reaccionar, me parecía bien que hubiera salido a defenderme pero tampoco necesitaba que nadie diera la cara por mi.

-Pero...-.Las lagrimas de la chica empezaron a caer por su mejilla y el volvió a cortarla.

-¡Que te vayas joder!-.Ella salió corriendo dejándonos completamente solos.

Al parecer el chico no tenia intención de salir de los vestuarios aunque fueran los de las chicas, metió su mano en su bolsillo y saco el paquete te tabaco que ya había visto antes, yo mientras seguía pasmada, quieta y sin ninguna palabra en la boca. Al fin rompió el silencio.

-No deberías dejar que te hable así, solo vas a conseguir aumentar su ego-. Saco un mechero y se encendió un cigarro.

-Tampoco necesitaba que te metieras, habría estado mejor ignorarla-.Al fin conseguí moverme y empecé a buscar la taquilla que me correspondía.

-¿Eres consciente de que tu silencio se lo ha tomado como una victoria no, que piensa que es mejor por el simple echo de no contestarla?-. Empezó a acercarse a mi.

-A la mierda, me importa una mierda si piensa que me ha ganado, no voy a malgastar mi tiempo en contestarla solo para que su ego no aumente, si tiene la necesidad de dejar mal a los demás para sentirse mejor consigo misma, créeme que tiene de todo menos ego, otra cosa es que quiera aparentar lo contrario-. El soltó una carcajada mientras que yo buscaba una taquilla con el mismo numero que tenia mi llave.- Gracias por defenderme y todo eso pero hubiera estado mejor que simplemente te hubieras callado-. No quería sonar borde, pero iba a llegar tarde a mi clase y tenia que salir de ahí.

-No lo he hecho por ti, no te lo tengas tan creído, pero si no te defendía no iba a callarse necesitaba que se callara-. No sabia si su intención era hacerme daño o intimidarme pero no lo había conseguido.

-¿Porque te estaba gritando?-. Cambie completamente de tema, no se porque lo hice no me interesaba en absoluto su respuesta.

-El que te haya dirigido la palabra no te da derecho a meterte en mi vida-. El chico tiro lo poco que quedaba de cigarro y lo piso con el pie para ponerse otro en la boca.

-Tampoco quiero hacerlo, la única razón por la que te sigo hablando es porque necesito que salgas del vestuario para que pueda cambiarme y ir a la estúpida clase de gimnasia-. Jayson se acerco a mi, me quito las llaves de la mano y me miro con una sonrisa burlona.

-¿Porque tendría que irme del vestuario de los chicos?-. Su sonrisa se hizo cada vez mas grande, revelando un hoyuelo precioso y seguido por una carcajada.

Entonces entendí todo, por eso no salía del vestuario era yo la que se había quedado incordiando y no el y le culpe por no decirme nada, sabia que no tenia la culpa, pero sentí la necesidad de culparle asique lo hice.

-Podrías haber avisado antes-. Le quite mis llaves de la mano cogí mi mochila y fui ha salir pero antes me corto con una frase, una estúpida frase.

-Tu podrías prestar mas atención a las cosas y dejar de ser tan ignorante-.Volvió a soltar una carcajada, ¿me acababa de llamar ignorante?, por un momento se me había pasado por la cabeza que no era tan cabrón como todos decían, pero esos pensamientos desaparecieron, era un completo gilipollas, cerré la puerta de un portazo sin saber que seria ese gilipollas el que consiguiera devolverme mis ganas de vivir.

Crónicas de una suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora