Epílogo

1.5K 90 162
                                    


Aquel grupo de cuatro se escabullía entre las calles de Corona, la revolución estalló apenas se supo que el rey y la reina habían muerto además que la princesa estaba desaparecida. No había quien dirigiera el reino.

Varian y Cassandra se hacían de provisiones entre el desastre, debían escapar del reino antes de que descubrieran a Ariadna aún en el reino. El mapache ayudaba también con algunas pequeñas provisiones.

Cassandra miró al fondo de un callejón y pudo reconocer a un hombre, de porte elegante y con un par de guardias. Era aquel que había pagado por la pequeña princesa.

Varian notó la expresión de la dama y, ante su explicación, los ojos celestes se clavaron en aquel desgraciado.

- Dijiste que venía en barco, ¿No? – Preguntó sin apartar la vista.

-Me pareció escuchar que sí – Respondió. – ¿Qué planeas? – Le dio una sonrisa de lado.

-Nos vemos en el puerto en unos minutos – Dijo yendo tras él.

Cassandra se apresuró a buscar a Ariadna y Quirin entre las tiendas. La pequeña había conseguido un hermoso vestido azul que la hacía ver preciosa y, en su cabello, aquel broche del sol de Corona, todo oculto bajo una capa pues su cabello sería demasiado distintivo.

Pasaron entre el desastre de personas que había en aquella revuelta. Sería mentira decir que no sentían nada al ver su hogar caer de esa forma, pero no había nada que pudieran hacer para recuperarlo, era demasiado tarde.

Pronto, los tres llegaron al puerto.

- ¿Qué buscamos? – Preguntó Quirin.

-A mi hermano, pero ¿cómo lo encontraremos? – Preguntó la niña con  voz dulce.

Allí – Dijo Cassandra apuntando a un pequeño barco en el que parecía haber problemas.

Mientras se acercaban, vieron a un par de guardias caer por la borda y escuchaban el choque de espadas.

Varian había decidido hacer un último atraco y había despojado de su embarcación al noble.
Se deshizo de sus guardias y a él, le dio su merecido antes de lanzar su cadáver por la borda.
Sonrió al ver a los tres subiendo a cubierta.

-Bienvenidos a nuestro nuevo barco – Dijo extendiendo las manos mientras la bandera de otro reino caía al agua. Ruddiger la había desatado.

-Vaya – Soltó Cassandra  con una risita.

-Un atraco de despedida de Corona, además de una merecida venganza con un ser humano despreciable – Dijo e hizo una reverencia cual maestro de ceremonias.

-Gracias, gracias – Bromeó y la pequeña princesa rio, yendo a él para abrazarlo.

– Ahora vámonos de aquí – Dijo con la menor en los brazos.

Sí, Capitán – Dijo Cassandra soltando las amarras del barco. Quirin mientras tanto, se dedicó a izar las velas.

Varian caminó al timón y soltó a la pequeña antes de tomarlo.

- ¿A dónde quieres ir primero, Ari? – Dijo dulcemente.

-¡A todos lados! – Dijo emocionada causando la risa de todos.

El barco se alejaba del puerto.

- A todos lados será entonces – Le sonrió dulcemente mientras Cassandra se colocaba a su lado.

- Lo mejor es que iremos juntos – Dijo a la vez que abrazaba a la dama de la cadera.

Y se dirigieron al horizonte, lejos, muy lejos de Corona, de sus cadenas, de su pasado. De todas aquellas cosas que los ataban y siguieron adelante, a conocer el mundo, a vivir aventuras, como Rapunzel hubiese querido y como la pequeña Ariadna deseaba tanto.

FIN

FIN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Golden PrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora