Capitulo 6

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¿Acabo de comprar droga?

Apenas estábamos aparcando y ya se podía escuchar la música, no me podía creer que hubiera accedido ha ir a esa estúpida fiesta. Kiara me había elegido la ropa, no lo odiaba ni tampoco me gustaba pero ver la ilusión que le hacia me dio la suficiente fuerza para salir con la ropa que había elegido para mi. Iba con una falda negra y un top de encaje blanco, aparte de que la había dejado que me maquillara un poco y después de decirla ocho veces que iba a congelarme salimos en dirección a la fiesta.

Era en la casa de los padres de Kenai que al parecer tenían bastante dinero, el estaba esperando a Kiara en la puerta, la saludo con dos besos y nos dirigió una sonrisa a mi y a Charli.

-Ahora entiendo porque Kiara quería venir a esta fiesta-. Me dijo Charli en un susurro para que solo lo pudiera escuchar yo.

-¿Que te he dicho de enamorarte de heteros?-. Le dije dándole un codazo.

-¿No crees que sea un poco gay?-.

-Lo primero que ha hecho ha sido mirarle las tetas a Kiara, asique lo siento pero lo dudo mucho-.Los dos empezamos a reírnos y la voz de Kenai hizo que nuestras risas se llevaran su atención.

-Ahora entiendo porque Miller no para de hablar de ti-. Mi cara de asombro no fue mucho mas grande que la de Charli, pero ignoramos su comentario y pasamos dentro.

La noche transcurría cada vez mas lento, no puedo decir que al principio me lo pase mal, porque con Charli a mi lado todo era mas divertido, pero a mitad de la noche un chico de mediana estatura consiguió alejarlo de mi y dado que Kiara estaba con Kenai yo me quede completamente sola.

Al darme cuenta de que ninguno de los dos tenia pensado venir rápido a por mi decidí buscarles para decirles que me iba, pero por desgracia para mi choque con una chica haciendo que su vaso callera encima mio. La ropa no era mía, era de Kiara y gracias a Dios solo me mancho la falda y no se notaba mucho pero tenia frio y decidí ir en busca de un baño para secarme. Dado que abajo solo había gente bailando, me incorpore en las escaleras y empecé a abrirme paso entre la multitud para pasar y subir arriba. Cuando al fin estaba en la segunda planta alguien tiro de mi para meterme a una habitación, al principio pensé que era Charli pero en cuanto este empezó a hablar comprendí de quien se trataba.

-Como empieces a gritar te encierro en el baño-. El chico empezó a buscar la luz y cuando por fin dio con ella siguió hablando.

-Pensaba que ibas a venir con tus pintas de yonki de siempre, pero da igual también servirá-. ¿Por qué siempre acababa insultándome en todas nuestras conversaciones?

-Se puede saber que cojones haces-. Le dije mientras que el se me acercaba cada vez mas hasta que choque contra una pared.

-Vengo a ofrecerte el mejor trato de tu vida-. Le tenia a pocos centímetros de mi cara y podía notar su respiración. Entonces empecé a fijarme en el, tenia una sonrisa preciosa al igual que sus ojos verdes, era un poco moreno pero tampoco mucho, seguía llevando su pelo alborotado y tenia una cicatriz en un lado de la cara, además de bastantes heridas en los labios, se podría decir que era un cabrón bastante guapo.

-¿Quien te ha dicho que vaya ha aceptarlo?-. Le dije sin apartar la mirada de sus ojos.

-Porque esta claro que quieres salir de esta estúpida fiesta y tus amigos están demasiado pedo para llevarte a casa, además necesito tu ayuda-. Una sonrisa se dibujo en su rostro.

-¿Porque no se lo pides a ninguna de las chicas que estarían dispuestas a dar cualquier cosa solo para que les dirijas la palabra?-.Mi corazón palpitaba mas fuerte a la vez que el se acercaba cada vez mas.

-Porque ninguna estaría dispuesta ha hacer lo que te voy a pedir, además ¿Por qué pedírselo a otra teniéndote a ti?-.

-¿Si te ayudo, prometes sacarme de aquí?-.

-No te prometo nada pero podría intentarlo-. Y se podía notar la emoción en sus ojos.

-Esta bien-. Ahora fui yo la que le dirigí una sonrisa, pero un poco falsa.

-Tu solo haz lo que te diga sin hacer preguntas. Le asentí con la cabeza.

Dé repente se quito la chaqueta y me la puso encima, empezó a despeinarme a lo que yo solté un bufido, me dio un billete, abrió la puerta de la habitación y señalo a un hombre un poco mas mayor que todos los de la fiesta.

-¿Le ves no?-. Volvi a asentir.-Quiero que vayas ahí, le des el billete y cojas lo que te va a dar, cuando lo tengas sales corriendo y vas fuera, te estaré esperando para irnos de aquí, no le dirijas la palabra, si te pregunta o intenta hacerte algo gritas mi nombre como una loca, ¿entendido?-. No sabia porque accedí a hacer eso pero mis pies empezaron a moverse solos hasta aquel hombre.

-Hola-. Le dije ignorando totalmente las advertencias de Jayson.

-El dinero-. Y me tendió la mano, yo se lo di, a lo que el saco una pequeña bolsa de plástico con algo dentro y me la dio.

-Con cuidado y mas si es tu primera vez-. El hombre desapareció y yo baje en busca de Jayson.

Estaba exactamente donde me había dicho.

-¿Lo tienes?-. Asentí con la cabeza.

-¿Te ha dicho o hecho algo?-. Ahora le negué.

-Solo que tenga cuidado, ¿podemos irnos ya?

-Claro, un segundo-. Me dirigió una sonrisa y se apoyo en su moto, yo me quede mirándole como una estúpida mientras que el sacaba un papel blanco y metía la cosa que tenia esa bolsa de plástico en el, saco un mechero, lo encendió y se lo coloco en la boca.

-Parece que vas a tardar mas de un segundo-. Le dije colocándome enfrente de el, a lo que me respondió cogiéndome y sentándome en su moto.

-¿Sabes que es?-. Me dijo enseñándome lo que tenia entre sus labios.

-Algo legal seguro que no-. Me miro directamente a los ojos.

-Era un camello que paro de venderme droga hace poco y estaba desesperado asique al ver que estabais los dos en la fiesta, aproveche la ocasión.

-¿Acabo de comprar droga?-.

-¿Te sorprende?-. Consiguió apagar el rollo blanco y se lo guardo.

-Viniendo de ti no-.Y le puse una sonrisa sarcástica.

-Muy bien lo prometido es deuda-. Me dio su casco de la moto y se subió en ella, me sorprendió que no me hubiera pedido que le devolviera su chaqueta, porque hacia un poco de frio y el iba en manga corta.

-¿Tu no llevas casco?-. Le dije antes de que arrancara la moto.

-No voy a ayudarte en tu deseo de morirte-. Se giro para sonreírme y antes de volver a girarse me dijo:-Tu solo agárrate fuerte. Y apretando sus puños puso la moto en marcha, me agarre a su cintura lo que hizo que sus músculos se tensaran y sus venas se marcaran mas.

En cuanto vi por donde me llevaba di por hecho que íbamos a cualquier parte menos a mi casa.

Crónicas de una suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora