Capítulo XI: Venus

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Enojo, enojo puro, él no puede dejarme, no puede marcharse lejos de mí. No puedo contener que mis ojos rojos se pongan aún más brillantes de lo normal.

Verlo correr y huir de mi me pone frenética, quiero correr tras él, pero se que seria contraproducente, puede temerme aún más de lo que en estos momentos ya lo hace, además que puede llamar el pensamiento que tiene latente en su interior de que debe irse para proteger nuestra manada, no quiero perderlo ahora que puede estar a mi lado.

Tras un rato en el que unas ratas blancas abandonaron este mundo con el fin de calmar mi sed y  mi enojo la noche comienza a caer, veo que Nicholas no ha vuelto y me pone más nerviosa de lo normal, comienzo a emprender mi camino siguiendo el olor de mi compañero hasta un sendero abandonado, un sendero que muchas han dejado de usar en estos últimos años. Sigo camino hasta que una luz deja de ser brillante a un color opaco, una preocupación más visible se instala en mi pecho, mi inerte corazón parece latir en mi pecho tras ver una figura en el lago, sé que es mi compañero, que es él. Parece notar mi presencia y gira su rostro; corro en su auxilio y tomo su rostro y comienzo a examinarlo cuidadosamente, sé que seguramente mi toque le incomode, pero necesito saber que está bien, que está sano, que es mi Nicholas. Reviso su cabello, que cada uno de estos está en su lugar, veo su frente que está cubierta con pequeñas gotas de sudor, sus ojos tienen pequeños restos de lágrimas que rompen mi alma en mil pedazos, que me desmoronan como persona, su nariz que aunque suene asqueroso tenia restos de evidencia de su llanto, y por ultimo sus labios, sus hermosos labios que deseo desde la última vez que los probé. Intento soportar la tentación de tenerlos nuevamente pegados juntos a los míos pero me es imposible, verlo así me llama a besarlo y lo hago.

Junto nuestros labios en un tierno beso que activa cada uno de mis sentidos. La calidez que emana su cuerpo llama mi frialdad, el movimiento que en un primer momento era rígido comenzó a tomar un camino romántico, es un roce leve, solo nuestros labios uno junto al otro. Me acerco lentamente un poco más para poder sentirlo más cerca de mi cuerpo, necesito que nuestras almas se fundan como una sola, que seamos lo que estamos destinados a ser, un fragmento en el cosmos único; dos mitades de un único constituyente.

Aunque no estoy segura si lo que pasa en este momento es real o no quiero creer que si lo es, Nicholas me sostiene de la finura, sus manos hacen un agarre tan delicado que me hace sentir como la mas frágil hoja en el universo, la delicadeza de su toque me hace sentir segura, tan segura que podría movilizar una orda en batalla y no sentir nervios algunos.

Lo que comenzó como una muestra de romanticismo está dejando de serlo,la pasión contenida comienza a apoderarse de nosotros, sus manos cobran vida y me reconocen como su pareja. Estas se pasean por cada lugar de mi anatomía sin abandonar la tarea de besarme, bueno, siendo honesta debería retractarme y decir "devorame", porque era eso lo que él hacía. Devoraba mis labios, bebía mis gemidos y acariciaba mi alma. Jamás me había sentido tan viva,tan llena. Mi alma se encontraba completa al recibir tal trato de mi compañero de vida.

Inevitablemente hay cuestiones biológicas que no pueden ser pasadas por alto por mi compañero, mis colmillos comienzan a crecer a medida que el beso y las   caricias aumentan, mi Nicholas lo nota y se separa levemente. Veo que intenta separarse,pero me niego a que esto acabe tan pronto,antes de volver a ver su mirada de pánico quiero que sea mio,solo un segundo más.

Me acerco y mis besos bajan a su cuello, lentamente mis labios rozan su piel,intento mantener mis colmillos dentro de mi boca,aunque eso lastime mi interior y me haga sangrar levemente. Noto cómo él se relaja un poco con mis besos,  ya que  me da más acceso a su delicioso cuello. en un descuido mis colmillos rozan la piel de su yugular y su ritmo cardiaco se altera y se aleja, esta es la señal, debo parar para no retroceder lo que hoy he logrado con mi  amado.

-Hasta aqui Nicholas, hasta aquí- mi voz suena increíblemente ronca, sí que me afecta la cercanía de mi compañero

-Tienes razón, debemos parar pero… déjame hacer algo antes de que pierda esta valentía que fluye por mi cuerpo ahora

No llego a asentir que siento como me abraza y pone su cabeza en mi cuello, jamás tuve este nivel de intimidad con nadie, el cuello de un vampiro es una zona demasiado privada y delicada, es el punto débil, un golpe en nuestro cuello acaba con nuestra vida, un corte y dejamos de existir. Sentir la respiración de Nicholas en mi cuello es una experiencia que jamas sentiria, lo noto relajado contra mi, sus labios buscan nuevamente mi piel y es un shock electrizante, electricidad recorriendo mi cuerpo por cada nervio.

Se separó de mí y me miró a los ojos, intento no mirarlo fijo pero sus manos levantan mi rostro y buscó mi mirada y eso me sorprendió.

-volvamos a casa, tu hermana debe estar preocupada por ti, no quiero que piense que ya te he devorado- bromeó intentando huir de su mirada

-Te hubiera devorado si me hubieras dejado- el murmullo de Nicholas me saca de mis pensamientos .

Sonrió y le ofrezco mi mano, no lo piensa mucho y la toma lentamente, me dirijo a una velocidad muy rápida a casa cuando en la entrada veo a Guillermo Moonsky, el alpha de la manada vecina, un asombroso amigo de la familia que con solo verme corre a buscarme.

Nicholas se coloca a mis espaldas cuando veo que Guile me levanta en el aire en un abrazo de esos que se dan los amigos que no se ven en años y en cierto modo es asi, hace varios años que no podíamos encontrarnos.

Veo como mi compañero ve la escena con su mirada fija en nosotros, sus manos están apretadas en forma de puños, escucho su pulso y para mi sorpresa está super elevado.

-Yaa, bájame Guille, estás aquí por los tratados, no para hacerme tu oso abrazable personal- intentó sonar seria pero no puedo contener la risa pero una carcajada escapa de mis labios- además que deberías respetar a mi compañero que está aquí presente.

-Venus, cari, aqui no hay nadie.

Busco a mi compañero con la mirada pero no lo encuentro, siento su aroma en el interior de la casa, este tema de sus celos lo resolveré en otro momento, por ahora debo arreglar la posteridad de la manada con los acuerdos con el Alpha Guillermo.

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Emmm, holi mis queridos lectores, me vuelvo a presentar, soy su escritora desaparecida R.

Les traigo un nuevo cap de esta historia…

también los y las invito a seguirme por mi cuenta de Dreame,les dejo el link por  aqui

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Los quiero muchisimo, nos leemos pronto

PD… Sabían que tengo Instagram donde les dejo adelantos?

El humano de la VampiraWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu