𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐫𝐢𝐝𝐠𝐞 𝐨𝐟 𝑡𝑒𝑎𝑟𝑠 ; ysh & ssj

눈물 ; 𝗶𝘃

ー¿Dónde estabas?

La idea de escabullirse y pasar desapercibida para encontrarse en la comodidad de su cuarto fue todo un fracaso. A penas puso un pie dentro de la propiedad y su abuelo salió como si tuvieran alarmas. A la distancia podía ver a la figura que la miraba por la ventana, pero tenía más importancia la reacción de su abuelo cuando la viera.

ーDisculpe, le pedí a Shuhua que me ayudara con unas cosas de la escuela. ー Llamó la atención del hombre mayor. Fijó su vista en la chica que había ayudado a su nieta. ¿Cómo se enteró? Sólo fue cuestión de prestar atención a la serie de hechos que habían ocurrido en tan poco tiempo. Concordaba con la descripción que obtuvo de la escoria que tenía como profesor de su nieta.

Una chica que parece tener el desorden como lema de vida. El cabello rubio y ropa descuidada, a simple vista él diría que era cierto. Pero miró la expresión en el rostro de Shuhua al mirarla. Si tenía la confianza de esa chica, no tenía nada más de que dudar.

Su voz no demostraba miedo como cualquier estudiante. Se veía confiada, siquiera sus movimientos mostraban algo de nerviosismo.

ーLamento haberla traído tan tarde, pero se nos pasó el tiempo y por eso quise traerla hasta aquí personalmente.

ー¿Dónde estuvieron todo éste tiempo?ー Contestó manteniendo la autoridad en su voz.

ーSoojin me pidió ayuda con su mandarín, al parecer no tiene un buen profesor en su colegio y no quiere atrasarse.

Shuhua podía ver fácilmente como su abuelo intentaba averiguar todo lo que pudiera de su acompañante con sólo mirarla. Pobre ingenuo, pensó para sí misma, quizá sólo llegaría a saber su nombre y que ella era la imagen del desastre.

La viva imagen de todo lo que ellos expulsaban de su colegio.

ー¿Estás escuchando?— Shuhua levantó la vista de nuevo a su abuelo. ーNo quiero que vuelva a suceder. Si vas a salir a algún lado tienes que pedir correctamente permiso. Y al menos ir a cambiarte el uniforme.

ーSí, lo siento.

ーAhora entra a la casa.

Shuhua miró incrédula a su abuelo. ¿Planeaba hablar con Soojin? Miró de reojo a la rubia quien a pesar de tener un semblante tranquilo podía decirse que estaba igual de sorprendida. Aún con duda cruzó el jardín hasta la puerta de su casa. Puede que algo de lo que se arrepintió ese día fuera de no mirar hacia atrás.

Si hubiera esperado al menos treinta segundos antes de entrar a su casa, habría escuchado lo que tanto quería saber. Lamentablemente no es una historia de fantasía donde todo ocurre como por obra del destino. Escuchó las bisagras de la puerta al cerrarse. Miró a la figura que mantenía su distancia y sin hacer mucho contacto visual se adentro hasta su habitación.

ー¿Por qué la has ayudado? ¿Quieres dinero? ¿Vas a hacerle algo?

Soojin sonrió enormemente como una niña en su fiesta de cumpleaños. ー¿No es muy atrevido tratarme de delincuente sólo por cómo me veo?

Él podía ver lo curiosa que era la chica. No se veía como una niña indefensa con miedo a algún castigo. Seguía sonriendo y parecía dispuesta a bromear con él. Casi como si estuvieran en la misma categoría.

ー¿De dónde la conoces?

ーDe la escuela.

ーNo eres una alumna de mi escuela. ー Se cruzó de brazos intentando mantenerse firme para causar impresión.

ーYa debería imaginar que entro cuando quiero.

Y sí que lo hacía.

ー¿Por qué estás con ella?

Y su respuesta fue de su total desagrado.

Casi un desagrado igual al de Shuhua quien observaba el enorme bulto que su padre le había dejado. Siquiera le había quitado la envoltura. Estaba dentro de su habitación atormentándola como todas las cartas escondidas. Al menos podía adivinar el contenido.

Otro oso enorme que ocuparía bastante espacio en su habitación.

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