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Capitulo 3

Ashton

—¡Touchdown! —grita la niña que tengo frente a mí.

La miro asombrado, era increíble a una niña le gustara el fútbol, ver cómo se ponía roja como un tomate, hizo verla muy tierna.

—¿De quién?

—Patriots

—¿También los apoyas?

—Es mi equipo favorito

Creo que me había enamorado, necesitaba casarme con ella. Me levanto de mi silla y me coloco a su lado, mi hermano que estaba a un lado de ella se cambió a donde yo estaba dejándome su lugar, la niña pone el celular en medio de nosotros para así verlo.

Gritamos y nos enojamos, mi madre se reía de nosotros y mi padre negaba divertido.

—Te casarás conmigo.

—¿Qué?

—Que te casarás conmigo —le sonrío y noto como vuelve a ponerse roja

—Estamos muy pequeños para eso.

—Cuando tengamos más años, tú serás mi esposa.

Nunca había conocido a una niña que viera partidos, las que conocía jugaban con muñecas y querían pintarme la cara. Llegó la hora de despedirnos y realmente no quería, no sabía cuándo la volvería a ver.

—Adiós, Ashton

—Adiós, Morgan

Miro como entra al gran gimnasio del Elite California, la miro de pies a cabeza y me muerdo el labio. Aún no puedo creer que después de tanto nos volviéramos a reencontrar. Al principio no la reconocí, solo que esos ojos color miel se parecían mucho a los de la niña que dije que convertiría en mi esposa. Realmente no lo quería creer, mi padre dejo de hablarme de ella y no volví a insistir puesto que le molestaba mucho el tema.

El cabello castaño cae por su espalda, tiene unos ojos color miel hermosos, su sonrisa es perfecta, su nariz respingada y esos labios rellenos son una distracción, las pecas en su rostro la hacen ver tierna y cuando se sonroja aún más.

Hace más de 10 años que no la veía y cambió demasiado.

Pasaron días y yo les preguntaba a mis padres por ella, días se convirtieron en semanas, semanas en años y después caí en cuenta de que nunca la volvería a ver hasta este día, Morgan Hans era esa niña de ojos mieles que me atrapó en ese restaurante, claramente que en ese tiempo no sabía ni que era el amor y para ser jodido, las palabras que le dije ese día siguen frescas en mi cabeza.

Siempre he sido un chico que cree en el amor y que el enamorarse no es malo, me gustaría vivir la experiencia del amor y aunque suene jodidamente loco quiero que sea con ella, hace años que no nos vemos, ¿por que hasta este días nos reencontramos? Tal vez no haya respuesta alguna, pero me alegra haber chocado en ese pasillo con ella.

Arranco el auto y me dirijo a la preparatoria, hoy tenía entrenamiento y necesitaba hablar con mi padre. Quiero que me de una explicación del por qué nunca mencionó que ella, la chica que había buscado en mi niñez estaba en la misma preparatoria que yo y nunca me di cuenta, estaba consciente que había dos edificios, los de primer año y los de segundo estaban un poco más alejado del edificio de tercer año y haciendo cuentas, repetí año por irresponsable y al menos de eso salió algo bien.

Claramente que a mi madre no le gusto la idea de repetir año, pero mi padre dijo que fue su culpa al tenerme siempre entrenado y sin tiempo para hacer tareas o estudiar. Estaciono mi auto y bajo con mi maletín donde llevo mi uniforme, me encuentro con Luca en el camino, a él y a Shawn fueron a los únicos que les conté de la chica de ojos mieles, pero nunca le dije su nombre y no tengo planeado hacerlo, aún.