Sonreí ampliamente al escuchar esas palabras.
-¿Que dijiste?- pregunté divertida, de hecho estaba muy nerviosa.
-No te lo voy a repetir- respondió para después dejar un rápido beso en la comisura de mis labios.
Lo abracé muy fuerte, deseando que este momento durara para siempre.
-También te amo- solté sin más.
-¿Que dijiste?- me imitó. Volví a mirarlo.
-Te amo, te amo muchísimo- repetí.
Comenzamos a besarnos tiernamente, como de costumbre. Disfrutaba tenerlo así, solo para mí. Aunque eso no tardó en cambiar cuando le di paso a su lengua, por lo que todo se volvió más desenfrenado.
Parecía que ambos competíamos por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero. Tomás soltó un gemido y se separó unos segundos para respirar, notando mi mano introducirse bajo su remera. No tardaró más que unos instantes en volver a unir nuestras bocas. Esta vez, fue un beso lento y profundo que nos dejó a ambos sin respiración.
Si de algo estaba completamente segura, es de que yo sí quería ésto, así que comencé a soltarme en cuanto el peliverde levantó levemente mi remera, lo hacía despacito, con algo de miedo tal vez.
Pero de un momento a otro, me levantó y caminó conmigo encima hasta su cama. Volvimos a la postura anterior solo que ahora estábamos un poco más cómodos, sin mucho más me deshize de su remera, yo no sabía que otra cosa debería hacer, Tomás se dio cuenta de eso, por lo que me me miró.
-Si queres que pare, si algo no te gusta, si te duele, cualquier cosa, solo tenes que decirlo- susurró. Asentí sonriendo tiernamente.
Cuando volvió a besarme bajé una de mis manos hasta su miembro, lo toqué por debajo de la tela.
Dios Santo bendito.
Quería bajar, necesitaba bajar. Me alejé y él tragó en seco cuando me arrodille, Tomás bajó su pantalón junto con el bóxer, luego lo masturbe un poco hasta que decidí meter su pene en mi boca.
Él tomó mi pelo aunque dejaba que yo lo hiciera a mi manera, pequeños suspiros salían de su boca. Hasta que tiró un poco, dándome a entender que deje de hacerlo.
Nos acostamos, sin dejar de besarnos comenzó a tocar mi espalda, hasta llegar hacia mi culo, el cual apretó delicadamente, jamás lo había hecho.
Sacó mi remera, dejándome únicamente con el corpiño, no tardó mucho en subir encima de mi, se deshizo de mi pantalón y me miró por unos segundos. La luz estaba apagada, pero podía verlo a la perfección... Desnudo estaba mucho más bueno.
Se puso un preservativo antes de tocar mi feminidad, metió un dedo mientras que besaba mi cuello, realmente estaba en el cielo.
Sacó mi tanga y la tiró a alguna parte de la habitación, sentí su miembro justo en mi entrada, lo metió con mucho cuidado, ahogue un gemido, aunque fue más de dolor que de placer, no quería que pare.
Se movía despacio, me tocaba delicadamente como si fuera a romperme, me besaba como la primera vez, con amor.
Luego de un rato cambiamos de posición, me dió algo de vergüenza tener que estar arriba, pero en cuanto sonrió se me pasó todo.
Me transmitía seguridad, confiaba ciegamente en Tomás. Nuestros gemidos retumbaban en la habitación, solo éramos él y yo.
-Bajate- pidió con dificultad. Así lo hice.
Hizo un último suspiro antes de acabar. Tiró el condón y volvió a unir nuestros labios. Comenzó a dejar un camino de pequeños besos desde mi cuello hasta mi ombligo, la piel se me herizo en cuanto fui conciente de lo que estaba por hacer.
-Si no querés, no- se percató.
-Está bien, seguí- asenti. Y con la vergüenza apoderada de mi cuerpo, abrí mis piernas.
Jamás en mi vida sentí algo así, no sabía de donde agarrarme. Tiré de su pelo, mordi la almohada, me aferré al colchón, pero nada de eso puso evitar la cantidad de pequeños gritos que salieron de mí en cuanto llegué al orgasmo, mis piernas temblaban y no las podía controlar.
Volvió a subir, los dos mirábamos en el techo, en silencio, yo intentaba calmar mi respiración y poco a poco mi cuerpo volvía a la normalidad.
El peliverde se giró, muestras miradas conectaron y sonreímos a la misma vez.
-¿Estas bien?- preguntó jugando con un pequeño mechón de mi cabello.
-Muy- respondí. -¿Vos?
-Yo estoy en mi mejor momento- rió bajito. -¿Queres agua?
-No, quiero que me abraces.
Me acomode en su pecho, una sensación de paz inmensa se hizo presente. Todo en ese momento era perfecto.
-Sos recontra hermosa mi amor- habló.
-Vos sos hermoso- sonreí acurrucandome un poco más.
-No se, pero yo me voy a pegar una siestita- avisó. -Te amo- besó mi frente.
-Yo también voy a dormir, te amo más- cerré mis ojos.
Me costó un poco, mi cabeza no paraba de tener pequeños flashbacks, sin dudas me sentía más que bien con todo lo sucedido.
HOLIS🤗
Weno, lo piden y lo tienen, pequeño regalito ahre. Que tengan un lindo día🖤
❤Comenten❤
ESTÁS LEYENDO
•Complicado•// C.R.O
Fanfiction💫ƒυє υη ρℓα¢єя нαвєя ∂єѕσя∂єηα∂σ тυ νι∂α💫 ●❌️NO HAY SEGUNDA PARTE‼️●
