Un día redondo

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-¡Gina! ¡a levantarse!

No... Hoy a trabajar en el bar de mi padre... Dios y son las 6 nada más. Mi madre entró en mi habitación y me destapó. Me entró un escalofrío del frío que hacía.

- venga, que hoy trabajarás todo el día.

- Que si que si...

- En cinco minutos abajo, vestida para desayunar.

Estaba cabreada todavía por saltarme ayer el toque de queda. Me puse lo primero que encontré en el armario: una sudadera, unos leggins y unos deportes. Me hice un moño en el pelo y me coloqué una diadema. Lista.

Desayunamos y nos fuimos directamente al bar. Durante horas limpié, serví mesas y cociné. No podía estar más cansada.
Ya era la hora de almorzar así que me di un pequeño descanso para comer un bocadillo rápido. Tenía el problema del uniforme, pero no podía salir de allí. Mi madre me tenía totalmente controlada. Terminé de almorzar así que seguí atendiendo mesas. Se abrió la puerta; clientes.

- Buenas tard... ¿Pero qué?

- Hola hierbajo, ¿y esas pintas de vagabunda? - dijo mientras se reía sin poder respirar.

- Las más cómodas para trabajar - dije con cara muy seria mientras me cruzaba de brazos.

- pon mesa para cuatro anda.

- ¿Pero qué haces aquí? Eres pesado. ¿eh? Déjame en paz.

- ¿Tratas así a tus clientes? - dijo mientras entraba hacia dentro del bar - voy a tener que hablar con el gerente...

- Déjalo. Solo no me molestes, ¿ entendido? - busqué una mesa para cuatro. Le llevé hasta la mesa y se sentó. ¿Vendría de doble cita? - ¿qué le pongo?

- Una Nail Ale Antártico

- ¿Perdona? - ¿ de qué estaba hablando este psicópata?

- ¿No tenéis? Pues una cerveza de Brewdog.

- Aquí tenemos cerveza normal ricachón. Sin marca.

- Bueno pues dame lo que tengáis.

Fui a por la cerveza del señorito. La serví y se la llevé, y entonces apareció. Las otras tres sillas eran para el resto del D4, y entre ellos James. Estaba guapísimo, vestido con ropas casuales, como los otros dos. El único que resaltaba en ropa era Damon, que llevaba sus famosos chaquetones de pelo. Llevé la cerveza al capullo y los saludé con la mano, junto con una mirada al chico misterioso, quien me respondió con una sonrisa.

- bueno chicos, ¿también queréis una cerveza?

- Bueno, pon dos, porque de seguro que James beberá agua- dijo Hugo. James asintió. Les serví su pedido y pregunté qué querían de la carta:

- ¿Habéis pensado en algo de comer?

- ¿No hay marisco?

- Pues no, aquí hay comida a nivel de la gente normal.

- Pues vaya porquería, se me apetecía.

- Pues no haber venido subnormal y haberte quedado en tu casa, que seguro que tienes tu propio chef. - no supo decir palabra.

- ¿Qué pasa aquí? - vino mi padre por detrás. Me habría escuchado mi voz al elevarse.

- Nada papá.

- ¿Son compañeros de tu instituto?

- Estos tres sí, aquel no - dije con miraba penetrante y señalando a Damon

- Ah pues encantado. Estáis invitados a este almuerzo. Espero que cuidéis a mi hija que siempre se anda metiendo en problemas.

- Por supuesto señor. Siempre la tendremos vigilada - lo tuvo que decir él más indicado.

Todos los demás respondieron con una sonrisa y un gracias y mi padre se fue despidiéndose. Decidí alejarme lo más posible de ellos. Le cambié de turno a mi hermano, yo cocinaría.

Cada vez el bar se estaba llenando de más gente, y casi todo eran mujeres y chicas enamoradas de aquellos 4. Al final tendría que darles las gracias por venir, hoy haríamos buena caja.
La verdad es que destacaban entre todos los demás. Además tenían una elegancia al comer fuera de lo común. Aquellos eran chicos educados para ser perfectos.

Al terminar los chicos fueron a pagar una gran cantidad de dinero pero mi padre lo rechazó. ¿Estábamos en números rojos y aún así no cogía el dinero?

Damon me miró desde la barra y me llamó con un dedo. Me acerqué.

- oye, el viernes que viene hago una fiesta. Ven

- ¿Cómo que ven? ¿Es acaso una obligación?

- Pues si

- Pues no. No pienso ir a una fiesta de ricachones.

- Si irá, tranquilo hijo - desde atrás apareció como no, la cotilla de mi madre.

- Pero mamá...

- Irás, y punto.

- Pues el viernes a las 8 te vendrán a recoger. Ah y tienes que ir con pareja, pero solo te doy una invitación, a ver a quien le pides que sea.

Me quedé con cara de asco mientras el se iba con una sonrisa de orgullo. Los demás chicos le esperaban fuera rodeados de chicas. Si pensaba por un mili segundo que le iba a pedir que fuese mi pareja, estaba equivocadísimo.

Mierda, las 6 y no he podido ir a la tintorería. No me lo tendrán para el lunes. Y encima no me he podido despedir de James... Hoy a sido un día redondo vamos.
Mis padres y mi hermano se fueron y me dejaron sola en el bar para terminar de recoger. Apagué las luces, salí y cerré con llave, y al girarme no podía creer lo que veían mis ojos... Estaba James apoyado en la pared del bar mirándome mientras me daba una amplia sonrisa.

- hola Gina, te estaba esperando - se me puso la cara roja como un tomate. Luego miré las pintas que tenía y me puse blanca. Aquel chico tan guapo y yo como una vagabunda. La gente que estaba pasando de seguro que pensarían que lo estaba molestando - oye, sé que no has tenido tiempo para nada hoy y me he imaginado que tendrás el uniforme destrozado por la pintura y las plumas. Espero que con esto perdones a mis amigos - sacó de detrás suya un uniforme nuevo. Casi me iba a poner a llorar de la alegría.

- Muchísimas...gracias...de verdad no sé como agradecerte.

- De nada. Bueno me tengo que ir ya, esta noche tengo una cena con mis padres y unos nuevos socios.

- Está bien, el lunes nos veremos en la biblioteca, ¿no? - le dije con la cara ruborizada.

- Claro - me dijo sonriente. Se giró y empezó a andar hasta un coche lujoso que le esperaba en la esquina.

Entonces me di cuenta. Me gustaba aquel chico, y aunque no parecía un chico sociable, era buena persona y un chico único e increíble. Él iría a la fiesta de Damon, era uno de los de D4 y tendría su invitación. Era ahora o nunca:

- James ... Espera. - se giró y me miró con aquellos ojos penetrantes - ¿te gustaría venir a la fiesta del viernes conmigo?

Diamantes antes que chicosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang