XII. La caída de un héroe

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:

Abrí la puerta para que "WhiteSheep" pudiera entrar, aun me hace gracia el nombre que le puse, ya que como escribió Oliver su pluma es como la oveja negra de la familia, pero en vez de ser negra es blanca. Le retiré suavemente la carta de su pico y le di un poco de agua y de comida para que descansara mientras yo leía el pergamino de Oliver. Esta ultima semana nos estuvimos comunicando de esta forma ya que habían aumentado la seguridad en Hogwarts dándonos comida en las salas comunes, por lo tanto solo nos veíamos en clases. La lechuza al no poder entrar por mi ventana (de lo contrario se daría un buen baño cada veinte o treinta minutos) tocaba la puerta esperando a que le abriese.

Abrí la carta y fui leyendo palabra por palabra, solíamos hablar de Quidditch y de temas que iban saliendo en el transcurso de la tinta. Camila se reía de mi remarcando que "Estoy perdidamente enamorada", y Allison me dedicaba miradas furtivas desde su cama pero seguía con su lectura habitual. Ya más de una carta le conté a Oliver lo preocupada que estoy por ella, desde que empezó el año se ha vuelto mas arisca y casi ni me dirige la palabra, lo cual me angustia y deseo con ansias que termine de una vez para volver a abrazarnos y a divertirnos juntas las tres, como siempre lo hemos hecho.

Sonreí embobada, Oliver termina cada frase con un halago, creo que esta mas cariñoso desde que aumentaron la seguridad en Hogwarts y supongo que es porque al no vernos tan seguido intenta mantener el mismo amor de siempre. De lejos escuché a Allison dar un suspiró, elevé mi cabeza del pergamino y la encontré mirándome con cara de asco desde su sillón cercano a su cama.

- ¿Te ocurre algo, Allison? - Pregunté elevando una ceja.

- No - Negó y volvió la vista a su lectura, pero cinco segundos después me volvió a mirar - En realidad sí - Se levantó de su lugar con su libro en mano y acercándose levemente - No sé como lo perdonaste después de que te haya engañado de esa forma, a veces pienso que eres demasiado ingenua - Camila, quien se encontraba en el baño de nuestra habitación peinándose, se acerco curiosa para escuchar mejor.

- Todos merecen una segunda oportunidad - Dije suavizando mi voz.

- No seas idiota, Adhara - Fruncí el ceño, nunca me había hablado así - La gente no cambia, lo sabes muy bien. Estaba claro que iba a preferir a su ex - Dijo tirando su libro a la cama perezosamente.

- ¡Allison, detente ya! - Intervino Camila mirando confundida y a la vez enojada a Allison - ¿Qué te ocurre? Te estas comportando como una terrible amiga - Se acercó a ella en el medio de la habitación, yo aun me mantenía sentada en mi escritorio con la carta de Oliver sobre mis piernas.

- Capaz ya no quiero ser su amiga, ni tampoco tu novia - Dijo enojada elevando la voz. Unos minutos eternos de miradas dolidas pasaron antes de que Allison volviera a hablar - Lo lamento - Agachó la cabeza sentándose en su cama. Yo me levanté instintivamente acercándome a ella y arrodillándome en frente para mirarla a los ojos - Es que... no la estoy pasando bien - Con Camila nos miramos preocupadas, ninguna de las dos sabía que era lo que le estaba pasando.

- Solo dinos, no te juzgaremos - Dije en un tono tranquilo y apoyando mi mano sobre su rodilla en forma de apoyo, acariciando dulcemente y dedicándole una sonrisa. Camila se posicionó a mi lado dedicándole otra sonrisa más.

- Mi madre y mi padre... - Tragó en seco, le costaba a gran escala decir una palabra y por la impotencia de no poder decirlo unas lagrimas recorrieron sus mejillas deslizándose lentamente hasta su mentón y cayendo sobre sus zapatillas - No sé que hacer - Su voz sonaba quebrantada y no podía mirarnos a la cara, mantenía sus ojos rectos hacia el dobladillo de su remera - Ellos... ellos... - Sus palabras se quedaban trabadas en su garganta, como si no pudiera decirlas, como si le doliera a tal manera que con solo pensarlo le rasgaba el corazon - Ellos se han vuelto mortifagos - Jadeé del miedo llevándome una mano a la boca sorprendida. Camila la abrazó al instante e imité su acto uniéndonos en un cálido y necesitado abrazo - No quiero ser como ellos, no quiero - Dijo apoyando su cabeza en el pecho de Camila mientras esta acariciaba sus cabellos y la envolvía en sus brazos.

- No tienes que ser como ellos, amor, puedes ser mejor - Dijo la pelinegra en un susurro pero que logré escuchar gracias a que aun me mantenía abrazada a las dos.

- Ellos me obligaron, me llevaron ante mortifagos la ultima vez que los visite, estaban orgullosos de que "Por fin los Laswick serian respetados" - Su voz se iba calmando con las constantes caricias que ambas le dábamos - Ellos eran lo mejor para mí, eran las mejores personas en este planeta, eran mis héroes... - Mi corazon latía cada vez mas fuerte, odiaba ver a Allison sufrir, verla sin esperanzas y sin fe, me rompía el alma - Lamento no haberles dicho y haberme desquitado contigo, Adhara - Me miró con los ojos llenos de lágrimas, que estaban rojos y achinados por tanto refregarse con la remera de Camila.

- No pasa nada, entiendo que no eras tú la que hablaba si no que tu dolor - Le dije tranquilizándola, aunque en mi cabeza aun daba vueltas lo que mencionó pero decidí ignorarlo, ella me necesita - Agradezco que confíes en nosotras, prometemos no decir nada a nadie, Allison - No sé lo que se siente pasar por una situación así pero sé que si yo estuviese en su lugar desearía que si confió en alguien me guarde el secreto.

- De veras muchas gracias - Dijo jadeando entre lágrimas y dándole un poco más de fuerza a su agarre.

𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora