maestro de cocina. →ls.

23.

al día siguiente louis se despertó mucho más temprano de lo acostumbrado.
normalmente no lo hacía, aunque tuviera cosas importantes que hacer en la mañana, pero esto era importante.

tan importante que lo ponía nervioso.

tan nervioso que no había dormido en toda la noche.

estaba acostumbrado a presentar sus obras, pero nunca había invitado a su profesor de cocina a dichos eventos.
¿y si no le gustaba su pintura?

¡imposible!
louis pintaban como los mismos dioses.

— "¡si! será dentro de 7 horas."— contesta su celular luego de que suena, mientras busca con rapidez su polvoriento y olvidado traje, ¿hace cuánto no lo usaba?
quizás un año o dos.

¿aún seria de su talla? si, definitivamente si, había dejado de crecer a los 21, ¿o era a los 18? no lo sabia.

— "¡también estoy emocionado, zayn!" — sonríe mirándose al espejo y camina a la cocina para hacerse un rápido desayuno.— "si, tú, liam, mamá y... alguien más... ¿eh? no, será sorpresa así que deja de preguntar, negro curioso."

aquel chico se iba a llevar una gran sorpresa.

— "de acuerdo, pero los quiero ver guapos, ¿está bien?"— saca la leche y toma el cereal.— "ya me voy, no lo olvides a las 7." — sirve un poco en su plato hondo y frunce su ceño.— "¡no te creo! le mandaré recordar a liam... como sea ¡hasta pronto!"

cuelga y camina hacia la sala para sentarse y poder ver un poco de televisión al mimo tiempo en que desayunaba aquel nutritivo alimento.

mientras nuestro pequeño castaño almorzaba sus dos platos de cereal diarios, no tan cerca de ahí, había otra personita terminando su risotto de champiñones, a veces se permitía consentirse un poco y preparar un desayuno digno de un rey.

harry estaba emocionado, pues saber que louis presentaría unas pinturas donde él era la atracción principal, lo llenaba de emoción.

una hora después recibió un mensaje con la dirección y la hora, 7 pm perfecto.

ya tenía listo el traje que usaría y la actitud al cien, ahora sólo faltaba esperar.

harry y louis estuvieron listos a tiempo, el rizado tenía la dirección y no quedaba tan lejos de su apartamento, por eso faltando 40 minutos, salió, entró a su auto y manejó hasta el lugar.

cuando por fin está fuera del edificio, sale de su auto aparcado y camina hacia la entrada, mirando alrededor y nota que son alrededor de 100 personas las reunidas.

no ve por ningún lado al castaño, pero sabe que es normal, pues aquella es su noche de brillar, toma una copa de vino y le da un sorbo buscando alguna cara conocida, aunque quizás aquello era imposi.... su ceño se frunce.

verga.

¿por qué se lo encontraba?

a unos metros de distancia estaba aquel moreno fastidioso del cual no quería ni acercarse, ¿lo peor? charlaba animadamente con la hermosa madre de louis.

suspira y sabe que no puede ser maleducado ni mucho menos ignorarla, se acerca con cuidado y sonríe mirando a johannah.

— "buenas noches, señora johannah."— saluda educadamente, llamando la atención de ambos, zayn lloriquea internamente y finge una sonrisa.

— "harry..."— habla tratando de aparentar un tono de voz amistoso.

— "zayn..."— le sonríe y pudo haberlo molestado con su nombre, pero estaba su "suegra" frente a los dos.