𝑢𝑛 𝑏𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑒𝑑𝑖𝑑𝑎 [OO6]

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Liam estaba recostado sobre el pecho del moreno, habían encontrado la posición en donde ambos estuvieran cómodos para ver la película y por más que Zayn estuviese cansado por el día pesado que tuvo, no quería dormirse, le gustaba escuchar la melódica risa del castaño cuando burro decía alguna de sus tontadas. 

Después de dos días de aquello ambos se habían unido más, Zayn llegaba del trabajo a las nueve y el castaño llegaba pasadas de las doce cuando los guardias se descuidaban, le parecía raro que anduvieran menos proyectados en su trabajo, pero le beneficiaba mucho en sus huidas. 

Y más si Zayn lo esperaba para poder cenar a su lado y platicarle de su día.

—¿Quieres que me vaya? Puedo regresar mañana sin ningún problema. —Habló el rizado saliendo del pecho del moreno.

Aquel negó con lentitud. —No, puedo aguantar un poco más. —Lo volvió a empujar encima suyo con suavidad, en donde los rizos color miel de su ángel le rozaban la nariz, sumado a ese dulce olor que desprendían sus cabellos que comenzaba a marearlo.

—Pero tus ojitos se cierran con cansancio... —Hizo un puchero. —Hazme caso, mañana puedo regresar sin ningún problema.

—No quiero que te vayas, quiero que te quedes siempre. —Dijo sin pensar, para después bostezar y acurrucarse más en el menor.

Liam sonrió con su corazón alborotado, regresó al pecho de Zayn tratando de ocultar su emoción por eso. Podía escuchar el corazón del moreno, la fuerza con la cual palpitaba, casi tan rápido como el suyo y eso solo le hizo más feliz la noche. Ambos habían dejado de prestarle atención a la película, ahora estaban más concentrados en el otro, aunque Zayn estaba más allá que acá.

—¿Tienes familia, Zayn? —Jugó con uno de los botones de la pijama del moreno. Él sabía sobre la familia su familia, es solo que fue lo primero que se le ocurrió en medio de todo ese mar de nervios.

—Sí, tengo dos hermanos y mi madre, mi padre murió hace diez años atrás.

—Lo siento. 

Liam quiso ser suave, mientras su cabeza lo llevaba aquel día, lo recordaba, tuvo que dejar su trabajo horas antes de terminar, ver el rostro triste de su humano, el cual lo había dejado sintiéndose raro.

 No regresó hasta dentro de una semana, porque según Padre debía de descansar, y cuando le fue avisado que era hora de volver, se sintió más relajado, al menos en esa semana Zayn había llorado lo suficiente, su lema era estar mejor por su familia y sus hermanos pequeños.

—Está bien, en algún momento tenía que pasar, mi padre estaba muy enfermo y nunca hizo nada por cuidarse, solo fue algo que tenía que suceder. Claro que dolió, mucho, pero no podía darme el privilegio de llorar cuando tenía que ver por el bienestar de tres personas más en casa, yo era el hombre del hogar, era mi deber estar al pendiente de ellos, después estaba yo. 

 Liam sintió como su pecho se llenaba de una sensación caliente y el orgullo crecía en él. Sabía que Zayn había seguido adelante por su familia, pero eso no quitaba que él aún estaba pequeño cuando eso sucedió. Él no tuvo su momento para extrañarlo.

  —¿Quieres llorar? Le diste la oportunidad a tu familia para que llorara y lo extrañarán todo lo que quisieran ¿Pero tu qué? Tú también tenías ese derecho que te fue arrebatado. —Se enderezó y volteó a mirarlo, Zayn tenía su vista en la ventana pero sabía que no estaba mirando la luna.

—A veces lo extraño mucho, fue muy poco tiempo el que me permitieron estar con él... 

—La vida es como una bomba de tiempo, por más que cuentes los minutos y las horas, por más que busques la forma de detenerlo, tiene que explotar. —Hizo un "boom" con su boquita causando la risa de Zayn.

—¿Hay alguna probabilidad de que no muera?

Lo pensó, pero no tenía nada que pensar. Los humanos, animales como ángeles tenían un fin. —No, todos tenemos que decirle adiós a la vida en algún momento. Pero ve el lado bueno, puedes reencarnar.

— ¿Ustedes también?

— Los cuentos de los maestros de Nipiagogeío, dicen que las parejas de ángeles pueden decidir que quieren que pase con ellos antes de morir. Muchos terminan convirtiéndose en estrellas, otros en nubes y algunos en humanos, Padre Dio les da esas opciones, pero lo que tengo entendido, no puedes volver a ser un ángel a menos que el universo te llame como uno el resto de la eternidad. —Se encogió de hombros.

—¿El universo tiene tanto poder?

—Síp, es un dios más de la galaxia. —Sonrío orgulloso de sí mismo por haber prestado atención a sus clases. —Ahora cuéntame de tus hermanos.

Zayn asintió sonriendo. Si a él le dieran a escoger, definitivamente elegiría ser un ángel, quisiera que su belleza fuera casi similar a la de su pequeño angelito, de esa forma sería más fácil tener un futuro juntos allá en el cielo y no preocuparse por los problemas que fuese a causar. 

—Lucas y Dulce tienen quince años, están en esa edad donde no los quieres tener cerca, son unos pendejos insoportables, y luego Dulce que anda de pata de perro detrás de un niño feo que se cree la gran cosa, a veces me dan ganas de meterle un golpe a ver si así entiende que ese chico no es para ella. — Talló sus ojos con enojo. — Lucas, pues él tiene salud.

—¡No hables así de ella! Tú solo deja que ella haga lo que quiera, por más que le digas que el chico no le conviene ella mas se va aferrar a ello, deja que solita lo note. —Liam había visto a los hermanos del moreno anteriormente, conocía a los ángeles de ambos pero ellos sólo se dedicaban a criticar a los hermanos, no era como si quisiera tenerlos cerca para averiguar sobre el chico.

—Sólo me preocupo, no quiero que tenga su corazón roto. —Liam aún más a él, conectando su mirada con los de Zayn.

—La mayoría de los adolescentes pasan por un corazón roto, no será algo inusual. —Aleteó sus pestañas con sus ojitos cansados, si él tan solo fuera otro tipo de ángel ya se habría quedado dormido en el pecho del moreno sin preocupaciones.

Pero no, era miedoso y los amigos no tenían ese tipo de acciones, ¿No?

Zayn no dijo nada, sólo llevó su mano para jugar con los rizos castaños, se sentía cada vez más atraído por ese dulce ángel; su forma de hablar, su carita, su sonrisa, sus ojos brillando al hablar del cielo, Liam sin saberlo ya lo tenía comiendo de su mano. Todo Zayn estaba mal por él.

Liam había dejado de buscar razones, no le importaba si estaba bien o mal lo que pasaba con él, le gustaban esas sensaciones en su cuerpo, se sentía feliz por todo eso, y el hecho de que Zayn actuara similar a él le hacía más feliz. 

Deseaba que Raguel estuviera equivocada por primera vez en su vida y ellas nunca se fueran.

¿Sería bueno que no se fueran?

Talló uno de sus ojitos y abrió su boquita bostezando. —Me tengo que ir, estoy cansado y mis ojitos pican. —Se quitó de encima y se alejó volando cerca de la ventana.

—Nos vemos mañana, Li. —Una pequeña sonrisa se posó en sus labios. Antes de que Liam atravesara su ventana fue cuando decidió llamar su atención—: ¡Espera! —El castaño lo miró confundido, a pasos largos se acercó al ángel y sin esperar más, besó su mejilla dejando sus labios más de lo necesario en ese beso. —Ahora sí, que tengas muy linda noche.

Las mejillas de Liam quemaban, su corazón se había vuelto loco, sus pensamientos se habían detenido dejando en letras grandes la palabra beso. De su boca querían salir chillidos, de sus alas brotar esos brillos que tanto lo caracterizaban.

Sacudió su mano como despedida y salió lo más rápido para gritar allá arriba sin ser escuchado. Dio vueltas de un lado a otro chillando feliz.

Brillos caían del cielo haciendo la noche más hermosa, los chillidos felices del castaño se los llevaba el viento armando una armonía melodiosa. Un ángel bailando en el cielo en medio de una noche nublada.

[...]

¿Hay alguna duda?

Me siento feliz, aparte voy avanzada con los capítulos lo cual es genial.

Los amo, gracias por leer <3

á𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑖á𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora