ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛs ᴏғ ᴀɴ ᴀɴɢᴇʟ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴅɪᴇᴄɪsᴇ́ɪs

ᴀɴɢᴇʟ

ᴄᴏʀᴇᴀ ᴅᴇʟ sᴜʀ.

Mientras caminaba a la casa de Hyunjin, decidí comprar algún bocadillo. Él mismo dijo que no estaba descansando bien, ¿quién sabe? incluso podría no estar comiendo bien.

Cuando estaba ya a nada de llegar al destino, según aquella ubicación en mi celular, lo logró divisar a lo lejos en pijama y pantuflas. Caminaba con la vista perdida y una bolsa de plástico en una mano.

Corrí y en cuanto este me miró yo lo saludé con la mano y una sonrisa pequeña — Hola.— dije como si nada cuando ambos estábamos frente al otro.

— Hola.— fue su respuesta con un tono serio y un tanto desinteresado. Logré ver su rubio cabello desordenado y un poco esponjado. La luz pública alumbraba parte de su rostro y solo logré ver lo visual de su rostro. Suficiente en realidad — ¿Vamos?— señaló aquella puerta a unos pasos nuestros y yo asentí.

Caminaba detrás de él como si estar cerca me intimidase. Después de todo con tan solo verlo y escucharlo tan serio, me hizo pensar que estaba de mal humor.

— Pensé que vendrías más temprano— dejó las cosas en su pequeña cocina y se dirigió devuelta a mí — Ya es algo tarde, Minseo.

Asentí apenada — Estaba con los chicos. Habíamos quedado de ir a la casa de Jisung y el tiempo se me pasó volando. Discúlpame.— susurré porque su mirada tan intimidante me hacía sentir diminuta.

— No me molesta eso— hizo una extensa pausa que me hizo mirar sus ojos atentamente — Es noche para que estés en una casa, sola con un chico— su voz fue gruesa, incluso podría decir que aquel tono intentó llegarle a la naturalidad de la voz de Felix — Hay hombres malos, que no les importará la aceptación de una chica y simplemente harán lo que sea con tal de complacerse a sí mismos.

No dije nada. Me había tomado por sorpresa todo aquello, tanto que mis mejillas se sonrojaron por notar el tema que este había abordado.
Increíblemente maduro. Fue lo que pensé cuando noté la seriedad con la que había tocado el tema.