In A Relationship With... 'Cho Kyuhyun' (규현)

Especial pt. 1

Decir que estaba disfrutando ver aquella piel blanquecina era un gusto culposo para ese momento debido a la situación comprometedora que se encontraban ambos.

— Esto es demasiado incómodo.

La voz lo trajo a la realidad, por ello sacudió mentalmente su cabeza ahuyentado aquellos pensamientos pervertidos que llevaba desde mucho tiempo atrás.

— No eres la única persona incomoda en esta situación. —respondió tras aclarar la garganta— Si alguien nos viera en este momento pensaría que somos unos desvergonzados.

— Esto sucedió por tu culpa. —refutó llevándose las manos al cabello para deshacer aquella trenza— No debí haberte...

La voz comenzó a sonar como si se estuviera alejando a la vez que se concentraba cada vez más en las acciones de aquellas manos en la larga cabellera pelirroja que finalmente terminaron en la parte frontal de la joven.

— ¿Siquiera estás prestándome atención?

No le permitió voltear, sino que sus manos fueron rápidas deteniéndola de las caderas y también maldiciendo por haberlo hecho y tocar de forma directa aquella zona que no le cubría casi nada aquel traje de baño.

— Debí haberme quedado en la playa y no terminaría contigo sin ropa en medio de este lugar.

— No deberías expresarte así. —respondió sin alejar sus manos de aquella zona— Pensarán que somos pervertidos en vez de pensar que nos asaltaron.

Escuchó perfectamente como la pelirroja chasqueó la lengua y posteriormente bufó llevando su cabeza hacia atrás por breves minutos que fueron una tortura para él.

— Si piensan eso —comenzó a decir girando un poco la cabeza para verlo— se debe a ti. Pervertido

Tuvo que parpadear varias veces para entender lo que ella había dicho y alejar sus manos de la cadera de Junae como si aquella zona quemara.

— ¡Dios Santo! —exclamó ofendido— ¿Tan necesitado crees que estoy?

— Tu lo has dicho. —respondió encogiéndose de hombro— Ahora piensa cómo resuelves ese problema porque no podremos salir de este callejón y llegar al auto luciendo así.

El atardecer seguía cayendo dejando que rayos se adentraran por aquel callejón en donde treinta minutos atrás habían sido victimas de asaltantes cuando decidieron entrar por él para cortar la distancia del estacionamiento, cosa que evidentemente no resultó de una forma positiva y fue tanto que ambos terminaron sin ropa más que la interior.

— ¿Tu padre me va a odiar por esto?

— Ya lo hace.

Aquella respuesta de su novia no era más que la verdad, porque desde que lo conoció tres días atrás el militar parecía que le apuntaba una bala entre ceja y cera, no lo entendió de forma inmediata, hasta que la madre de Junae le pidió disculpas debido a que el militar seguía prefiriendo al ex novio de la pelirroja que como cereza en el pastel pertenecía a la milicia en la misma área que el mayor. Cuando trató de decirle que él ya había hecho su servicio militar, fue turno del mayor en reírse porque para él, ser bibliotecario para los ciegos no tenía relevancia, sino que era el trabajo más precario que se les asignaba a los ciudadanos cuando clasificaba para ser servidores públicos. Por otro lado, el adulto expresó que, de todos los miembros del grupo, Eunhyuk había sido un buen soldado activo, solo que su decepción fue rechazar la clasificación para pertenecer al área más arriesgada de la milicia y de la que él era comandante.

— ¿Cómo volveremos a Corea? —soltó pasados diez minutos— en mi billetera tengo mis tarjetas e identificación.

La luz del sol iluminaba una parte los cabellos de Junae volviéndolos más rojos y su piel un poco amarillenta, pero radiante.