Frágil equilibrio

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—Necesitas ser más amable con él —dijo Shouto cuando ambos llegaron al cuarto de Katsuki.

—No me digas como debo tratarlo —gruñó Katsuki, abriendo la puerta y apartándose para que Shouto pudiese entrar.

—No he dicho que debas —puntualizó Shouto—. He dicho que tú —hizo especial énfasis— lo necesitas.

—Él y yo siempre hemos tenido este tira y afloja, es mejor que no te metas en nuestros asuntos.

—De acuerdo. No lo haré si no quieres.

Shouto se sentó en el borde de la cama y siguió con la mirada a Katsuki, que se cercioró de cerrar la puerta con llave antes de empezar a trastear en los armarios con golpes secos. Shouto se frotó la mano izquierda contra el pantalón, inseguro. No había contado con que aquel pequeño oasis que ambos habían formado durante las dos últimas semanas se quebrase tan fácilmente. La presencia de Izuku parecía haber alterado a Katsuki y la actitud de este recordaba más a tiempos pasados que a la persona más sosegada, aunque mantenía su carácter explosivo, de los días anteriores.

Tras la primera noche en el hospital en que los dos habían velado el sueño de Izuku durmiendo con él, Shouto había despertado con el ruido de los celadores limpiando la habitación y descubierto que estaba solo en la cama con Izuku.

—Está en la ducha —le había informado All Might al verle buscar con la mirada desenfocada a Katsuki—. Han traído toallas y pijamas limpios para ambos. Después tendréis que salir en lo que asean al joven Midoriya.

Shouto había asentido, serio. En las palabras de All Might estaba implícito el permiso para quedarse allí. A pesar de que tanto All Might como la madre de Izuku les propusieron que fuesen a sus respectivas habitaciones, prometiendo irles a buscar cuando terminasen de lavar a Izuku, Katsuki y él habían esperado en la puerta de la habitación como dos soldados montando guardia.

—Como me dejes solo, te mataré —había musitado Katsuki con voz grave, entrelazando los dedos con los suyos y apretándole la mano con fuerza.

«Estoy aquí». Shouto le había devuelto el apretón, comprendiendo las emociones de su compañero porque él mismo las sentía bullir bajo su piel.

Ambos habían vivido dentro del cuarto de Izuku mientras este estuvo en coma. Al principio no habían hablado, no más allá de la muda conversación que ambos habían mantenido cuando se metieron en la cama de Izuku y lo abrazaron, consolándose mutuamente, dándose esperanza, transmitiéndose calor; pero después las madrugadas se convirtieron en refugios bajo la tutela de Inko y de All Might, donde los dos hablaban en voz queda, purgando sus miedos y abriendo partes de sí mismos al otro.

Habían pasado aquellos días oscilando entre preocuparse por Izuku, consolarse mutuamente y responder con monosílabos las preguntas y comentarios de sus compañeros cuando iban a visitarlos a los tres. Cuando Izuku había despertado, Shouto había seguido a Katsuki a su habitación. Este se había sentado en la cama, mirándole interrogante.

—Sigo aquí —había dicho Shouto, metiéndose con él en la cama y abrazándole. Katsuki se lo había permitido, acurrucándose contra él.

No había abandonado su habitación hasta que les dieron el alta un par de días después. Katsuki había regresado a la Yuei y Shouto había vuelto a casa de su padre. Inicialmente, Shouto había intentado mantener contacto con Katsuki a través del teléfono móvil, pero este contestaba con mensajes escuetos y poco concretos. Aquella primera noche en solitario, Shouto no había pegado ojo. Cuando por la mañana Uraraka se había quejado en el chat en común de la clase sobre lo irascible que estaba Katsuki, que había reventado una mesa del comedor con una explosión, Shouto empacó su mochila y volvió a la Yuei inmediatamente.

Inconsciente [TodoBakuDeku - TodoKatsuDeku]Kde žijí příběhy. Začni objevovat