amor gitano

CAPITULO 12

El sol empezaba a dejarse ver, la suave brisa traía el aroma de la primavera María

Se acerco a la cama, y contemplo a su querida prima profundamente dormida que difícil se le hacía no poder gritarle la verdad y tener que mentirle, con tano descaro.

-Esperanza despierta tienes clase, ¿no querrás retrasarte? recuerda que hoy tienes una cita– Rocío brinco de la cama todo lo rápido que su vientre le permitió, María reía sonoramente al contemplara.

-Solo ay que verte para darse cuenta de lo mucho que ese hombre misterioso te interesa.

-Misterioso no – La corto – Ahora resulta ser tu hermano y es lo que no entiendo, tiene que haber una explicación lógica ¿no crees? – María se cruzo de brazos divertida levanto una ceja y agrego.

-Y la hay pero no seré yo quien te la de ya te he dicho que ay cosas que no me corresponde a mi rebelar – Los ojos de Rocío ardían de furia.

-María tengo que confesarte que todo esto me asusta machísimo en el fondo de mi corazón ay algo que me dice que. – Roció tomo aire profundamente, dejándose caer en el borde de la cama – No sé cómo explicarlo es como si una conexión muy fuerte me atrajera hacia él , cuando lo vi en los establos, mi corazón se detuvo no podía dar crédito a lo que estaba sucediendo , su proximidad me abrumo y por un instante no pude distinguir si era realidad u otro de mis sueños , por no hablar de esos ojos – suspiro con la mirada perdida – puede ver dentro de su alma su pena era demasiado grande ¿ crees que estoy loca verdad ?- dijo al borde del llanto .

-Quien dice que al no le pasa lo mismo, por eso te digo que ay cosas que solo él puede contestarte. – María se acomodo junto a ella, Rocío la miro directamente a los ojos y un silencio incomodo se apodero de la estancia.

-Quiero que seas sincera con migo María, se que ay muchas cosas que ocultas y estás en tu derecho nunca he insistido aunque no las comprenda, como con Gabriel -. María volteo su rostro era incapaz de mantenerle la mirada no podía verla así y mucho menos mentirle a la cara –

-María por favor sabes mas de lo que cuentas ¿yo y tu hermano nos conocemos de antes? mírame ¿por qué te callas ?Esta bien – dijo al fin furiosa sabiendo que no conseguir ira sacarle ni una palabra -¿podrás acompañarme hoy? me da miedo enfrentarme a él sola - reconoció al fin.

-Claro que te acompañare, no llores todo se arreglara te prometo que si mi hermano no resuelve tus dudas hoy mismo lo haré yo.

María pasaba de un lado a otro de la habitación nerviosa por el encuentro – Dios mío como voy a poder yo retener a Nicolás bien sabes lo fuerte que es el amor que se procesan ay tantas cosas que pueden salir mal por favor no nos desampares.

El sonido de unos pasos en el pasillo llamaron su atención ¿quién podría ser? las empleadas ya habían aseado las habitaciones y el mal nacido seguía en cama, con cuidado entorno la puerta solo lo suficiente para poder ver de quien se trataba, un frio recorrió su cuero haciendo que su respiración se cortara, rápido cerró la puerta apoyando su pequeño cuerpo contra ella llevándose una mano al pecho el corazón le latía con fuerza.

-No puede ser – susurro asustada– si ese hombre me encuentra aquí sola es capaz de tengo que avisar a Nicolás.

-La joven gitana salió despacio asegurándose que ese hombre no se encantaba en el pasillo se dirigió hacia las escaleras y no pudo evitar la tentación de tratar de averiguar que estaba sucediendo no podía perder la oportunidad de averiguar cualquier cosa que esos dos estuvieran tramando se acerco a la puerta y trato de escuchar.

-E venido todo lo rápido que he podido nada más recibir la noticia ¿así que es cierto? ¿ te asaltaron ? estas hecho un desastre amigo – exclamo Moisés tomando asiento junto a él en la amplia cama.