Prohibitorum-K.TH +18

Viginti sex

Contenido +18.

Maratón 3/3.

Sus manos agarran mis brazos y los apoya en la puerta mientras que el beso es desenfrenado y apasionado. Una pierna suya se escabulle por mis muslos hasta posarse en medio de estos haciendo presión en mí entrepierna logrando que gima en el medio del beso.

Sus manos me agarran del trasero y me levanta, mis piernas se enrollan en su cintura y camina hasta la cama, donde se deja caer conmigo encima, recorre mí figura con sus largos dedos, desde mís nalgas, mis caderas, cintura, hasta mis senos, los cuál aprieta y amasa a su antojo.

Yo, necesitada de contacto y atención, muevo mis caderas contra su gran erección y ambos jadeamos por la sensación de placer, agarra los bordes de mí playera y me la quita tirándola por la habitación.

Yo hago lo mismo con la suya y una vez que la brillante piel canela es vista, no dudo ni un segundo en depositar besos húmedos desde su cuello a su clavícula sacándole gemidos roncos.

Mis caderas no dejan de moverse contra su adolorida polla y la necesidad de tenerlo dentro me es urgente.

Me quito como puedo el jean y la ropa interior, él hace lo mismo con su ropa hasta ambos quedar desnudos, su palpitante miembro es el foco de mí atención así que me dejo caer sobre mis rodillas y me acerco gateando hasta sus muslos.

TaeHyung en ningún momento perdió la vista de mí cuerpo, observa cada movimiento que hago y está alerta a todo, con mí pequeña mano cojo su polla y dejo un besito en su glande para luego sacar la lengua y pasarla por todo el tronco delineando sus venas salientes.

Gemidos roncos y jadeos por su parte es lo único que se escucha en las cuatro paredes que nos rodean. Levanto la vista y mis ojos se encuentran embelesada por su figura.

Su piel canela se encuentra brillosa por el sudor, su pecho sube y baja por la agitación y su expresión de placer provoca que mí núcleo gotee más. Su labio inferior se encuentra atrapado por sus dientes y su pelo rojo está pegado a su frente, con una mano me coje del cabello y con la otra está apoyado en la cama.

Simplemente una obra de arte.

Rodeo la base con mis labios y uso la lengua para darle más caricias prolongadas, cuando bajo la cabeza y me engullo su polla hasta que su cabeza toca mí garganta, un gemidos brota de su boca.

—Ya basta de rodeos, ven aquí—jala de mí brazo y me tira la cama cayendo yo boca abajo—sube ese culo que tienes, muñeca.

Hago lo que me pide así que subo mí cadera hasta que mí culo queda a su disposición, sus manos acarician la parte interna de mis muslos con lentitud y de una manera suave, yendo de a poco más arriba hasta que sus largos dedos rozan mí vulva generando que un mini placer recorra mí cuerpo.