Cómo todo empezó

516 79 9
                                    

Isla Prisión, era el lugar donde los mas grandes y peligrosos criminales terminaban pagando sus consecuencias cuando eran atrapados.

Cuando me dijeron que tenia visita, no creía que fueras tú quien viniera a verme, Spio.— el armadillo que estaba al otro lado de la mesa, miraba fijamente al camaleón.

—Necesito que me ayudes con un sujeto, se llama Iblis the solaris. traté de hacerlo yo, pero sus datos no estan en el sistema y solo hay una razón para eso.

—Si borró sus datos él mismo o le pagó a alguien para que lo hiciera por él. ¿Por qué después de tanto tiempo vienes a verme?, esta no es la única razón, ¿Verdad?.

—Vector murió a manos de este criminal y quiero saber quien es realmente y por qué hizo lo que hizo— el armadillo abrió los ojos en gran sorpresa.

—Oh... ahora se porque sus cartas no me han llegado más... Bien te ayudaré, regresa aquí en dos días y te tendré la información— puso una cara seria y miró al camaleón con un pequeño destello de tristeza.— Y trae unos caramelos para la próxima, es lo que más extraño, comer dulces... si que la cagué ese día eh...

Incómodo el camaleón se levantó del asiento  caminó a la puerta del área de visitas, listo para retirarse de esa prisión.

—Eso ya pasó, te quedan tan solo 5 años.— salió del cuarto y se dirigió a su departamento de nuevo.

El agua fría corría por su cuerpo, su mirada estaba en algún lugar de su pasado.




~Desde que el Juez falló a favor de Molly, Shadow se había envuelto en una obsesiva rutina en la que solo trabajaba y se dedicaba a seguir a la mujer en su tiempo libre; había logrado ya aprenderse su rutina perfectamente.

—Tal vez el imbécil del juez dictaminó tu inocencia, pero yo sé que eres culpable Molly y si antes llegué a matar por gusto, ahora lo hago por justicia...

La mirada rojiza reflejaba una inmensa furia; llevaba horas esperando escondido en el callejón, no podía darse el lujo de cometer un solo error, ya había aprendido de ellos en su juventud y siendo ahora mayor un detective, tenía más armas a su favor para cometer el delito y salirse con la suya.

Dentro de la pequeña casa, la mujer hacia su rutina de belleza para irse a dormir, el a ver asesinado a su amiga no le había generado ninguna culpa, se podía decir que hasta dormía mejor desde ese hecho. Dejó su ventana abierta gracias al terrible que calor que hacía, apagó la luz de su cuarto y con toda tranquilidad durmió, sin saber que ahora era ella la que estaba siendo asechada....

Una fuerte bofetada la despertó de su pesado sueño, desorientada, aturdida y confundida trató de enfocar su vista para saber que estaba pasando.... Grande fué su sorpresa al verse completamente desnuda y clavada a la pared con los brazos extendidos, enormes clavos de metal atravesaban sus muñecas y rodillas, gritó horrorizada por semejante pesadilla, pero entonces notó algo más, algo de lo que no se había dado cuenta tenía los labios cocidos.

—Te sugiero que no intentes gritar más— desde la oscuridad unos furiosos ojos rojos la miraban— Podrías desprender el hilo y romperte los labios...— la voz que le hablaba le causaba más miedo, pues se escuchaba demaciado gruesa y enojada, como si un demonio le hablara.— En este momento debes estar preguntando, ¿Por qué este psicópata entró a mi casa y me hizo esto?— se acercó más a ella.

Comenzó a temblar de pies a cabeza, lo que le comenzaba a causar dolor.

—Por el momento tu cuerpo está anestesiado, por eso es que no te duelen las manos o las piernas... Aun— una sonrisa macabra se asomó en el demonio y Molly solo pudo soltar lágrimas de terror.

El demonio comenzó a moverse por su cuarto y gracias a la oscuridad del mismo no podía ver lo que este hacía, pero escuchaba mucho ruido de cosas de metal, algo muy dentro de ella le decía que esa cosa la torturaria hasta la muerte, por lo que debía buscar la forma de salir de ahí.

—Se dice que el cuerpo Möbian, puede soportar 45 DEL unidades de dolor, una hembra resiste hasta 57 DEL durante el parto similar a romperse 20 huesos a la vez.— al escuchar esa información su instinto le gritó que buscará la manera de escapar, sabía que si no lo hacía agonizaría en las manos de ese demonio.

Comenzó a acercarse con pasos lentos, pero escandalosos; comenzaría a jugar con su víctima, algo que con el tiempo había olvidado lo bien que se sentía.

—Quiero jugar un poco contigo, te haré unas preguntas sencillas y me reponderas si o no moviendo la cabeza, deberás ser muy honesta si quieres vivir; ya que si mientes tu castigo será la muerte...

Impresionada miró al ente a los ojos, ¿podría a si de fácil salir de esa situación?, ¡Solo tenía que contestar unas preguntas y ya!, Sería libre de esa entidad oscura. Movió la cabeza en afirmación lista para comenzar el juego.

—Bien, primera pregunta. ¿Has mentido alguna vez?— la primera pregunta la tomó por sorpresa, ella esperaba algo más íntimo, no algo que todo mundo a hecho, pero si quería salir de ahí con vida debía ser honesta; al menos en esta primera pregunta era fácil la respuesta.

Vió la afirmación en su respuesta y con una sonrisa cínica continúo con su siniestro juego.

—¿Has envidiado lo que otras tienen?—

¿¡Qué clase de pregunta estúpida era esa!?, ¡Por supuesto que no tenía nada que envidiar. Sí a caso eran sus amigas, vecinas y las demás mujeres insatisfechas con su vida, ella, por supuesto que no tenía nada que envidiar a nadie.

Vió la negativa en su respuesta y todo su recentimieto, hasta ahora retenido explotó...




¡Sigo vivaaa!
Solo que ya no tengo vida social, ahora trabajo como un exclavo y lo peor de todo es que cada día soy más pobre TnT

TrastornadoWhere stories live. Discover now