CLAN ALDER: "Capítulo XVI"

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**CANCIÓN SUGERIDA: "Jaws of Love- Jaws of Love"

LONDRES, INGLATERRA

PRINCIPIOS DE JUNIO 1713

—Otra noche más que te alzas majestuosa cubriendo los interminables campos con tu luz—murmuró Michelle mientras con tristeza se sentaba sobre una de las rocas de su extenso terreno con lágrimas en los ojos—. Es solo otra noche más en que hablo contigo porque no existe otro ser en este mundo que habito que escuche mi clamor por este increíble amor que nubla mi razón. Quiero hablarte de nuestro encuentroMichelle suspiró con añoranza ante el recuerdo—. Esta mañana desayunamos juntas cerca del río con una canasta que ella misma preparó para las dos. El sol de la mañana bañaba su cabello haciéndolo brillar ante mis ojos. Era la visión más hermosa de todo el mundo. Mis ganas de besarla fueron tan incontrolables que por unos minutos pensé en dejarme llevar por esto que me carcome por dentro, pero al final me detuve.

Las lágrimas rodaron libremente y ella no trató de detenerlas. Eran lágrimas de tristeza por un amor que jamás podría ser.

—Cada noche me siento en este mismo lugar, para pedir lo mismo. Si alguien entiende de belleza eres tú, hermosa luna. Si entiendes de belleza debes saber la razón por la cual me he enamorado de ella. Cada noche pido lo mismo, y esta no será la excepción. Si en esta vida no podemos estar juntas, te pido tiempo, te pido eternidad, te pido otra realidad. En otra vida necesito que me prometas que podremos estar juntas. Que mi alma enamorada podrá sobrevivir los cambios, las décadas y el tiempo hasta volver a encontrarla. No puedo pedir a nadie más lo que parece un pecado, una indecencia, una aberración—cada palabra dolía como fuego quemando su piel porque sabía que esas serían una de las palabras más amables describiendo su relación con Camila—. Solo tengo este amor, que si alguien pudiera verlo y sentirlo podría saber lo real que es. En la noche que te envuelve pareces el confidente perfecto para hablar de este amor que a la luz del día debo ocultar en una amistad, en abrazos castos y besos en la mejilla cuando mis labios arden por algo más. A la luz del sol, tu astro hermano, soy lo que todos esperan de mí. Soy la hija del Conde de Egmont, heredera de su título y su fortuna. Una de las mujeres más codiciadas no por belleza, sino por mi título, mi riqueza y lo que implica casarse conmigo ante la sociedad.

Michelle respiró hondo dejando su pose de aristócrata, para abrazar sus piernas contra su pecho lo poco que permitía su ligera ropa interior para dormir.

—Pero es durante la noche, ocultándome en su oscuridad donde finalmente puedo ser yo sin miedo de ser juzgada—su voz se cortó ante la emoción—. Es de noche cuando puedo permitirme darle voz a mi amor, mientras mi corazón se destroza para ir reviviendo durante el día al verla de nuevo. Pero este día yo sentí algo diferente en su mirada. En sus ojos marrones tan hermosos yo noté el mismo dolor que yo siento dentro de mí. En sus ojos vi añoranza, y cuando me entregó una rosa me sentí una mujer apreciada, cortejada como cualquier caballero corteja a una dama. Pude sentir su mirada apreciativa cuando me despojé de mi sombrero y mis guantes. Sus ojos estaban sobre mí y me gustó la forma en que me sentí ante su mirada. Me sentí deseada y mi cuerpo reaccionó por primera vez a su cercanía de una manera diferente. Algo carnal y pasional.

Michelle bajó la mirada avergonzada ante lo que había experimentado esa mañana al lado de su dulce amor.

— Pero al despedirnos cerca de su casa noté en sus ojos el dolor de no poder mostrar su amor. Su mano se alzó acariciándome la mejilla y su toque fue diferente. Sus labios buscaron mi mejilla y esta vez no se apartó rápidamente de mí, sino que me dio otro beso, y otro, y otro. El gesto se sintió íntimo, pero al separarse de mi noté su dolor. Un dolor profundo y la invadió la vergüenza ante sus acciones. Intenté decirle que todo estaba bien, pero salió del coche tan rápido que no tuve tiempo de corresponder su caricia y besar con mis labios su mejilla tantas veces como ella la mía. Decirle que yo también lo siento, que a mi también me asusta, y me duele.

The Midnight Chronicles TrilogyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora