XVIII

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Nada.

Ni siquiera un poco de miserable humo plateado, nada salió de su varita, cosa que la hizo enfadar.

―Estás tensa, relaja tus músculos. ―le dijo la Ravenclaw mirándola atentamente, Remus a su lado asintió dándole la razón. ―Respira hondo y despeja los malos recuerdos de tu cabeza.

Si hace dos años le hubieran dicho que un Gryffindor y una Ravenclaw estarían ocupando su tiempo para enseñarle hacer un patronus, se habría reído en su cara.

Nunca había entrado al bosque prohibido, posiblemente era el único lugar de los terrenos de Hogwarts que no conocía.

Sus salas comunes habían quedado descartadas, lo mismo con las aulas, debido a Peeves, que solía disfrutar que los alumnos fueran atrapados fuera de sus camas por Filch.

La sala de menesteres también fue descartada, Freya prácticamente había gritado 《¡No!》 logrando sobresaltar a la pelirroja, y ganándose una mirada comprensiva del Gryffindor.

El bosque prohibido fue la opción más segura, por supuesto teniendo cuidado con Hagrid y su perro Fang.

―Tienes... que recordar todos aquellos momentos positivos y queridos, que te hagan sentir completa y te aferras a uno. ―prosiguió Remus.

¿Recuerdos positivos?

Insultos generados por sus padres.

Los crucios que su madre aplicaba como castigo.

Niklaus con la marca tenebrosa en su antebrazo.

La risa malévola de su desquiciada prima Bellatrix.

Aquella vez que conoció a Lord Voldemort.

Aquella noche en la sala de menesteres.

El ataque a Hogsmeade.

Parpadeó un par de veces, saliendo de su corto trance.

―Ya. ―masculló, mientras evitaba mirar a ambos. ―No recuerdo tener recuerdos positivos.

Hubo un momento de silencio absoluto, Remus y Rowan se dedicaron una mirada incomoda, antes de que el Gryffindor decidiera abrir la boca.

―Tengo entendido que tienes una hermana pequeña. ―carraspeó llamando su atención, los ojos de Freya brillaron al recordar a su hermana.

―Mérida.

―Piensa en ella. ―dijo la pelirroja mirándola. ―En los buenos momentos que has tenido con ella, o en los momentos que has tenido con los Rowle's.

La risa de su hermana se escuchó en su cabeza, los momentos en los que se quedaban a altas horas de la noche en su habitación, evitando hacer alguna clase de ruido mientras comían de lo que Felicia les preparaba.

𝚂𝚎𝚛𝚎𝚗𝚍𝚒𝚙𝚒𝚊 | 𝚂. 𝙱𝚕𝚊𝚌𝚔 *cancelada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora