36. Atando cabos

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Edric aún no podía creer la cantidad de dinero que había en ese bolso. Volvió a abrirlo para asegurarse y lo cerró casi asustado.

— Soy rico. - repitió por milésima vez mientras miraba a sus colegas —. ¡Soy rico!

— Si, ya entendimos. - se quejó King estacionando el camión.

— ¿Y ahora qué? - preguntó Jerbo apoyándose en su asiento.

— King y yo nos tomaremos unas bonitas vacaciones en el culo del mundo. - sonrió Skara, el mencionado le devolvió la sonrisa.

Parecen una pareja de abuelitos. Pensó el peliverde.

— Blight, ¿Tú qué harás? .- murmuró Jerbo.

Edric frunció el seño ¿Qué haría ahora?

— Siempre quise recorrer el mundo. -se encogió de hombros —. ¿Quieres venir conmigo?

— ¡¿Lo dices en serio?! .- el chico saltó de su asiento con los ojos como platos.

— Claro, el dinero alcanza para los dos.- sonrió.

— Entonces... ¿Nos vamos al aeropuerto?

— Sin paradas. -asintió Edric.

Ninguno tenía cosas importantes que llevarse, y no se molestarian en recogerlas. Al llegar, Jerbo tomó de vuelta la mano de su novio.

— ¿A dónde me vas a llevar?

— Veamos... - Edric cerró los ojos y puso su mano sobre un punto en el mapa exhibido en una pared —. ¿Te gustaría conocer... Rusia?

— Hum... Tengo orden de arresto ahí, ¿Por qué no mejor vamos a Brasil? Siempre quise conocer Río de Janeiro.

— Brasil se a dicho.

King y Skara sacaron pasajes al Caribe, tenían una gran sonrisa en la cara, al fin podrían ser felices juntos.

Seis meses después.

Confirmación soltó un suspiro, sentía que se había liberado de una gran pesa que le estaba oprimiendo el pecho. Abrió los ojos y se asustó de la blancura de su alrededor.

¿Dónde estoy?

Se incorporó lentamente, sentía sus extremidades como si fueran engranajes oxidados, hizo crujir su espalda al sentarse.

Estaba en un hospital. Al darse cuenta de eso se incorporó con toda la rapidez que pudo, miró a su alrededor buscando algo que la orientara.

— La planilla de seguimiento. - se recordó a si misma, tomando el portafolio.

Leyó sobre los informes como un rayo, enterandose del día y la fecha en la cuál estaba. Veinticinco de mayo.

— Mierda, me perdí año nuevo. - susurró.

Luego notó algo extraño, miró la palma de su mano, allí había una escritura apurada en lapicera azul.

Busca a la Nutria Oscura.

— ¿Nutria Oscura? - murmuró frunciendo el seño, intentó hacer memoria y después de un rato recordó el apodo —. Lucia.

Tenía conectado un suministro de suero a la cara interna del brazo, iba a tirar de él pero leyó la etiqueta.

Al Diablo Con El Plan || TOH AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora