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MEGAN

Llegamos a la casa casi a las doce, yo había estado callada en el camino de vuelta por lo que ya sabía que Lizzie me preguntaría que pasaba en cualquier momento. Sin decir nada, ella se sentó al borde de la cama sin soltarme la mano.

- Amor? -dijo.

Me senté en sus piernas con cada una de las mías a sus costados.

- Cómo estás, princesa? -preguntó colocándome un mechón de pelo por detrás de la oreja.

- Por qué usas los apodos tiernos cuando querés que te cuente qué pasa? -dije sonriendo.

- Porque es lo que te hace responder, o no? -contestó con su mano en mi mentón.

- Sí, puede ser. Igual, creo que hay otras maneras de responder a esa pregunta... -dije mirándola con intención.

- Ah, sí? Cómo? -preguntó comprendiendo a qué iba. De golpe su cara se tornó asustada- Pará, amor, estás bien? Porque acaba de pasarte algo grave que quizás querés descansar o no sé...

- No, Lizzie, solo necesito que me toques.

- Está bien...

Sus manos se dirigieron a los botones más altos de mi camisa.

- No te sofoca estar tan vestida? -preguntó desabrochándolos de a uno.

Si no estuviésemos en invierno quizás creería que la pregunta va en serio.

- Puede ser, me ayudás? -dije recorriendo su cintura con mis manos. Cuando ya había desabrochado cuatro botones me miró sorprendida.

- No tenés corpiño.

- No, me incomoda, pero si querés me pongo uno -respondí volviendo a abrocharme un botón.

- No, no, me gusta así -respondió. 

Me agarró las manos y las puso detrás de la espalda.

- Me parece que te estás acostumbrando a dejarme indefensa.

- No ejercés demasiada resistencia que digamos -dijo riendo.

- No?

Traté de soltarme de su agarre, pero me aferró más fuerte.

- No juegues con quién tiene el poder acá -dijo en mi oído.

Con una sola mano se desabrochó el cinturón y luego me apoyó la cabeza en su hombro para tener mis manos más cerca. Las ató detrás de mi espalda y luego me volvió a desabrochar el botón que yo me había abrochado.

- Amor, sin hacer ruido porque están mi mamá y mi hermana en la casa -dije.

- Me parece que vos serías la que tiene que hacer silencio, no? -respondió riendo en voz baja.

- Bueno, no me hagas cosas con las que sabés que voy a hacer ruido.

- No prometo nada.

Acercó su cabeza a mi pecho, sentí cómo metía uno de mis pezones en su boca y jugaba con él, ya estaban erectos desde antes.

- Hace cuántas horas que estás pensando en lo que podemos hacer en esta cama? Me parece que debés estar muy mojada. A ver...

Delicadamente, me desabrochó el pantalón y metió su mano por debajo de mis bragas.

- Mmm, sí, como pensé...

Curvó sus dedos para meterlos en mí y gemí al sentirlos aún más dentro mío.

Entonces oímos pasos en la escalera, me miró asustada al igual que yo a ella.

- Megan? -preguntó Azul del otro lado de la puerta- Puedo pasar?

- Esperá que me estoy cambiando! -dije, luego susurré para que solo Lizzie me oyera- Sacame ya el cinturón.

- Sabés que creo que esto puede ser divertido? -respondió mi novia sonriendo- No te lo voy a sacar todavía...

Me tapó con una sábana que había doblada a un costado de la cama y me acompañó hasta la puerta.

- Qué pasó, Azul? -dije. Sentí la mano de Lizzie recorrerme la espalda por debajo de la camisa, luego las pasó por mis pechos- Me estaba bañando...

- Nada, solo quería decirte buenas noches.

- Ah, bueno, buenas noches, chau.

Traté de cerrar la puerta empujándola con el pecho. pero mi hermana me lo impidió.

- Pará, está todo bien? te noto agitada... No tenés el pelo mojado...

- No, solo que me tuve que cambiar rápido.

- Lizzie? Está ahí?

- Se está bañando.

- Se estaban bañando juntas?

- No.. AH -dije cuando los dedos de Elizabeth me apretaron los pezones- Digo... No, no, ella entró recién...

- Ok, que descanses.

- Que descanses.

Lizzie cerró la puerta y me tomó de la cintura.

- Cómo se te ocurre? -pregunté tratando de soltarme el cinturón de las muñecas.

- Solo pensé que podía ser divertido verte contendiendo las ganas... Ahora sí?

Esa noche me quedé con el cinturón agarrándome las muñecas hasta la madrugada, cuando Lizzie se dio cuenta de que se estaba haciendo de día y decidimos irnos a dormir.

MEGAN

Cuando desperté, Lizzie estaba mirando por la ventana con una bata y un café.

- Hace cuánto estás despierta? -pregunté cuando se acercó a mí para besarme.

- Hace una hora.

- Por qué no me despertaste?

- Te ves muy linda dormida -dijo besándome la mejilla.

- Dale, amor, qué hora es?

- Las once.

- Tenemos que ayudar a Azul a preparar la comida -dije levantándome rápido.

- Se fue a buscar a tu otra hermana, a Lila.

- Cuándo llegó? No creí que vendría... Me dijo que se quedaría en Estados Unidos.

- Hace una hora creo. Sabés quién me llamó hoy? Scarlett, me dijo que Rose nos estaba preparando una sorpresa para cuando volvamos -dijo sonriendo.

- Esa nena... Es demasiado tierna. 

- Te imaginás una nuestra?

- Lizzie, no vamos a ser madres todavía.

- Lo sé, pero te lo imaginás? Una mini Megan...

- O una mini Lizzie.

- No quiero ser yo quien se embarace -dijo riendo.

- Yo lo haría, pero si podemos adoptar...

- Claro, primero terminemos nuestros planes personales y después vemos.

Ese día salimos a pasear y mientras comprábamos comida la llamaron por teléfono. Cuando cortó, se acercó a mí sonriendo.

- Tenemos otro proyecto de Marvel, Wandavision -dijo sonriendo muy ampliamente

- En serio? Ay, amor, me alegro tanto! -dije besándola- De qué se trata.

- Es sobre Wanda y Vision, voy a arrasar con una ciudad entera para tener la vida de mis sueños.

- Qué dulce que es Wanda -dije sonriendo.

- Me vas a acompañar al set? Ya para esa fecha terminamos con la última peli de Marvel.

- Obvio, amor, te felicito -le rodeé la cintura con las manos y la acerqué hacia mí.

Nota de la autora: gracias a MadisonMaximoff por la idea para este capítulo💖

ELIZABETH OLSENWhere stories live. Discover now