24. You are the music in me

4.4K 366 109
                                    

Los ojos de Lena siempre me habían llamado la atención. Sí, mucho más allá del hecho que para ser una nerd ella no lo parecía ni se ajustaba a los estereotipos de ellos. 

Eran verdes, un verde tan fuerte al punto en que podrías llegar a pensar que era un reflejo de su fría personalidad. 

Sin embargo, nunca creí que encontraría la pasión y la fuerza en esa mirada verde cada vez que nos besábamos. Que su piel se sentiría tan cálida incluso al toque de mis manos cubiertas de vendajes. Que con cada beso, cada abrazo o mirada, deseaba quedarme eternamente en sus brazos.  

Esta vez no era distinto. 

Atacaba sus labios con suavidad, tomándome el tiempo de saborear cada milímetro de ellos y sentir la satisfacción de sus jadeos siendo ahogados cada vez que los acariciaba con mi lengua. Sabían a Skittles, algo que siempre me ha gustado y en Lena, es jodidamente apetitoso. 

Me siento tentada a perder el control, a morder sus labios, su piel, cada centímetro de ella mientras deja salir esos gemidos que quiero escuchar. 

Sus manos se encuentran en mis mejillas, pero las mías no son tan tímidas como las suyas y se hacen paso lenta y tentativamente a lo largo de sus muslos. Sus piernas tiemblan ligeramente al estar flectadas a cada lado de mis caderas, causando que otro gemido sea aguantado por la pelinegra atacada por mis besos. 

No la dejo decir nada, solo la observe brevemente a los ojos, encontrando el ruego en esas iris verdes y haciéndome perder el control. 

Moví mi boca hacia su cuello, disponiéndome a atacarlo con mis besos con tal de escucharle jadear. Mis labios acariciaron delicadamente la cálida piel de su cuello, y bastó que dejara un pequeño beso para que sintiera a Lena apretar sus agarres ahora en mis brazos.

—Kara...

Una sonrisa se dibuja en mis labios por si sola al alejar mis labios de la indefensa piel de su cuello, sintiéndome orgullosa de su agitada respiración y los constantes jadeos que intenta aguantar. 

Pero no me bastaba con eso. 

Una de mis manos en sus muslos se mueve deliberadamente, haciéndose paso suavemente entre sus pantalones, tocando esa zona ya bastante húmeda. 

Otro gemido llega a mis oídos cuando acaricio suavemente con mis dedos aquel lugar, este consigue calentar aún más la sangre a lo largo de mi zona baja y hasta siento que pronto tendré que librarme de mis pantalones también.

Muerdo delicadamente la piel de su cuello, resultando en un gemido más fuerte y que el bulto bajo mis pantalones lata ligeramente. 

Me estoy volviendo loca.

—Lena.—gruño por lo bajo, sintiendo ese aroma natural y su esencia enloqueciendo cualquiera de mis sentidos.—Len...

—¿Yo qué?

Di una pausa abruptamente, abriendo mis ojos casi de golpe y encontrándome con el techo de mi habitación. 

—¿Qué mier...?

Mi visión aún era borrosa, pero podía notar que ya no tenía a la indefensa pelinegra bajo mis brazos. Estaba en mi cuarto, las cortinas habían sido abiertas para dejar entrar la luz y, bueno, Lena si estaba ahí. Pero de pie a un lado de mi cama con una ceja alzada de forma inquisitiva y sus brazos cruzados sobre su pecho. 

Lentamente caí en la cuenta y...

—¡JODER!—grité, casi saltando entre las colchas y sentándome en la cama alterada.—¡L-Lena! ¿Qué...? Uh... Estás aquí. 

Idiota || Supercorp G!PWhere stories live. Discover now