ESPOSITA

Capítulo 46 - La Familia He

Cuando ChangNing tenía dos meses de embarazo, la abuela Shang llegó a la villa de Fanjin. Antes de eso, Shang YuShang ya le había dado la buena noticia. Se lo dijo sin rodeos y sin ocultar nada. Después de todo, la anciana era una persona mayor que ya había pasado por muchas cosas. Y se sorprendieron cuando la abuela lo acepto mucho más rápido que ellos mismos. No solo no trató a He ChangNing como un fenómeno, sino que, en cambio, sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción. Ella seguía diciendo que los antepasados ​​de la familia Shang tenían la virtud de casarse con una buena nuera como He ChangNing, y le dijo a Shang YuShang que había sido bendecido con la suerte suficiente para conocer a He ChangNing y enamorarse de él. En resumen, estaba tan feliz que hablaba de manera incoherente.

Desde entonces, algunos días durante la semana, la anciana visitaba a He ChangNing y le llevaba un montón de comida deliciosa. Sabiendo que sus náuseas matutinas eran bastante graves, también buscó muchas formas de detener los vómitos y compró muchos remedios caseros para enviárselos. Pero tenía miedo de que se enfermara más al consumirlos, por lo que no se atrevió a dárselos. Y así, con una mezcla de sentimientos contradictorios y angustia, ella también había estando sufriendo junto con He ChangNing hasta ahora.

Ahora que el embarazo había entrado en su séptimo mes, Shang YuShang dejó por completo su trabajo y se concentró en acompañar a He ChangNing a casa, cuidándolo de todas las formas posibles.

Desde que entró en el séptimo mes de embarazo, sus síntomas de náuseas matutinas obviamente habían disminuido bastante y ya no sentía la necesidad de vomitar. El cuerpo de He ChangNing también había mejorado mucho. Sin el cansancio y la debilidad anteriores, su cuerpo delgado fue ganando poco a poco un poco más de carne, su apetito por la comida y su estómago crecieron a un ritmo visible.

Shang YuShang estaba nervioso todos los días, hubo un fuerte aumento en la cantidad de comida que He ChangNing podía comer y beber. Tenía miedo de que se hiciera daño si seguia comiendo asi, por lo que deliberadamente lo persuadió de que comiera porciones pequeñas pero con frecuencia. Pero, también temía que los niños no recibieran los suficiente nutrientes y deseaba que He ChangNing comiera más, su corazón estaba en conflicto y perdido.

Al mirar él estomago enloquecidamente grande de He ChangNing, le preocupaba que estuviera creciendo demasiado rápido y que He ChangNing no pudiera soportarlo. La pequeña estatura de su esposo, se estaba volviendo seriamente desproporcionada, y lo mantenía en ascuas todos los días. Temía que estuviera inestable sobre sus pies y se cayera si no prestaba atención.

Al mirar la piel de su vientre delgado cada vez más estirado, con todas esas venas verdes y azules debajo de la piel claramente visibles, las cejas de Shang YuShang se arrugaron tanto que podrían pellizcar a un mosquito hasta la muerte. Estaba preocupado y asustado. Preocupado de que su cuerpo no pudiera soportar el peso de dos niños, miedo de que un día le estallara él estomago y que luego todo hubiera terminado. Estaba muy asustado y preocupado todos los días, sus ojos siempre miraban inadvertidamente el vientre de He ChangNing, temiendo que estallara. Sus palmas sudaban constantemente debido al nerviosismo.

De esta forma, el gran presidente del Grupo Establecido Shang, pasaba todos los días siguiendo a He ChangNing nerviosamente y con temor, ansioso por atarlos a los dos con una cuerda, o tal vez si pudiera simplemente hacer a su esposo más pequeño, sostenerlo en su palma, para poder mantener su ojos en él todo el tiempo. Con sus ojos constantemente observándolo, solo entonces se sentiría tranquilo.

Con respecto a la mentalidad altamente tensa de Shang YuShang de estar listo para actuar y salvar a alguien en cualquier momento, He ChangNing sintió que este tipo realmente estaba haciendo un gran escándalo por un problema menor. Fue muy claro sobre su propio cuerpo. Aunque durante un período de tiempo el tormento de antes fue difícil de soportar, al entrar en el séptimo mes de embarazo su condición era, obviamente, mucho mejor. Comer ya no lo hacía sentir mal, el agotamiento extremo de antes también había desaparecido, tampoco había necesidad de estar acostado en la cama todo el día. Podía caminar por el jardín, respirar un poco de aire fresco, su estado de ánimo también era especialmente bueno. Por supuesto, naturalmente, estar de buen humor le permitió comer bien. Pensó en darles a los niños la mayor cantidad de nutrientes posible en menos de los tres meses siguientes, y los adultos los cuidarían cuando nacieran con buena salud.