VII. Rencor

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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:

El día del primer partido del año había llegado. Tendría que haber sido Gryffindor vs Slytherin pero Marcus reclamó que el mini-Malfoy alias cliché de niño rico tenía el brazo lesionado, de esta forma podríamos llevar a cabo el plan que tenía en mente para afectar a los de rojo y dorado. Después de que Sirius Black haya entrado en el castillo todos estaban un tanto nerviosos y el ambiente al rededor de los estudiantes era tenso y cauteloso. De todas formas, se habían relajado bastante por el partido, pero con la lluvia y el viento presentes nadie sabía exactamente quién ganaría. Por mi parte ya tenía una leve intuición de quien vencería este juego, y podría apostar por el equipo de Hufflepuff. 

- Adhara, ¿Estás lista? - Preguntó en un susurro Graham, el otro cazador de mi equipo, a mi lado viendo como los profesores se acercaban al campo para ver que todo este en condiciones.

La lluvia ya había comenzado, teníamos puestos chalecos de plástico que nos cubrían la ropa del agua, pero no servía de mucho ya que de todas formas estaba empapada de pies a cabeza. El partido comenzaría dentro de unos minutos y ya había gente en las tribunas. Los equipos completos se encontraban con la profesora Hooch hablando sobre algo de amistoso y de poca competitividad. No le presté demasiada atención porque allí no estaba mi objetivo.

- Si, vamos - Le respondí entrando en los vestuarios del equipo de Gryffindor con cuidado de que nadie nos viera. 

Nadie estaba dentro, solo algunos objetos, las tácticas que llevarían a cabo en el aire y... ¡Bingo! Las escobas. Graham sacó su varita desde dentro de su túnica y apuntó al centro del lugar, pero de un manotazo le arrebaté la varita bruscamente.

- ¿Qué haces? - Murmuró molesto.

- Si lo hacemos con varita podríamos partir las escobas en dos y el juego sería aplazado para otra fecha - Me quejé ante su inutilidad.

- ¿Entonces que hacemos? - Le devolví su varita y el la guardo bajo su remera.

- Bueno, solo dañaremos las escobas más costosas y, por lo tanto, de los dos jugadores estrella - Me acerqué a los estantes de los jugadores, cada uno tenía un nombre.

- Pero... las escobas más costosas aquí las tienen Wood y Potter - Comentó algo confundido.

- Exacto - Me detuve frente al estante de Oliver - Son los mejores jugadores de su equipo, pero si sus escobas están dañadas ni la mismísima Gwenog Jones podría participar en su máxima potencia. Si el jefe cae...

- Sus seguidores caerán con él - Completó la frase comenzando a entender.

El estante de Oliver estaba desordenado en su totalidad, eso no me sorprendió. Tenía varias tácticas en distintos papeles y pergaminos, ideas que se le ocurrían y las anotaba antes de que se olvide. En el fondo pude ver la escoba brillar por su cuidado meticuloso. Un sentimiento amargo vino a mí cuando recordé que yo le compré esa escoba, y que él ahora la usaba para dar paseos. Los celos me estaban consumiendo, el rencor crecía dentro de mí cada que recordaba. Era tóxico y horrible lo que estaba haciendo, pero no me detendría, no ahora. Saqué la escoba y se la entregué a Graham para que la dejara sobre una banca. Me iba a dirigir al estante de Potter cuando vi que de una remera de Oliver sobresalía un pequeño pedazo de papel. Sentí curiosidad así que la tome para ver de que se trataba. Era una foto, pero la piel se me erizó al ver cuál era. Una nimbus 2000. La imagen estaba algo desgastada, pero recordé el día que me caí sobre Oliver en el tren y le robe su foto por pura diversión. Un nudo se creó en mi garganta junto con unas increíbles ganas de llorar, pero me contuve. Giré la fotografía para ver la parte vacía de detrás y me encontré con algo escrito.

𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver WoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora