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A la mañana siguiente, Kai despertó con dolor de cabeza, no tan intenso como su primera borrachera, pero si era molesto el constante pulso de su cabeza contra su cerebro.

—ten, lo necesitas—alguien estiro un vaso de agua y una pastilla hacia Kai, al alzar la mirada se encontró que se trataba de Eric

—gracias—le regalo una sonrisa y se tomó rápidamente la pastilla—te perforaste

—ah si—Eric se toco con cuidado los dos piercings que tenía—me los hice ayer, supongo que tú también te divertiste para terminar tan borracho

—unos chicos mayores nos invitaron a Cuatro y a mí a una especie de juego de iniciación—contesto Kai, pero al mencionar que Cuatro también estuvo, hizo que Eric se pusiera tenso—por cierto, suerte en la pelea de hoy

Kai miro que Cuatro estaba aun dormido, así que se levanto y fue en su dirección, Eric al ver que iba con el estirado, sintió como le hervía la sangre, no soportaba el hecho que un estúpido estirado le estuviera robando su oportunidad de impresionar a Kai o de llamar su atención, pero estaba seguro que se las pagaría en la pelea.

—Cuatro, vamos levántate—Kai lo sacudió, pero parecía que estaba muerto, ya que no reaccionaba—perdóname por esto

Tomo el vaso de agua y se lo echo encima haciendo que por lo fría que estaba, Cuatro despertara de inmediato agitado.

-—lo siento, pero no despertabas, y si no te apuras, llegaras tarde—el chico le sonrió y Cuatro respondió igual

Cuatro se levanto y fue a la ducha para despertar por completo bañándose con agua fría, aunque solo la mitad del cuerpo ya que aun le dolía el tatuaje que se había hecho, pero mientras estaba bajo el chorro de agua, el recuerdo de lo que paso ayer lo hizo estremecerse, no se creía que había besado a Kai y que él le correspondió, además tenían algo que los unía.

Tuvieron que correr hacia el gimnasio ya que iban unos minutos tarde, al entrar vieron a varios osados mayores, los iniciados y a algunos miembros del consejo de Osadía, no entendían por qué había tanta gente, pero eso a Cuatro lo ponía nervioso.

—creí que no llegarían—regaño Amar que estaba en medio de la zona de lucha y a su lado estaba Eric

—suerte—susurro Kai hacia Cuatro antes de ponerse en el grupo de los espectadores

Cuatro se puso del otro lado, Amar sonó el silbato para dar inicio con la pelea, Cuatro no hizo ningún movimiento, así que Eric aprovecho eso y le dio un golpe en la mandíbula, hizo que Cuatro se desestabilizara dándole ventaja a Eric, pero cuando estaba dispuesto a atacarlo de nuevo, Cuatro uso uno de los movimientos que le enseño Kai y lo derribo con facilidad.

Se lanzo contra Eric y empezó a golpearlo directo en la cara, Eric se cubrió mientras sus ojos empezaban a lagrimear por el dolor de los golpes, Cuatro se detuvo de golpe al ver la fuerza que había ejercido contra Eric, miro sus puños que estaban llenos de sangre, y salió del gimnasio sin previo aviso.

—¡Cuatro!—Kai fue detrás de él, no le parecía normal que haya actuado así, algo le había dicho Eric que lo descontrolo

Después de buscarlo por todos lados, lo encontró sentado cerca del conocido como "pozo" parecía un abismo con la diferencia de que lo cubría el agua que caía como cascada.

—¿Estas bien?—Kai se puso frente a él—tu rostro al final de la pelea parecía de miedo

Pero en lugar de contestar, Cuatro abrazo a Kai con fuerza, el chico lo abrazo mientras le acariciaba el cabello.

—tranquilo, a veces pasa que te dejas llevar—susurro al oído de Cuatro—pero no te preocupes, Eric esta bien, no pasara de una nariz rota

Cuatro seguía sin responder, solo quería que Kai no lo soltara, se sentía seguro con él y no quería que eso terminara.

—no te preocupes, siempre voy a estar contigo

DIVERGENTE| Tobías Eaton|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora