La tarea más urgente ahora era evitar que el adolescente que tenía al frente hablara en primer lugar.
Cuanto más peligrosa era la situación, más tranquila estaba la mente de Chu Yang, sus ojos miraron al adolescente que estaba sentado en el suelo y de repente se le ocurrió una idea, hablando con arrogancia dijo: "¿Y qué te importa si lo hago? ¿acaso tú vas a pagar sus gastos médicos?"
Actuaba como un niño odioso.
Al ver la expresión sombría de Xiao Jingyu, encogió el cuello, un poco asustado, y dijo en voz alta: "¡Y para empezar no usé mucha fuerza, está fingiendo! Si no me creen, envíenlo a la enfermería para que lo examinen".
Cuando Chu Yang le dijo a Xiao Jingyu que debería dejar que el adolescente herido fuera primero a la enfermería a descansar, no quería seguir escuchándolo, así que levantó su mano y llamó a un hombre y le dijo que llevara al adolescente arriba primero.
Al ver que se llevaban al adolescente, Chu Yang finalmente pudo suspirar aliviado.
Mientras más tiempo tengan mejor.
Xiao Jingyu, por otro lado, no dejaría ir a Chu Yang tan sencillamente, miró a Xu Qian y apuntando con su dedo a Chu Yang dijo.
"¿Qué demonios quieres? ¿Solo por nacer en un buen entorno familiar, los niños de mi institución no son humanos?"
Al escuchar esto, Chu Yang sólo quería reírse, ¿cuándo ella trató a Jiang Gu y a los demás como seres humanos?
La mente de Xu Qian estaba desconcertada en este momento, no sabía cómo responder en absoluto, tragó saliva, sus piernas estaban temblado mucho que era difícil incluso ponerse de pie.
Por ahora solo podía confiar en Chu Yang.
"¡Nos vemos en la corte!" Chu Yang se soltó de la mano de Wang Hu y corrió detrás de Xu Qian abrazando su pierna y dijo: "Te dejamos nuestra información de contacto, puedes ir a la corte y demandarnos ".
Inesperadamente, Chu Yang hasta ahora tenía una actitud decidida e intrépida, Xiao Jingyu hizo una mueca y sintió que no había necesidad de aguantar más.
¿En la corte? Ella tenía infiltrados incluso en la estación de policía, no necesitaba pasar por procedimientos judiciales para hacer sufrir a Chu Yang.
Pero todavía quedan algunos asuntos por resolver.
Xiao Jingyu sintió que era realmente desafortunada por haber provocado a Chu Yang, impacientemente dejó que los subordinados detrás de ella se acercaran y tomaran la información de contacto de la familia Chu, y luego pidió a Wang Hu que alejará a Chu Yang y Xu Qian.
Wang Hu había esperado este momento, y tomó rápidamente la barra de hierro para asustar a Chu Yang, Xu Qian quien lo vio agresivo, rápidamente se llevó a Chu Yang, finalmente sin problemas fuera del orfanato.
Al ver que los dos se iban asustados, Xiao Jingyu estaba de buen humor, sin saber que ese era el resultado que Chu Yang más deseaba.
Sólo cuando Chu Yang desapareció de su vista, Xiao Jingyu escupió fríamente al suelo, si no fuera porque no quería empeorar las cosas, no dejaría salir a Chu Yang del orfanato.
"Voy a ver a ese niño ahora mismo". Se dio la vuelta y subió las escaleras: "Parecía que estaba a punto de decir algo".
El adolescente de la enfermería se estaba aplicando la medicina, y cuando la vio entrar, se bajó apresuradamente de la cama y se puso de pie.
Xiao Jingyu no se molestó en ver cómo estaba sus heridas, y preguntó directamente: "¿Qué querías decir?"
En ese momento, los ojos del adolescente se abrieron de par en par, con la cara aún hinchada, tartamudeó: "Vi... a los niños sucios salir corriendo".
"¡Qué!" Xiao Jingyu se horrorizó, intercambió una mirada con el igualmente sorprendido Wang Hu, levantando la mano y abofeteando al adolescente directamente al suelo, "¡Por qué dices una cosa tan importante ahora!"
El adolescente se cubrió la cara y gimió, encogiéndose en forma de bolita sin levantarse del suelo.
Mientras hablaba, Wang Hu fue inmediatamente a comprobar dónde deberían estar escondidos los niños sucios y, efectivamente, no había nadie a la vista.
Xiao Jingyu tampoco esperaba que Jiang Gu y los demás se atrevieran a huir, bajando fríamente su mirada y diciendo: "Sólo son un grupo de niños pequeños, vayan a por ellos".
"¡Espera un momento!" Llamando a Wang Hu, que estaba a punto de salir, añadió: "Ese niño rico llamado Chu Yang es una casualidad que haya venido hoy, ¡persíguelo a él también!"
Los ojos de Wang Hu se iluminaron y asintió inmediatamente, dándose la vuelta y saliendo a toda prisa por la puerta.
