R.14 P.2: 𝑬𝒍 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝑷𝒂𝒑𝒊

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Una suave ventisca azotó los rostros de Frank y Gerard cuando salieron de casa, a pesar de ser un día soleado el clima estaba fresco. Caminaron tomados de las manos por el jardín delantero de la casa hasta llegar al lugar donde estaba estacionado el coche.

Frank le abrió la puerta del copiloto a su esposo y esperó a que se acomodara para cerrar.

—Gracias papi.

—No es nada mi amor —respondió con dulzura cuando estuvo a su lado y encendió el auto.

Con la mano derecha sobre el muslo izquierdo de Gerard, Frank emprendió la marcha a casa de su amigo y compañero de trabajo, Henry Cavill. Iban en silencio escuchando música de David Bowie, la favorita de Gerard, mientras él repartía sutiles caricias en la mano de su esposo.

Habían decidido utilizar match outfits. Camisa blanca de vestir, manga tres cuarta con dos botones desabrochados en el pecho y un pantalón de vestir azul oscuro era lo que Frank estaba usando, combinado con un reloj plateado. Gerard en cambio llevaba puesto un vestido azul marino de tirantes, largo hasta los muslos y un cardigan blanco, converse y lentes de sol color negro, sumado a su collar de cuero con placa de plata que llevaba en su cuello. Simplemente perfectos.

Gerard se removió levemente en su lugar y el juguete en su interior se presionó contra su punto dulce provocando que gimiera y cerrara sus ojos al instante.

—¿Estas calentandote tan pronto bebé? —preguntó Frank al notar su estado.

—Se siente rico tener esto adentro papi —respondió moviéndose de nuevo y apretando su agujero alrededor del plug—. Y recordar que tengo tu semen me calienta mucho...

—Entonces es mejor que pienses en otra cosa, estamos a punto de llegar y lo que menos quiero es que estés cachondo frente a mi compañero de trabajo.

—Pero papi... podemos...

—Sin peros —le interrumpió Frank con voz fuerte—. Hasta que lleguemos a casa vamos a divertirnos bebé.

—Por favor... —susurró.

—No querrás hacer algo que moleste a papi ¿Verdad? —advirtió una última vez.

Estacionó el coche frente a una bonita y cómoda casa en un residencial a veinte minutos de su hogar, giró a ver a Gerard, tomó su rostro y lo acercó al suyo.

—No creas que la única forma de castigarte es azotarte el culo Gerard, tengo muchísimas otras más. No me obligues a castigarte tan pronto, sé un buen chico para mi... —habló sobre sus labios y sin dejarlo dar una respuesta inmediata lo besó.

Los labios de Gerard le parecían dulces y adictivos, podía besarlo por muchos minutos seguidos y no se cansaba nunca. Apresó su labio inferior entre los suyos y le daba pequeñas succiones para después envolverlo con sus labios con suavidad y repasarlo con su lengua cálida.

Un leve toque en el vidrio les asustó y les hizo separarse de manera abrupta. Tenían los labios rojizos y un poco hinchados, además un leve rubor había cubierto el rostro de Gerard. Frank abrió el vidrio de su ventana y saludó a Henry con un apretón de manos.

—Si me lo permites —dijo Henry después de saludar a Frank. Apoyó sus codos en la ventana de Frank y miró a Gerard—. Tu esposo luce muy hermoso hoy.

Gerard se ruborizo nuevamente y agachó la mirada. Frank le apretó el muslo con suavidad haciendo que levantase la mirada y se encontrara con un rostro orgulloso y una mirada celeste encantadora.

𝐒𝐦𝐮𝐭 𝐂𝐡𝐚𝐥𝐥𝐞𝐧𝐠𝐞 ➛FrerardWhere stories live. Discover now