Train To Busan: Seok-Woo.

CAP 2

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Desperté por el sonido de una llamada. Era el mío y el del hombre que sonaban al mismo tiempo. Él y yo nos dimos una mirada rápida y ambos contestamos el teléfono.

—¿Hola? —contestamos los dos a la vez. Ambos volvimos a vernos.

—Jiwoo, ¿Cuándo regresarás? —preguntó mi jefe por el otro lado de la línea. Siempre me era un poco incómodo hablar con él, siempre sacaba el tema de una cita.

—Hola Jefe, amm... en dos días , regresaré el lunes. —contesté rascándo mi cabeza.

—Seguiras trabajando desde Busan, ¿Cierto?
—rodeé los ojos ante su pregunta.

—Sí, sabes que lo haré. —contesté levantandome de mi asiento.

Seguí hablando por teléfono sobre el trabajo mientras caminaba hacía el baño. Me sorprendí un poco al ver a la niña juntó a dos hombres, uno llevaba el uniforme de la empresa y el otro llevaba un traje puesto.

—Sabes que debes regresar rápido, ¿cierto?
—me preguntó por décima vez.

—¡Sí, ya lo sé! Regresaré tan pronto termine el partido de mi hermano. —respondí alzando mi voz, algunas personas me miraron por el ruido que hice.

—¿Está bien señora? —la niña me preguntó mirándome confundida, por mis gritos al parecer.

—Todo bien pequeña, todo bien, gracias por preguntar. —le dije levantando mi mirada de mi teléfono después de colgar, fingiendo una sonrisa. Ella me sonrió también mostrando los dientes.

—Lo siento, ¿Está ocupado?
—les pregunté a los hombres que estaban ahí.

—Eso es lo que me preguntó yo. —dijo el hombre de traje, mientras miraba al trabajador. —Llevó esperando un buen rato.

—Yo también. —dijo una mujer desde su asiento.

La mirada del trabajador se pasó entre los pasajeros que esperaban el baño. Luego suspiró mientras abría la puerta del baño con una llave.

—Señor, ¿Tiene un boleto? —le preguntó a un hombre que estaba en el baño. Parecía un vagabundo.

—Niña, si no estudias terminarás como él.
—alze una ceja al escuchar lo que le decía el hombre a la niña.

—Mi mamá dice que los que dicen eso son malas personas. —reí un poco al escuchar la respuesta de la niña.

—Debió irle mal en la escuela.

—Creo que esperaré un poco más —avisé para después regresar a mi asiento.

Una vez llegué a mi asiento noté que él hombre seguía hablando por llamada, no le preste atención y empecé a mirar mi teléfono intentando distraerme. Miré a mi costado cuando un trabajador paso caminando apresurado por el pasillo mientras decía algo por su comunicador.

—¿Cómo está la pasajera ? ¿Respira?

-Si, pero se está convulsionando —contestó una mujer preocupada por el comunicador.

No hice caso y seguí mirando mi celular, debe ser algun accidente como cualquier otro, en cambio el hombre se levantó de su asiento para mirar lo que pasaba, pero seguía hablando por teléfono.

¿Qué nunca suelta esa cosa?

Después de unos minutos en los que el hombre no volvió, la curiosidad me ganó y me levanté a ver lo que pasaba, cuando llegué al mismo baño de antes, me quedé parada junto al hombre que abrazaba a su hija mirando había el final del tren. Había personal del tren ayudando a una mujer, que parecía desmayada.
Iba a regresar a mi asiento. Parecía que todo estaba bien, pero antes de hacerlo un hombre pasó corriendo empujándome un poco.

—¡CORRAN! ¡CORRAN!

Lo miré confundida, parecía muy asustado.
De repente más personas empezaron a correr por el pasillo, entre todas se amontonaban intentando correr. Los miré confundida, al darme la vuelta el hombre cargo a la niña y empezó a correr con ella en brazos, pasando a lado mío. Me asusté y empecé a correr también, iba detrás de ellos y detrás de mí, habían más personas corriendo.

Corría pero no sabía por qué.

Cuando llegué a otro compartimiento había un hombre que intentaba quitarse de encima a otro, tenía mucha sangre en todo su cuerpo. Había una mujer embarazada que gritaba. Me congelé no supe que hacer, solo me quedé mirando. El hombre y su hija pasaron de largo ignorandolos, pensé en seguirlos pero rápidamente tomé una sombrilla que había en un asiento vacío.

—¿Señora puede correr? —pregunté alterada, ella me asintió con la cabeza, igual de asustada, mientras tocaba su vientre.

—Entonces corra. —Ella volvió a asentir con la cabeza y empezó a correr.

—Creo que me arrepentiré de esto.
—murmuré mientras tomaba la sombrilla con fuerza.

—¿¡De que ha...  —el hombre seguía defendiendose no pudo terminar lo que iba a decirme. Había atravesado la sombrilla por la cabeza del hombre que lo atacaba. La sangre salpicó mi rostro. Miré cómo su cuerpo caía al suelo.

—¿¡Qué acabas de hacer!? —gritó el hombre mirándome asustado. No contesté y miré detrás nuestro. Más de esas personas corrían hacía donde estábamos.

—¡Salvarte! ¡Vamos corre! —lo empujé un poco empezando a correr. Él me siguió al instante.

Seguimos corriendo, atravesando dos vagones, fue cuándo finalmente alcanzamos a la mujer embarazada. Ella corría al igual que nosotros pero mucho más lento. El hombre la tomó de la mano y los tres empezamos a correr.

—¡Entren ahí! —les grité señalando un vagón que parecía tranquilo. Había más personas.

Cuando estábamos a punto de entrar un hombre nos cerró la puerta en la cara. Logré ver qué era el mismo hombre con él que me había sentado.

—¿¡Qué mierda!? —pregunté confundida. Mi mirada se cruzó con la del hombre, él no se movía. —¡Abre la puerta! —golpe con mis manos el vidrio pero el hombre seguía sin abrirla.

—¡Ustedes intenten abrirla! —el hombre soltó a su esposa y empezó a intentar impedir que las otras personas no nos alcanzarán.

La mujer embarazada y yo intentabamos abrir la puerta, mientras las personas del otro lado nos veían. Ninguna nos ayudaba.
Desesperada y con una fuerza que no sabía que tenía, de un jalón logré abrir la puerta. Deje que la mujer entrara primero, luego corrí hasta el hombre, tomando su brazo, ambos corrimos y cuando logramos entrar, cerré la puerta con rapidez. Una mujer con la cara llena de sangre, chocó con el vidrio. Casi entraba también.

Publicado: 12 de Junio del 2021

Ediciones: 20 de Enero del 2022
28 de Septiembre del 2022

Última edición (última realmente):05 de Agosto del 2024.