13

8K 490 241
                                    

Edén.

No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad.

Proverbios 4:27

ºº

- ¿Capitana Sánchez? – Pregunta con suma confusión Caín cuando nota mi presencia. Grace detiene el abrazo que iba a otorgarle para quedar entre medio de ambos y mirarnos con diversión. ¿Entonces fue él quien le contó sobre mi? No es algo que Caín haría.

- Caín, ella es la mejor amiga del hermano menor de Tiago. – Me señala y vuelve la vista hacia mí. – Edén, él es mi mejor amigo.

Escuchamos atentos las palabras de Grace pero no cortamos el contacto visual. Descaradamente, Caín pone una sonrisa ladeada y hace un lento recorrido de mi cuerpo, haciéndome sentir completamente desnuda y acalorada. Como no pienso dejarlo con el sabor de la victoria repito su accionar, detallando en como ese traje parece haber sido hecho a su medida y como su aire de magnate hijo de puta cambió a uno más relajado.

No lo veía desde hace unos días, cuando llegó a mi departamento completamente drogado y fuera de sí. Parece mentira que el elegante hombre que tengo frente es el mismo que temblaba indefenso cubierto de frio sudor sobre mi cama. Los recuerdos de ese extraño día me golpean y me desestabilizan.

Vuelvo a cruzarme con sus oscuros ojos pero prefiero evitarme el mal trago, por lo que esquivo su mirada y me fijo en Grace, quien no ha quitado la sonrisa burlona de su rostro.

- Dama de horno, en español, hace referencia a una mujer. – Le digo y, aunque su expresión cambia a una de sorpresa, presiento que eso lo sabía.

- Mi error. – Contesta sin una pizca de arrepentimiento.

Chasqueo la lengua quitándole interés, ya que no hay nada que hacer, y me volteo para verificar que Luca siga vivo. Entre el alcohol y la repentina aparición de Caín siento que lo correcto es retirarme.

- Lo mejor es que nosotros nos vayamos. – Anuncio, mientras corro el cabello que cae sobre la frente de Luca. Lo sacudo para ver si reacciona pero al no hacerlo opto por pegarle en la cara. Mi mano hace un sonido seco contra su rostro y este abre los ojos de forma inmediata, sobresaltado.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? – Se altera.

- Soy yo, pequeño dormilón. Nos vamos a casa.

- Pero yo no quiero irme a casa. – Responde infantil. Se estira abriendo los brazos y se reincorpora. Por la posición yo sigo de espaldas a Grace y Caín, a diferencia de Luca quien puede verlos de frente. Cuando su mirada parece captar la presencia de un tercero, pone una expresión de confusión que automáticamente cambia a una de asombro. – Edén, tu jefe está acá.

Agradezco que lo haya dicho en español ya que su intento de su susurro ha sido un total desastre. Volteo y Caín ha avanzado para quedar junto a Grace quien parece estar diciéndole algo en voz baja, regañándolo. Él pone los ojos en blanco y vuelve a centrarse en nosotros, aunque ahora frunce el ceño al ver a Luca.

- Luca, él es Caín, mi mejor amigo. Caín, él es Luca, hermano menor de Tiago. – Grace intenta romper con la incomodidad de la situación. Luca extiende su mano y Caín la mira receloso, pero el codazo que le pone Grace en el lateral de su cuerpo lo hace reaccionar y aceptar el saludo. Inmaduro. – Ahora entremos a tomar algo antes de que me congele.

- De hecho, nosotros ya nos íbamos.

- No seas amargada, Edén. Mírame, ya estoy como nuevo. – Luca ruega. Cuando estoy por abrir la boca para negarme y decretar que pensaba irme sola, soy interrumpida. Genial, eso sí tenía que decirlo en inglés.

Arder | Versión en españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora