+| T/n, de quince años, es adoptada por la familia Min después de haber pasado varios años en un orfanato. Desconoce su pasado, salvo por algunos fragmentos de recuerdos. Su hermanastri mayor, Min Yoon Gi, enfrenta dificultades con las mujeres, sus...
–¡Yoon Gi, T/n! Despierta se nos hará tarde para que desayunemos.—Golpeó Tae la puerta de nuestra habitación.
Con un poco de molestia me levanté y abrí la puerta encontrándome con Jin, Tae y JungKook en la puerta.
—Lo demás ya están abajo, solo faltan ustedes.—Dijo algo irritado Jin.
Todos miramos a ver a Yoon Gi quién aún seguía durmiendo y despertarlo de una mala manera solo significaba peligro. Intentaba Jungkook despertar a mi chico quien a mi parecer, le encuentro un gran parecido a un bebé durmiendo.
–De seguro ayer lo dejaste muy cansado, T/n.–Dijo Jung Kook.
Los colores se me subieron a la cabeza y la vergüenza se apoderó de mí.
Golpee su cabeza de JungKook.
–Se calman los dos y despierten a Yoon Gi, de seguro se quedó hasta tarde.—Dijo Jin mientras de sentaba en el sofá de la habitación.
Los tres chicos y yo tratábamos de buscar una manera más tranquila y dulce posible para que no despertara de mal humor.
Yo siempre dejaba que despertara por su cuenta, no estaba tan demente como para despertarlo.
–T/n, besalo así como la bella durmiente.
–¡¿Eh?! ¿Pero qué tonterías dices? Es una muy buena opción, pero no lo haré si me están mirando.
Solo asintieron con la cabeza como señal de aprobación y se giraron mirando a la pared.
Me acosté a un lado de él y me comencé a acercar lentamente cuando de la nada sostiene mi mejilla y se inclina a besarme.
A lo lejós logré escuchar un click de la cámara y un leve chillido de Tae.
—Son tan lindos.
Me levanté rápidamente y saqué a los tres chicos de la habitación y cuando miré a ver a Yoon Gi, tenía una risa burlona.
—Tú no te rías y mejor ve a bañarte.—Bufé molesta.
—Tan linda mi esposa.—Besó mi mejilla.—También te amo.
Y sin más se metió a bañar, cuando él terminó yo me metí a bañar. Ya una vez listos decidimos bajar al comedor donde encontramos a los seis chicos comiendo.
—Tardaron mucho.—Bromeó Jimin.
—Hubo un incidente con un bello durmiente.—Miré a ver con una sonrisa a YoonGi quién solo frunció el ceño.
Tras decir eso fuimos a escoger lo que íbamos a comer en el bufet que hay en el hotel.
—Será mejor que no comas mucho, ayer vomitaste la cena.—Dijo preocupado.
—No te preocupes, tendré cuidado.—Acaricié sus suaves cabellos y sonreí.
Una vez que todos desayunamos fuimos a dar un tour por la cuidad. ¡Quién diría que Londres es un hermoso lugar! Desearía vivir aquí. Lo que más me llamó la atención de este bello lugar la Abadía de Westminster donde se hacen las coronaciones de los monarcas británicos y el icónico Big Ben, desde hace tiempo quería verlo en persona.
Probamos muchos pastillos nuevos. Que creo que me cayeron mal puesto que tenía algunos malestares y mareos. Nada grave, estos malestares ya los he tenido desde hace una semana.
Al final del día decidimos ir al London eye donde pudimos ver una hermosa vista panorámica de toda la ciudad.
Apenas llegamos al hotel, casi casi volando fui a mi habitación. Ya no aguantaba las ganas de vomitar.
Al salir del baño vi a los siete chicos sentados en la cama viéndome preocupados.
—¿Estás segura que te sientes bien?—Preguntó JungKook.
—Solo malestares, nada grave.—Sonreí.—Si me permiten, desearía descansar.
—Cuando volvamos a Corea iremos de inmediato al hospital—Declaró YoonGi.—Aunque según tú no sea algo “grave.”—Hizo comillas con sus manos.—No está demás saber tu estado de salud.
No pude protestar, tenía razón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La semana en Londres pasó volando y ya estábamos nuevamente en el aeropuerto de regreso a Corea.
Adiós Londres.
Jin estaba “crudo,” tras comencé unos dulces que contenían licor. ¿Quién se emborracha con eso?
Una vez llegamos a Corea, YoonGi y yo nos dirigimos al hospital y esperamos pacientemente mi turno, Nam había sacado una cita unos días antes.
Cuando llegó mi turno, pasé con YoonGi al consultorio.
Dije todos mis malestares y síntomas que tenía a la doctora.
—Señorita T/n, usted se encuentra embarazada.—Sentencio la doctora.
¿Qué?
—Pero para estar seguros podemos hacer una prueba de sangre.
A lo cual yo de inmediatamente acepté.
Tras hacer la prueba y que esta misma diera positivo la felicidad que hubo en mí fue indescriptible. Y también lo pude ver en el rostro de YoonGi.
Seríamos una hermosa familia.
Pero no todo era color de rosa. Y la docto que me atendió se encargó de darme cuenta de ello.
