ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛs ᴏғ ᴀɴ ᴀɴɢᴇʟ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ sᴇɪs

ʜᴇᴀʀʙᴇᴀᴛs

ᴄᴏʀᴇᴀ ᴅᴇʟ sᴜʀ.

Y de pronto comenzó a llover mientras caminábamos por ahí en completo silencio. Por suerte había una zona techada donde nos pudimos apresurar para evitar que nos mojáramos más.

— Que mala suerte— susurró y yo me quedé callada viendo al piso, mientras las gotas caían — Uhm... ¿Min?— giré a verlo sin ánimos. Ya sabía porqué quería hablar conmigo, yo sabía que lo que dijo hace un rato en la escuela no había sido solo un chiste — Lo lamento de verdad... sé que lo estás pensando ahora mismo y yo-

— No importa— tragué saliva — Justo ahora se me vino a la mente cuando prometiste reponer tu salud e irte, solo porque eso es lo que tú querías— sonreí de manera triste. Ni siquiera yo pensé que el momento llegaría — Eres libre de hacer lo que dicte tu corazón, Hyunjin.

El rubio se quedó callado por unos segundos mientras me veía a los ojos, soltó un suspiro y miró al frente mientras jugaba con sus pies — Te amo.

Abrí mis ojos asombrada y cuando estaba por decir algo, cualquier cosa, Hyunjin me volteó a ver con lágrimas contenidas en sus ojos.

— Pero tú amas a alguien más— se inclinó solo un poco. Nuestros labios estaban a centímetros, tanto que podía sentir su respiración chocar contra la mía — Gracias por todo, Minseo. Yo jamás te olvidaré... pero espero que tú a mí sí.— y los últimos centímetros que quedaban desaparecieron, junto a aquella imagen de un chico con asombrosa cabellera rubia y larga. Ya no sentía nada, solo un vacío, que al final ni yo misma podría descifrar.

— ¿Minseo?... ¿Qué haces aquí?

La chica parpadeó un par de veces al ver a aquel chico con una sombrilla sobre él. Este mismo se acercó a ella con una mueca confusa, parecía totalmente desorientada, pero era verdad, ella se repetía en la cabeza ¿qué hago yo aquí?