Extra del Día de la Mujer

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Eva: No puedo darles un regalo que llegue a cada una de sus casas, Deseo esta en pausa, así que traigo este extra para entretenernos un rato.

Isla de Chipre

Tyler.

La terminal de transporte está llena de turistas que se pasean con maletas mientras espero sentado con la mirada baja, la gorra y la chaqueta puesta. Acomodo las mangas que tapan las heridas recientes y mi cabeza repite los últimos acontecimientos.

Huí de Francia después de que la teniente James se enfrentó a la mafia Italiana. La Élite se rindió, ya que prefirió estar en prisión a estar en manos de Antoni Mascherano mientras que yo tomé mi propio rumbo hasta que hallé el pueblo donde llamé a Death con el fin de que me diera la mano.

No fue fácil, tardé ocho días viajando, pero entre los dos nos las apañamos para que llegara hasta aquí. Miro la hora y me levanto del asiento buscando la salida, me aseguro de que nadie me siga y al levantar la vista reconozco al miembro del Mortal Cage con ropa de civil.

Las manos me sudan de inmediato y me humecto los labios mientras que él se empieza a acercar. Los atuendos con chaqueta de cuero han quedado de lado y ahora luce como un civil cualquiera con playera de manga larga, jeans clásicos y cabello recogido.

La distancia se acaba y quedamos uno frente al otro.

—Hola —saluda y miro mis agujetas mientras salimos de la terminal.

—¿Cómo estás?

—Bien.

Me sigue poniendo nervioso todavía, es que aún no me acostumbro a esta parte de mí. Hubieron besos en el bosque y dejé que me acariciara los brazos, pero hasta ahí, ya que Ivan me llamó en la radio y tuve que marcharme.

En los días siguientes él no estuvo de lleno en la cabaña y cuando estaba me daba pena acercarme, porque no quería y no quiero que nadie se entere de los besos.

—¿Qué tal estuvo el viaje? —pregunta y nuestros brazos se rozan en la caminata.

—Agotador —pongo distancia.

La isla es asombrosa y nos movemos entre el tráfico hasta llegar a la playa. El sol quema, los turistas se broncean y seguimos avanzando hasta la zona llena de Kioscos y restaurantes.

—No quiero que me juzgues, ni qué piensas mal —me dice él— Le he dicho que no haga esto, pero, sin embargo, ella insiste...

No entiendo a que se refiere y me señala uno de los Kioscos donde está Emma James sirviendo bebidas. La alegría por verla me hace soltar la mochila de inmediato apresurandome al sitio, ella nota mi presencia y la sonrisa le ilumina el rostro de inmediato.

Deja la bandeja de bebidas saliendo del establecimiento y esperaba ver a una persona destruida por el secuestro, pero estoy viendo a una chica hermosa y radiante.

—¡Ty! —se lanza a mis brazos besándome la mejilla y correspondo de la misma manera.

—¿Cómo está mi hermana? ¿Mis sobrinos? —me acosa con preguntas mientras se limpia las lágrimas— Death me comentó que estaban vivos la última vez que los viste, ¿Es Verdad?

Asiento y es como si le diera un misero mendrugo de pan, el cual le calma el hambre, porque asiente respirando hondo como si el saber que están vivos fuera el mejor de los premios.

—¡Oye! Vas a trabajar, ¿Si o no? —la regaña el del puesto y ella se devuelve de inmediato.

—Te veo en casa —se despide— Me alegra que estés aquí.

Extras Pecados Placenteros (Eliminados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora