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OJOLOCO MOODY
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Ese verano fue uno de los más extraños que había vivido nunca. Aunque recibía las visitas de Liv, al menos dos veces cada dos semanas, estaba tan sola como en la Casa Arambella - aunque los recuerdos de ese lugar no me atacaban en Spinner's End y mis propios pensamientos me mantuvieron lo suficientemente ocupada como para dejar que me invadieran.

No había recibido ninguna noticia de mi madre durante el verano, y obviamente, no recibí ninguna noticia de nadie de la escuela a parte de Draco quien, como de costumbre, estaba tratando de complacer a la perra narcisista que tenía como padre.

Pero muchas cosas navegaban por mi mente. Una de ellas fue esa situación extremadamente extraña que vivimos en el Mundial de Quidditch.

Al principio, Snape no quería que fuera con Olivia, Luna y su padre, pero luego, Draco también me invitó y mi tío me permitió ir después de que le insistiese, pero con la condición de que me mantuviese lo suficientemente cerca de los Lovegoods y de que me alejara de los Malfoys.

Fui allí y me aseguré de comprar el boleto de Olivia y el mío, ya que el Sr. Lovegood iba a comprar el suyo, el de Luna y la carpa donde nos íbamos a quedar. El partido fue increíble y todos lo disfrutamos y gritamos de pura alegría cuando Irlanda ganó.

Krum era un buen Buscador, pero estaba muy lejos de la calidad de los jugadores de Irlanda.

No todo se basa en el Buscador, ¿escuchaste eso, equipo de Gryffindor?

El problema vino después. Cuando todos estábamos celebrando la victoria de Irlanda y atacaron. Todos vestidos de negro con sus máscaras puestas para que nadie los reconociera, lanzando maldiciones y maleficios y destruyendo todo a su paso tal y como siempre hacían; los Mortifagos.

Xenophillus Lovegood se aseguró de mantenernos protegidas y de llevarnos a casa a sanas y salvas, pero antes de llegar a la casa de Liv en el medio de la Irlanda rural, lo escuché y los escalofríos cubrieron mi cuerpo, así como el sudor frío. Esa maldita maldición fueron las últimas palabras que recuerdo de mi madre como mujer libre:

Morsmordre.

Cuando llegué a casa, Snape estaba allí. Me miró con sorpresa y casi alivio como si ya supiera lo que había pasado en el partido de Quidditch. Pero como su expresión transmitía más frialdad y amargura que nunca, decidí no preguntar y simplemente, esperar los tres días que me quedaban en Spinner's End antes de regresar a Hogwarts pasaran.

✵ ✵ ✵

Una vez más en el Express, donde estaba completamente sola, vi a Draco unos pasos detrás de mí y esperé a que llegara con esa chica de su curso, Pansy Parkinson.

—¡Ey, Lilith! — me saludó con la mano y yo le devolví la sonrisa.

Le sonreí a la chica que le acompañaba también, y ella me saludó amablemente, pero parecía un poco tímida.

— ¿Cómo ha estado tu verano? — Le pregunté, caminando por el pasillo del tren tratando de encontrar un compartimento libre.

— Estuvo bien, todo normal hasta el Mundial de Quidditch. No pude quedarme después de la victoria de Irlanda, pero mi padre me dijo que alguien atacó en la celebración.

Quería decir algo al respecto, pero sabiendo quién era Lucius Malfoy, opté por permanecer en silencio.

Todo el viaje pasó rápido mientras seguíamos hablando de otras cosas y Pansy hablaba un poco más sobre ella y su verano.

Una vez que llegamos a Hogwarts, los estudiantes de primer año fueron recibidos por Hagrid, quien nos dejó a nosotros, estudiantes de años superiores, solos por un par de minutos. Sin embargo, eso no resultó una buena idea.

WICKED HATE | FRED WEASLEY (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora