9》 Kenny

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"Ayer me sentía extraño, lo reconozco. Pero no lo hubiera notado como tal si Black Hat no se hubiera aparecido de la nada frente a mi escritorio. Me encontró trabajando, por lo que conservé todas mis extremidades. Luego se quedó a mis espaldas mientras le comentaba cómo habían subido las ganancias desde que traduje el catálogo de productos a otros idiomas. Estaba contento, se le notaba. Estuve hablando como diez minutos y él mantuvo sus manos en mis hombros, apretando levemente cada vez que se reía. Estaba realmente cerca. Estaba abrazándome. No recuerdo haber tenido un momento tan agradable con él. Pero, ¿por qué mi pulso estaba tan acelerado? Hasta él se dio cuenta de eso.

Antes de irse, tiró accidentalmente uno de mis lápices y lo levantó. Tocó mi pierna en el proceso. No quiero decir que eso haya sido el detonante de mi erección, pero no le encuentro otro argumento válido. ¿Es posible que pueda hacer eso con sus poderes? Espero que sea esa la explicación, porque nunca antes me sentí tan avergonzado, a pesar de no haberse dado cuenta. Por amor de Dios, si es que existe, ¡que no se haya dado cuenta!".

---No me sorprende que hayan trabajado juntos. Están igual de zafados, enfermitos.

[...]

Había sido una semana complicada para Flug. Pero no se debía al exceso de trabajo; estaba lejos de tratarse de eso.

Resulta que el cambio de rutina no fue tan llevadero como lo pensó en un principio.
Le agradaba que su nuevo patrón se preocupara por él, sin embargo, para nada le gustaba que lo tratasen como un niño. Los cuidados como irse a dormir temprano o tener jornadas laborales más cortas y menos arduas le daban dolor de cabeza. Por momentos pensaba, en broma, que su cerebro se estaba achicando

Si no era tratado como crío, era tratado como amante. A pesar de los días transcurridos sin actividad inusual, podía sentir como White lo tocaba con la mirada.

El punto era que afirmaba que el mismo sujeto estaba desperdiciando el potencial que ambos tenían. Sentía que formaba parte de un grupo de principiantes. Un grupo que se esmeraba más en las muestras de afecto que en la competencia laboral. Y el hecho de que a diario Clemencia se ofreciera para ayudarlo en el laboratorio sólo reforzaba su opinión al respecto. Triste fue pensar que vio en Clemencia la oportunidad de disfrazar la violencia con tanta dulzura y color; pero al final era lo que aparentaba.

---Fluggy, te llaman. Tienes una misión.

Flug no esperó ante el llamado y siguió a la chica de melena clara hasta el despacho del jefe. En el trayecto trataba de recordar lo que era estar en una misión; la adrenalina, los planes, el trabajo en equipo. No era un hombre de acción pero siempre estaba preparado, le alegraba recordarlo; complaciendo a su ego como tal.

A pesar de su excelente memoria, se llevó un anotador con él.

Clemencia le abrió la puerta, encontrando a White en su silla y conversando con una heroína que se hallaba de espaldas.
Tan pronto como la reconoció al voltearse, el anotador se le resbaló de las manos.

---¡Flug!---llamó el ensombrerado---Quiero presentarte a-

---¿Heed?---interrumpió el científico.

Flug tuvo suerte de tener a su compañera al lado, porque necesitó apoyarse sobre alguien cuando sus piernas se aflojaron y su estómago se contrajo.

---Que tonto. Se me olvida que eres toda una celebridad, querida. Tu admirador casi se desmaya---rió White.

Miss Heed claramente no se quedó igual de atónita, pero se llevó la misma sorpresa de encontrarse a un antiguo compañero de bachillerato. También rió para variar, saludando simpaticamente a la distancia, pretendiendo sentirse halagada.

---¿Qué hace ella aquí?---preguntó el científico.

---Solicita nuestro servicio. De hecho, necesita a alguien con doctorados en química y robótica, como tú.

---¿Empezamos ahora?---propuso Flug apresuradamente---Quiero decir, si quiere, que venga a mi laboratorio y me da las indicaciones para diseñar su...lo que sea.

---Sería un placer---respondió la heroína, contrastando su tono agradable y pausando con el nerviosismo de Flug.

White no esperaba esa iniciativa por parte de ambos. Los dejó ir a lo suyo, quedándose con Clemencia por unos minutos.

A pesar de que el paso de Flug era apresurado, la pareja parecía tardar en llegar al área de trabajo. Pero los comentarios no se hicieron esperar. La tensión de las frases no dichas era más insoportable para uno que el otro.

---¿Qué carajo haces aquí, Cecilia?

---Oh, ¿así tratas a tus clientes? ¿Cambias de trabajo tan seguido, Kenny?

El paso de Kenny se detuvo, dando la vuelta sobre sí para mirar directamente a la chica detrás de él.

---Por culpa tuya y de tus amiguitos es que tuve que venir aquí. Si supieras las cosas por las que tuve que pasar...

Heed ya podía ver la entrada al laboratorio, por lo que tomó la mano de Flug y lo arrastró hacia el mismo. Quería llegar a un lugar privado lo antes posible.

---Ahora estamos del mismo lado, Kenny. No vas a tener que sufrir más.

Claro que ella no sabía que White Hat formaba parte de ese sufrimiento en cierto modo.

---Te robaste mi tesis, jugaste conmigo, hiciste que me despidieran, ¿y tienes el descaro de pedirme ayuda?

---Para empezar, Kenny, no tenía idea de que estabas aquí. Segundo, ¿sabías que el último científico de este lugar tampoco quería ayudarme? Adivina qué le pasó después.

El cuerpo de Flug volvió a fallarle. Los ojos de Heed estaban llenos de pura sinceridad, casi se sintió como si las palabras que dejó salir no hubieran sido una insinuación negativa. No había mucho que se interpusiera entre él y un llanto repleto de rabia, salvo su orgullo. Esta vez necesitó sentarse en una silla para analizarlo y respirar, hasta que levantó la mirada.

---¿En serio estás amenazándome? ¿Tienes idea de quién soy?

---Santo Dios. ¿Desde cuándo eres tan egocéntrico?

---¿Desde cuándo eres tan narcisista?

Sus miradas estaban conectadas con odio, pero al mismo tiempo melancolía. No lo recordarían en ese preciso momento pero en realidad ambos habían sufrido durante la adolescencia. No por nada reforzaron eso que nunca los caracterizó en ese tiempo.
Flug gritaba sus títulos, cuando antes ni siquiera podía pedir que por favor le devolvieran su almuerzo. Así como Miss Heed se exponía para obtener halagos, cuando previamente al hacerlo no recibió nunca el apoyo de un amigo o un fan. Pero Kenning Flugslys había sido ambas cosas. Y ahí estaba ahora, contemplando cómo su trabajo peligraba por el capricho de una influencer.

---Óyeme, solo quiero que me ayudes con unas cositas. Será divertido. ¿Recuerdas cuando te empujaron e hiciste estallar una bomba de jabón en plena clase? Fui yo quien puso el jabón en lugar de la carga explosiva, ¿o no? Nadie voló por los aires porque somos un gran equipo.

Flug exhaló a modo de resignación. No tenía por qué exaltarse más. Sí, claro que recordaba todo.

---Anotame las especificaciones de lo que quieres y lo haré.

---¡Ay, gracias! ¡Eres espectacular!

Flug ya se arrepintió en cuanto el tono cálido fue reemplazado por el ruidoso entusiasmo.

Ahora debía ayudar al individuo que, viéndolo en perspectiva, le había quitado todo. Debía hacerlo si quería conservar su estadía. Aún así, le costaba imaginar que White Hat lo echara por negarse a brindar sus servicios. Pero claro, nadie podía ser tan piadoso. Si no se comprometiera no podría ser el líder de aquella empresa.

Con suerte, sería un proceso rápido, un cliente sin mucha frecuencia. Rogaba para sus adentros no tener que subordinarse a ella para que no lo despidieran, que lo desecharan de nuevo.

Un nuevo conflicto existencial, simplemente fantástico. Y, por supuesto, más de estos no tardarían en llegar.

𝚁𝚎𝚎𝚖𝚙𝚕𝚊𝚣𝚘𝚜 [𝘗𝘢𝘱𝘦𝘳𝘩𝘢𝘵] [𝘝𝘪𝘭𝘭𝘢𝘯𝘰𝘴 & 𝘏𝘦𝘳𝘰𝘪𝘤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora