Secretos ✨L. S✨LT. ~COMPLETA~

27

Harry aún modelaba los trajes, obligaron a Louis a salir del lugar, mientras Zayn estaba con él fumando un poco.

—Es que se ve jodidamente hermoso— susurró sacando el aire.

—Se ve muy guapo. Tengo que admitirlo— le sonrió dándole ánimos a su amigo, no los necesitaba, se sentía extremadamente feliz.

—No veo el momento en el que camine hacia mi y me diga que si— ensanchó su sonrisa—. Sé que no podré evitar llorar, me valdrá una mierda que me vean llorar como un maldito crío— se rio—. Mi niño lo vale, vale que todo el puñetero planeta me vea chillar como un jodido bebé.

Dentro las mujeres aullaban, Louis no podía ni siquiera mirar los por los cristales.

—Aunque me jode que me hayan sacado— gruñó.

—Es de mala suerte— dijo Zayn con una sonrisa.

—Mala suerte mis cojones.

—No creo que tus cojones sean de mala suerte, amigo— dijo coqueto.

Ambos soltaron una carcajada.

—Después estará Harry aquí, sentado con Niall mientras tú modelas, considéralo justo.

—Si por mi fuera Harry podría incluso verme en el vestidor...— lo interrumpió.

—No entiendo en que momento llegas a sentir algo así— agachó la cabeza—. Como si nada más importara. Yo me he alejado de Liam un poco, para no explotar de amor...— negó dejando la oración al aire.

—No hagas eso, si sientes que lo único que puedes ofrecerle es tu voluntad, amigo, es ahí— sonrió.

—¿Si?— se volvió cuando un chico salió, pudo ver de reojo a su niño con ojos de avellana.

—Totalmente.

—Me da miedo perderlo, sé que él no confía del todo en mi, por lo de antes— dijo bajando la voz.

—Antes los dos fuimos una mierda, pero ellos decidieron estar con nosotros. No cambian nada de lo que somos. Harry deja que yo haga mis cosas, Liam deja que tú hagas las tuyas, porque así les gustamos, no sabes lo bien que se siente gustarle alguien que también te gusta de pies a cabeza. Quizás no nos demuestran mucho su confianza, pero yo he visto como sus ojos se rasgan al verte—bufó fingiendo desagrado—. A veces estás únicamente existiendo, cazando nubes y él te mira como si estuviera cubierto de laureles.

—No entiendo.

—Él confía en ti, te ha entregado todo lo que es, se ha dedicado día y noche a amarte, igual que yo con Harry, me he dedicado a adorarlo, a tener mi fe en él. Él no lo sabe, pero decidió confiar en ti, decidió que para ser feliz tiene que confiar en esos ojos árabes— dijo burlón—, podrías preguntarle que si puedes asesinarlo, dirá que si, porque confía en que lo mataras sin dolor.

—¿Y tú? ¿Qué sientes?— le quitó el cigarrillo.

—Que durante mucho tiempo estuve buscando a escondidas— se alzó de hombros—. No sabia que aquel rayo de luz era Harry, lo tenía en frente, estaba marcándome el camino desde antes de que los dos pensáramos en la misma cosa— sonrió.

—Amigo, estás perdido— el castaño negó.

—No, ahora más que nunca sé donde estoy—sonrió.

—Es cierto— le regresó la sonrisa—. Si, tienes razón— le dio un empujón—. Me alegro mucho por ti.

Ambos se quedaron en silencio, esperando a que alguien saliera a decirles que ya podían entrar. No esperaron mucho.