Maestro de la Muerte || Harry Potter

Octavo | ¿Duelos? y una pequeña charla

Harry pensó que al salir del aula de pociones podría ir hacia el comedor y cenar, nunca se imaginaria que al doblar una esquina lo estuviera esperando Ron, había notado que ahora sin su presencia estaba junto a Seamus y Dean, aunque los últimos eran mas renuentes a meterse con él en las peleas que Weasley quería siempre empezar.

"Pero miren quien viene, y solo. ¿Qué pasa Potter, donde dejaste a tus pequeños mortifagos?"

Harry suspiro y se detuvo frente a los tres leones viéndolos de arriba abajo, en su vida pasada Dean y Seamus nunca fueron cercanos a él, aunque tampoco dejaron pasar la oportunidad para joderlo.

"¿Qué quieres Weasley? Estas tan obsesionado conmigo que ahora me buscas hasta en los pasillos. ¿Quieres un autógrafo?"

Ahogo una risa al notar el rostro enrojecido de la comadreja, enojarlo era tan fácil que a veces le parecía aburrido

"¡Cállate! ¡Eres un maldito traidor! Se supone de debes estar en Gryffindor"

Alzo una ceja viéndole divertido, así que todo era por eso, él idiota seguro aun pensaba que ellos serian amigos y todo para el seria perfecto, si eso iba a ser así cada vez que Ron hablara sacaría provecho

"¿Traidor dices? Veamos... ¿Por qué tu o gran Ronald Weasley piensa que soy un traidor? ¿Acaso estar en otra casa diferente a ti me obliga a eso? Veras querido, creo que ya te lo dije, pero no importa, puedo repetirlo las veces que quieras" Estaba hablando tan bajo pero fuerte al mismo tiempo que se notaba lo peligroso en su voz. "Yo nunca, entiende bien. Nunca podría ser cercano a un idiota como tú. ¿Quién te crees para tratar de llevar mi vida?"

Esas palabras hicieron eco en los oídos de las dos personas tras el pelirrojo, seguro en la sala común se la pasaba hablando de como Harry debía estar con él y noto con satisfacción como lentamente iban separándose de la comadreja.

Ron era otro cuento, se había puesto tan enojado que tenia su varita libre, se notaba que el león no sabía ningún hechizo que usar y él no sacaría la suya solo por el placer de verle humillarse aún más.

"¿Qué pasa Potter, tienes miedo?"

Rio, de verdad rio por esas palabras, en su rostro había una sonrisa llena de frialdad que hacia al contrario temblar de miedo

"Temer de ti, eso es lo mas divertido que has dicho, Weasley. Ahora deja de humillarte solo y lárgate, quiero ir a cenar"

De verdad quería irse, pero la comadreja no le dejo, ahora sentía a sus compañeros de casa llegar por su espalda y a Draco estar a su lado de manera rápida, aun con la llegada de los demás Weasley no bajo su varita

"Esta noche, te reto a un duelo en la sala de trofeos, llega a media noche y ahí veras donde debiste pertenecer" Comento rápido el oji azul antes de casi correr por el pasillo sin esperar la respuesta de Harry.

Y él bufo por eso, era claro que no iba a ir y lo dijo de inmediato para que Draco y sus amigos entendieran que nunca le llevaría la corriente a la comadreja.

De todos modos, cuando ya eran las once y media Harry caminaba por los pasillos hasta el lugar acordado por Ron, claro que lo hacia bajo su capa de invisibilidad, debía recordar hacer una pasada por la torre Gryffindor para buscar el mapa del merodeador de las manos de los gemelos.

Sabia por Muerte que tanto Ron como Granger ya estaban en la sala, así que él trato de llamar la atención de la señora Norris atrayendo con eso la atención de Filch, Harry era como el flautista guiando a ambos a dos pequeños gatitos, pero no tuvo que hacer mas cuando el mayor escucho a los Gryffindor pelear a tan alto volumen que se delataban solos.

Observo con fascinación como el conserje los llevaba arrastrando de las batas, seguro los llevaría con su jefe de casa y se permitió dejar una risita libre, de igual modo tenia encantamientos silenciadores sobre él.

Cuando estuvo seguro que ya podría volver se encamino nuevamente a las mazmorras, estaba perdido en sus pensamientos y no se fijo que el rumbo de sus pies lo llevaban a un lugar completamente diferente hasta que estuvo frente al lago, sintiendo en sus pies el agua fría mojar sus zapatos.

"Muerte" llamo a su fiel compañera sentándose en la orilla del lugar, a veces se veía como el calamar gigante sacaba sus tentáculos

"Maestro"

La oscura presencia de Muerte se poso a su lado, él no le temía, le reconfortaba de algún extraño modo

Sonrió levantando su cabeza para ver a ese ser, a veces se parecía a una persona, pero momentos como ese era casi igual a un Dementor "Ven, hablemos"

Se regocijo al notar a Muerte mas pequeña a su lado, eso tal vez era el indicador de que se había sentado como él en el suelo y aunque la vista fuera extraña no le importo demasiado

"Es extraño que me llames por eso, Maestro."

Negó divertido dejando su mirada nuevamente en el lago, ella tenia razón, normalmente solo hablaban cuando ella quería. "A veces yo también me siento solo, como tú, si tú me buscas por compañía yo también lo hare"

Ella no dijo nada, pero el ambiente se sintió un poco mas cálido, muchas veces pasaba eso cuando tenían sus interminables charlas.

"He estado pensando... Antes de que Tom hiciera los Horrocruxes tenia el apoyo de muchos sangre pura por sus pensamientos políticos, ¿Crees que si hayo una manera de devolver los fragmentos del alma a la principal el vuelva a ser... cuerdo?"

La Muerte estuvo en silencio durante algún tiempo, eso era algo que ella no se había planeado "Puede ser, el que se fragmente el alma también se lleva emociones y la cordura, por cada vez que se fragmente se pierde mas la persona"

Harry asintió observando ahora el cielo, si había posibilidad tal vez lo haría, él no quería volver a vivir una guerra

"Pero es arriesgado Maestro, no se si valga la pena"

Con eso Harry volvió asentir, él sabia que mas que arriesgado era peligroso, Tom no era el mismo que vio por el diario y mucho menos la persona que sus primeros seguidores creían, no sabía o, mejor dicho, estaba seguro que no lo escucharía.

"Bueno, siempre me he destacado por hacer cosas impulsivas" Murmuro junto a una leve risa, abrazando ahora sus piernas. Escucho a Muerte bufar por eso, claro que ella sabia como era su maestro.

"Es arriesgado Muerte, pero, ¿Quiénes somos para no intentar?"