12.- "La Feria Parte 2"

1.4K 153 90
                                    

El sentido de protección que Sag tenía hacia Escorpio no era algo que surgió en la adolescencia, ese sentido que tenía por cuidarlo había existido desde el primer día que los niños se conocieron, desde que fueron incluídos a la clase doce, Sag estaba confundido, si hace días él simplemente caminaba por el colegio, y de la nada aquel hombre que siempre le daba órdenes, le había dicho que iba a incluirse a esa clase.

Ese día, había examinado a todos los niños que estaban ahí.

Había contemplado a sus ahora amigos, en ese momento ni siquiera sabía sus nombres.

Sag recuerda haber visto a uno saltar de mesas en mesas.

A otros jugando en el suelo pacíficamente, a otro buscando cómo salir del aula.

Recuerda haber visto a varios, pero él que más había llamado su atención, era un niño de cabello blanco, un niño más pequeño que los demás, con los ojos azules más claros que había visto alguna vez, y ese pequeño estaba escondido detrás del escritorio.

Fue un amor a primera vista. Un amor inocente, de niños, dónde el mayor se había acercado para hablarle, para decirle que todo estaba bien y que harían amigos en ese lugar.

En un inicio, el pequeño Escorpio tenía miedo, porque era un lugar que no conocía, y a partir de ese día, él pelinegro quiso cuidar de él, se hizo una promesa, proteger a Escorpio hasta que salieran él ya no estuviera en ese lugar.

Porque Sag había visto cómo trataban a los chicos ahí, y no quería que eso también le sucediera al menor.

Grado universitario, y Escorpio no ha recibido ni un solo rasguño de Raphael, porque Sagitario siempre se interponía.

Sag y Escorpio estaban enamorados, de verdad se querían demasiado, toda su vida cuidandose uno al otro, él mayor lo protegía de la violencia y el trauma del colegio, mientras que el menor sabía cómo calmarlo cuando Sagitario se moría por ir a matar a Raphael ahí mismo.

Ahora mismo las cosas no estaban bien entre ellos, el ojiazul se sintió abandonado e ignorado mucho tiempo que él no estaba acostumbrado, y el hecho de que Sagitario asumiera que estaba dramatizando todo, le había enojado más.

El día que los vió en una posición más comprometedora, no fue tristeza ni enojo lo que le hizo ignorar a Sag por días, fue el miedo, miedo de ser olvidado por él chico que amaba, miedo de ser cambiado.

Y aún así, ambos sabían que se extrañaban.

Por eso, Sagitario no dudó en llevarse a Escorpio lejos de la casa embrujada luego del susto que pasó, porque sabía que él menor podía desmayarse como Libra si él no estaba ahí.

Sin dejar de abrazarlo y limpiando sus lágrimas, su solución fue llevar al menor a la rueda de la fortuna, quería calmarlo, quería hablar con él, porque en estos días, ambos habían pensado tantas cosas, nunca se habían quedado tanto tiempo lejos, y eso les hizo reflexionar.

Sagitario dejó que Escorpio se sentara en aquella silla de la rueda, después pasó él, y en pocos segundos aquella atracción comenzó a funcionar.

No decían nada, él menor estaba callado, y Sag no sabía por dónde comenzar.

Y no fue, hasta que él más alto vió una oportunidad para comenzar.

—¿Te gusta la vista? —preguntó en cuánto comenzaban a subir poco a poco.

Escorpio asintió tímido, claro que le gustaba, le encantaba la rueda de la fortuna.
A Sag no, él temía a las alturas, y aún así, estaba ahí, todo por disculparse con su chico.

Chicos Perfectos [Zodiaco Boys Love]Where stories live. Discover now